Carlos Vecchio es el segundo al mando del partido Voluntad Popular después de Leopoldo López. A Vecchio se le emitió una orden de aprehensión por los mismos cargos que a López, por lo que salió del país para mantener desde el exilio la dirigencia del partido, mientras López decidió entregarse y fue condenado a casi 14 años de prisión. Ahora que el fiscal acusador de López, Franklin Nieves, salió de Venezuela para revelar que todo el juicio fue una farsa montada por el Ejecutivo para reprimir a sus opositores, Vecchio habla sobre estas revelaciones y las acciones del Gobierno de cara a los comicios legislativos del próximo 6 de diciembre.
¿Cómo ve estas revelaciones del fiscal Nieves?
Revela que antes de que ocurrieran los hechos del 12 de febrero por los cuales se nos acusa, ya existía la decisión política de meternos presos. Poco importaban los hechos. Mi orden de captura fue emitida el 17 de febrero, por los mismos delitos por los cuales acusaban a Leopoldo. Si no hay pruebas contra Leopoldo, o las que hay han sido falsificadas, mucho menos hay en mi contra. Ninguno de los testigos que se presentaron en el caso de Leopoldo hace mención a mi nombre en ninguno de los hechos. En la sentencia final contra Leopoldo, tampoco me mencionan como responsable de nada, ni siquiera de lo que ellos llaman el delito de asociación para delinquir. Con estas revelaciones, lo único que procede es dejar sin efeto mi orden de captura, porque no hay elementos de convicción para mantenerla.
¿Cree que la justicia venezolana va a anularla?
El fiscal ratifica algo que hemos venido denunciando tanto en Venezuela como internacionalmente: existe una política de Estado generalizada, sistemática, para violar los DD.HH. y perseguir a quien piensa distinto en Venezuela. Revela también que el clan de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello utiliza el poder judicial para llevar a cabo esta persecución. Los jueces y fiscales en Venezuela son víctimas de ese sistema. No existe ningún tipo de poder judicial ni independencia que nos pueda garantizar un ejercicio imparcial de la justicia. Sin embargo, hago un llamado a los jueces y fiscales para que no se presten a ese juego, porque al final están siendo también presos del Estado. Sólo esa voluntad decidida de jueces y fiscales puede ir desnudando un sistema perverso y buscando tener justicia para nosotros y los otros presos políticos. Así que no espero la anulación de las medidas en nuestra contra, pero hago un llamado para que eso ocurra.
A muchos les genera curiosidad que el fiscal haga estas revelaciones justo después de la condena a López y ad portas de las elecciones del 6 de diciembre. ¿Qué opina?
Lo que el fiscal ha dicho es que, una vez dictada la sentencia, él toma la decisión para dejar testimonio de todo lo que fue ese juicio. Él reconoce que ha cometido violaciones a los DD.HH. y que existe una responsabilidad. Ha manifestado frente a la familia de López su arrepentimiento. Por mi parte, no guardo odio ni rencor. Ese tipo de división y confrontación es lo que nos ha llevado a la Venezuela que hoy tenemos y la única forma de reconstruir este país es buscando el reencuentro de los venezolanos. Ahora, insisto en que esto tiene que servir para que exista una reflexión de conciencia en los distintos jueces y fiscales que hacen parte del sistema judicial en Venezuela, será con las decisiones que tomen que podamos liberarnos de un sistema que ha saqueado al país y que ha metido a Venezuela en la peor crisis de sus historia republicana.
Vemos que se ha ampliado y prorrogado el estado de excepción. ¿Qué va a pasar con las elecciones del 6 de diciembre?
El estado de excepción hace parte de un conjunto de medidas para generar las condiciones para que el proceso electoral le sea más favorable al Gobierno. El estado de excepción ha permitido militarizar ciertas zonas y no permitirles a nuestros candidatos hacer campañas de manera libre, porque hay restricción a derechos políticos, a manifestaciones, a asambleas. Eso genera mucha intimidación y miedo en la población. Además, han prohibido a diez líderes políticos de oposición participar en ese proceso electoral. Yo soy uno de ellos, sacado de las listas por una decisión arbitraria del Consejo Nacional Electoral (CNE). También se ha prohibido la observación internacional y se siguen controlando los medios de comunicación. Hay una política para perturbar el escenario electoral y se ha profundizado.
