EE.UU pide a Kenia que acoja a refugiados hasta que la paz llegue a Somalia

 El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, pidió hoy a Kenia que siga acogiendo a refugiados somalís en el campamento de Dadaab, muy cerca de la frontera, hasta que la paz llegue a ese país vecino y los desplazados puedan volver voluntariamente, de forma digna y con seguridad.

Kerry trasladó esta petición al presidente keniano, Uhuru Kenyatta, durante su visita oficial a Nairobi, que precede a la que hará en julio el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

"Tenemos un gran desafío, no solo Kenia, sino toda la comunidad internacional, para conseguir que los refugiados somalís vuelvan a su país de manera voluntaria, con dignidad y seguridad", afirmó Kerry en rueda de prensa.

Actualmente, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) mantiene una disputa con las autoridades kenianas sobre el futuro del campamento de Dadaab, donde se alojan más de 400.000 somalís.

El Gobierno lo quiere desmantelar por considerar que se trata de un lugar de reclutamiento del grupo yihadista Al Shabab.

Kerry reconoció que la llegada de un gran número de refugiados somalís a Kenia es una "preocupación" para el país, especialmente tras el atentado en la Universidad de Garissa en el que murieron al menos 148 personas el pasado 2 de abril.

Sin embargo, insistió en que "Dadaab tiene que seguir abierto hasta que los refugiados puedan volver a sus países, cuando termine el conflicto en Somalia".

"Kenia debería sentirse orgullosa de ayudar a esta gente que huye de sus países", apeló Kerry, que se ha reunido con algunos de los refugiados y conocido sus "emotivas" historias.

Al mismo tiempo, recordó que también Kenia necesita asistencia internacional y solidaridad para hacer frente a los miles de refugiados que cruzan sus fronteras huyendo de la violencia y la hambruna en Somalia.

En este sentido, anunció que EEUU otorgará una ayuda adicional de 45 millones de dólares a ACNUR para que pueda financiar las operaciones del campamento y mejorar las condiciones básicas de los desplazados.

Además, reiteró el compromiso de su Gobierno de apoyar a Kenia en su lucha contra el terrorismo de Al Shabab, que desde abril de 2013 ha matado a más de 400 personas en este país en represalia a la presencia de su Ejército en Somalia. Kenia "está ayudando a lograr la paz y la democracia" en Somalia, aseguró.

También aprovechó su visita para rendir homenaje a las más de 200 víctimas del atentado de Al Qaeda contra la embajada estadounidense en Nairobi en 1998, el mayor ataque terrorista de la historia de Kenia.

En el Memorial Park de la capital keniana, Kerry aseguró que los responsables de este atentado "perdieron por completo".

"No podemos cambiar las muertes, pero podemos defendernos", agregó el jefe de la diplomacia estadounidense, que realizó una ofrenda floral y conversó con algunos de los supervivientes del ataque.

Desde ayer, Kerry se ha reunido con líderes del Gobierno y de la oposición, así como con ONG y representantes de la sociedad civil, para abordar asuntos como la cooperación en materia de seguridad y derechos humanos.
Con esta visita, y con la que emprenderá Obama en julio, EEUU pretende reforzar las relaciones con Kenia, debilitadas después de que Kenyatta fuera imputado por la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de lesa humanidad.

La situación parece haber cambiado después de que la CPI retirara los cargos a finales del pasado año alegando no tener pruebas suficientes para juzgar a Kenyatta.

Kerry continuará mañana su gira por África en Yibuti, con lo que se convertirá en el primer jefe de la diplomacia estadounidense de la historia en visitar ese país.

Allí se reunirá con sus líderes para abordar, entre otros asuntos, la evacuación de civiles afectados por el conflicto de Yemen.

 El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, pidió hoy a Kenia que siga acogiendo a refugiados somalís en el campamento de Dadaab, muy cerca de la frontera, hasta que la paz llegue a ese país vecino y los desplazados puedan volver voluntariamente, de forma digna y con seguridad.

Kerry trasladó esta petición al presidente keniano, Uhuru Kenyatta, durante su visita oficial a Nairobi, que precede a la que hará en julio el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

"Tenemos un gran desafío, no solo Kenia, sino toda la comunidad internacional, para conseguir que los refugiados somalís vuelvan a su país de manera voluntaria, con dignidad y seguridad", afirmó Kerry en rueda de prensa.

Actualmente, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) mantiene una disputa con las autoridades kenianas sobre el futuro del campamento de Dadaab, donde se alojan más de 400.000 somalís.

El Gobierno lo quiere desmantelar por considerar que se trata de un lugar de reclutamiento del grupo yihadista Al Shabab.

Kerry reconoció que la llegada de un gran número de refugiados somalís a Kenia es una "preocupación" para el país, especialmente tras el atentado en la Universidad de Garissa en el que murieron al menos 148 personas el pasado 2 de abril.

Sin embargo, insistió en que "Dadaab tiene que seguir abierto hasta que los refugiados puedan volver a sus países, cuando termine el conflicto en Somalia".

"Kenia debería sentirse orgullosa de ayudar a esta gente que huye de sus países", apeló Kerry, que se ha reunido con algunos de los refugiados y conocido sus "emotivas" historias.

Al mismo tiempo, recordó que también Kenia necesita asistencia internacional y solidaridad para hacer frente a los miles de refugiados que cruzan sus fronteras huyendo de la violencia y la hambruna en Somalia.

En este sentido, anunció que EEUU otorgará una ayuda adicional de 45 millones de dólares a ACNUR para que pueda financiar las operaciones del campamento y mejorar las condiciones básicas de los desplazados.

Además, reiteró el compromiso de su Gobierno de apoyar a Kenia en su lucha contra el terrorismo de Al Shabab, que desde abril de 2013 ha matado a más de 400 personas en este país en represalia a la presencia de su Ejército en Somalia. Kenia "está ayudando a lograr la paz y la democracia" en Somalia, aseguró.

También aprovechó su visita para rendir homenaje a las más de 200 víctimas del atentado de Al Qaeda contra la embajada estadounidense en Nairobi en 1998, el mayor ataque terrorista de la historia de Kenia.

En el Memorial Park de la capital keniana, Kerry aseguró que los responsables de este atentado "perdieron por completo".

"No podemos cambiar las muertes, pero podemos defendernos", agregó el jefe de la diplomacia estadounidense, que realizó una ofrenda floral y conversó con algunos de los supervivientes del ataque.

Desde ayer, Kerry se ha reunido con líderes del Gobierno y de la oposición, así como con ONG y representantes de la sociedad civil, para abordar asuntos como la cooperación en materia de seguridad y derechos humanos.
Con esta visita, y con la que emprenderá Obama en julio, EEUU pretende reforzar las relaciones con Kenia, debilitadas después de que Kenyatta fuera imputado por la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de lesa humanidad.

La situación parece haber cambiado después de que la CPI retirara los cargos a finales del pasado año alegando no tener pruebas suficientes para juzgar a Kenyatta.

Kerry continuará mañana su gira por África en Yibuti, con lo que se convertirá en el primer jefe de la diplomacia estadounidense de la historia en visitar ese país.

Allí se reunirá con sus líderes para abordar, entre otros asuntos, la evacuación de civiles afectados por el conflicto de Yemen.