Una curiosa tecnología implementada en drones, que empezó queriendo identificar y combatir plagas de langostas en el desierto, terminó siendo una útil herramienta para ayudar a salvar inmigrantes a la deriva en el mar Mediterráneo.
Se trata de la fundación de la empresa catalana Hemav desarrolló estos drones, que, a través del proyecto 'Freeda', serán usados por la ONG Proactiva Open Arms en sus misiones en el mar Mediterráneo para optimizar el salvamento de vidas.
El proyecto permitirá duplicar el área controlada, reducir el tiempo de detección de barcas a la deriva, y, en conjunto, disminuir los naufragios, explicó hoy el presidente de la fundación, Alex Gomar.
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En el primer trimestre de 2018, 22.000 personas han llegado a Europa a través del Mediterráneo y 606 han fallecido en el intento, según la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), y Proactiva Open Arms ha llevado a cabo el 13,3 % del total de rescates marítimos en la zona.
"El dron tiene la capacidad de detectar embarcaciones y personas mediante sensores térmicos y, una vez localizado el objetivo, envía instantáneamente imágenes al barco base donde se toman las decisiones de actuación", detalló el coordinador del proyecto, Sergi Tres.
Gomar señaló: "La tecnología dron se utiliza a menudo con usos militares y bélicos, pero nosotros creemos en su uso para fines civiles, que pueden aportar mucho más a la sociedad". Luego, agregó que los drones son "una innovación en el mundo aeronáutico totalmente transformadora para hacer bondades".
De ahí las dos iniciativas presentadas hoy en Barcelona. Por un lado la destinada a los inmigrantes y por otro la erradicación de las plagas de langostas, llamada 'Locust' y que cuenta con la colaboración de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y está siendo financiado a través de una campaña de micromecenazgo.
Los drones facilitarán el control de "zonas remotas, peligrosas e inaccesibles" para detectar las langostas "en fases tempranas", permitiendo "la identificación y control de focos de plagas".
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Hemav Foundation, la única empresa del mundo proveedora de tecnología para luchar contra dichas plagas, ya ha llevado a cabo una misión en el desierto de Mauritania, para probar los drones en "condiciones reales", y espera poder iniciar otra en septiembre ya con el objetivo de combatir las langostas.
El proyecto está previsto que se implante inicialmente en la zona del noreste de África, incluyendo Marruecos y Mauritania, para después transferir la experiencia a la parte noreste, a Egipto y otros países de la zona.
Durante la plaga que afectó al norte de África entre 2003 y 2005, se produjeron pérdidas de hasta el 100 % en cereales, 90 % en legumbres y 85 % de pastos, y se necesitaron aproximadamente 570 millones de dólares y 13 millones de litros de pesticida para hacerle frente.
Hemav es una entidad sin ánimo de lucro de la empresa española Hemav, una start-up fundada por siete jóvenes ingenieros aeronáuticos en 2012 que, en sólo seis años, se ha erigido como la cuarta mayor operadora de drones del mundo y en 2014 batió el récord histórico de micromecenazgo en España, ya que alcanzó los 450.000 euros (524.000 dólares) en su primera ronda de inversión.