No descarto ningún escenario, pero puedo decir que hay una alerta roja: no se está desarrollando un proceso electoral en condiciones justas ni libres para los venezolanos. Insisto en llamar a la comunidad internacional a que nos apoye para que este proceso se conduzca en paz y democracia.
¿Entonces ya no es candidato?
No. Yo compito por el mismo puesto de Diosdado Cabello. Mi candidatura fue aceptada el 11 de agosto, luego apareció misteriosamente un recurso que la impugnaba, ya cuando se habían pasado todos los plazos para impugnarla. La impugnación coincidió con la decisión política de acelerar el juicio contra Leopoldo y condenarlo. Fueron unas líneas estratégicas del Gobierno para sacarnos del juego político. Me tuvieron que sacar, porque había una victoria clara de nuestra candidatura frente a la de Diosdado Cabello. Ahora trabajamos para que se anule nuestra orden de captura y se nos permita participar y en mi caso derrotar a Cabello. El mensaje es que, independientemente de lo que pase con nuestra candidatura, la única respuesta es salir masivamente a votar para derrotar a los candidatos del fracaso, sobre todo a Cabello, que ha sido símbolo del desastre y el autoritarismo.
¿En qué consiste la impugnación de su candidatura?
Mi candidatura fue aceptada y cumplía los requisitos que exige la Constitución venezolana. La única posibilidad de que no pueda ser candidato es que exista una sentencia penal definitiva, este no es mi caso. El argumento inconstitucional que utilizaron fue que supuestamente mi candidatura era un fraude a la ley, porque supuestamente mi intención de postularme no era representar a mi estado y mis electores, sino tener inmunidad parlamentaria para que no me pudieran meter preso, dado que existe la orden de captura. Primero, eso no está en la Constitución. Segundo, siempre la justicia me puede alcanzar, porque la inmunidad parlamentaria no es absoluta. Lo que vemos, otra vez, es la política sistemática de violación a los DD.HH., además del miedo que tiene Cabello de enfrentarse conmigo en las urnas. Los números dicen que ganamos la elección y él no quiere permitirlo. Fue un acto de miedo de Diosdado Cabello escondido tras las faldas del poder electoral para sacarme del juego político. Lo curioso es que ahora aparece el fiscal con sus revelaciones sobre la falsedad de mi orden de captura. Por eso solicitamos que se nos permita participar en las elecciones.
¿Qué sabe hoy de Leopoldo López?
Está más firme que nunca. Lo del fiscal ratifica lo que él y muchos otros venimos diciendo: que Leopoldo es un perseguido político, un preso de conciencia. Incluso la comunidad internacional así lo reconoce. Por eso, la petición que él y todos nosotros hacemos es que Leopoldo López no puede estar un minuto más detenido. Estamos impulsando todos los esfuerzos para buscar el cambio el 6 de diciembre a través del proceso electoral. En eso está el y yo también. Respecto al fiscal, la familia de López ha dicho, con un gesto humano de grandeza, que si su arrepentimiento es sincero, lo perdonan.
¿Cuál es el cambio que necesita Venezuela?
Los sondeos nos dan la favorabilidad y además muestran que el 82 % del país rechaza la gestión de Maduro. No ve futuro con él, no tiene confianza. Nuestra prioridad para conducir ese cambio estará en tres niveles: una propuesta que permita superar la crisis económica. Este año estamos cerrando con una inflación del 200 % y el año que viene será más alto. Si no atendemos eso, el conflicto social va a ser más agudo y peligroso. Segundo, la seguridad: necesitamos una agenda que nos permita cuidar el derecho a la vida y unas leyes que garanticen mejor seguridad a los venezolanos. Tercero, el rescate de las instituciones democráticas del país, devolver el foro democrático para que tengamos un equilibrio de poderes y utilizar la Asamblea con el fin de proteger la pluralidad política, donde se persigan a los responsables del robo de recursos, donde se puedan nombrar personas en las instituciones que puedan generar un equilibrio y que le respondan a los venezolano y no a la élite corrupta que está en el poder.