EE.UU. y Catar refuerzan alianza contra el Estado Islámico
En el encuentro, celebrado entre el presidente Barack Obama y el emir de Catar - Tamim bin Hamad Al Zani-, se afianzó además el apoyo a la oposición siria.
EFE
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el emir de Catar, Tamim bin Hamad Al Zani, reforzaron este martes el compromiso compartido de "derrotar" al grupo yihadista Estado Islámico (EI), al igual que el apoyo de ambos países a la oposición moderada en Siria.
La visita del emir a la Casa Blanca fue la primera desde su ascenso al poder tras la abdicación de su padre, el jeque Hamad bin Jalifa al Zani, en junio de 2013.
"Ambos estamos comprometidos con asegurar que el EI es derrotado" y con garantizar que en Irak haya "una oportunidad para todos" sus ciudadanos de "vivir juntos en paz", subrayó Obama tras su reunión con el emir en el Despacho Oval.
Obama destacó que Catar es un "socio fuerte" de Estados Unidos en la coalición internacional creada para atacar con bombardeos aéreos las posiciones de los yihadistas en Irak y Siria, y agradeció al emir por la cooperación.
"Todos estamos preocupados sobre lo que está pasando en nuestra región", comentó, por su parte, ante los periodistas el emir, que abogó por una lucha global contra los "grupos terroristas" como el EI.
Los dos líderes dialogaron también sobre la guerra civil en Siria, que sigue preocupando "profundamente" tanto a EE.UU. como a Catar, según Obama.
"Vamos a seguir apoyando a la oposición moderada allí y seguimos creyendo que no será posible estabilizar plenamente ese país" hasta la marcha de su presidente, Bachar Al Asad, quien "ha perdido legitimidad", afirmó el mandatario estadounidense.
Catar, Turquía y Arabia Saudí han ofrecido su apoyo a Estados Unidos para acoger campos de entrenamiento de la oposición moderada, muy debilitada y fragmentada tras más tres años de guerra contra el régimen de Asad.
El plan de Estados Unidos es entrenar a 5.000 rebeldes sirios, mantener su campaña de bombardeos aéreos conjuntos contra el EI y asistir y entrenar a las Fuerzas Armadas iraquíes para presionar así en dos frentes a los extremistas islámicos, que han ocupado zonas en Siria e Irak.
Obama también se refirió a la situación en Libia y Yemen, donde dijo que hay en estos momentos una "agitación significativa", y destacó la "creencia compartida" con el emir de tratar de buscar soluciones políticas, reducir las "tensiones sectarias" y "aislar a los extremistas violentos".
La reciente intervención militar egipcia contra el EI en Libia creó malestar en la Liga Árabe y en los países del Consejo de Cooperación del Golfo, compuesto por las seis monarquías de la región lideradas por Arabia Saudí.
En una reunión promovida por la Liga Árabe, el delegado egipcio acusó a Catar de "apoyar el terrorismo" en alusión al suministro de armas y de medios financieros que donantes de ese país proporcionan al EI.
No obstante, las monarquías del Golfo, a pesar de sus diferencias internas en relación al apoyo a los Hermanos Musulmanes o a los grupos yihadistas, han mostrado su apoyo a Catar.
Ni Obama ni el emir, que no aceptaron preguntas de los periodistas tras su reunión, hablaron de las recientes informaciones sobre un supuesto nuevo proceso de negociaciones en Catar entre el Gobierno de EE.UU. y los talibanes afganos para alcanzar un compromiso de paz.
Tanto los talibanes afganos como Estados Unidos han negado en los últimos días que se hayan mantenido o se vayan a iniciar negociaciones en Catar.
Tampoco hubo ninguna alusión al acuerdo de mayo pasado, por el que el Gobierno de Obama intercambió a cinco mandos talibanes presos durante más de una década en la base naval de Guantánamo (Cuba) a cambio del sargento estadounidense Bowe Bergdahl.
Los cinco talibanes se encuentran en Catar bajo estrecha vigilancia de los servicios secretos, lo que no evitó que, al menos, uno de ellos haya intentado volver a implicarse en actividades terroristas.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el emir de Catar, Tamim bin Hamad Al Zani, reforzaron este martes el compromiso compartido de "derrotar" al grupo yihadista Estado Islámico (EI), al igual que el apoyo de ambos países a la oposición moderada en Siria.
La visita del emir a la Casa Blanca fue la primera desde su ascenso al poder tras la abdicación de su padre, el jeque Hamad bin Jalifa al Zani, en junio de 2013.
"Ambos estamos comprometidos con asegurar que el EI es derrotado" y con garantizar que en Irak haya "una oportunidad para todos" sus ciudadanos de "vivir juntos en paz", subrayó Obama tras su reunión con el emir en el Despacho Oval.
Obama destacó que Catar es un "socio fuerte" de Estados Unidos en la coalición internacional creada para atacar con bombardeos aéreos las posiciones de los yihadistas en Irak y Siria, y agradeció al emir por la cooperación.
"Todos estamos preocupados sobre lo que está pasando en nuestra región", comentó, por su parte, ante los periodistas el emir, que abogó por una lucha global contra los "grupos terroristas" como el EI.
Los dos líderes dialogaron también sobre la guerra civil en Siria, que sigue preocupando "profundamente" tanto a EE.UU. como a Catar, según Obama.
"Vamos a seguir apoyando a la oposición moderada allí y seguimos creyendo que no será posible estabilizar plenamente ese país" hasta la marcha de su presidente, Bachar Al Asad, quien "ha perdido legitimidad", afirmó el mandatario estadounidense.
Catar, Turquía y Arabia Saudí han ofrecido su apoyo a Estados Unidos para acoger campos de entrenamiento de la oposición moderada, muy debilitada y fragmentada tras más tres años de guerra contra el régimen de Asad.
El plan de Estados Unidos es entrenar a 5.000 rebeldes sirios, mantener su campaña de bombardeos aéreos conjuntos contra el EI y asistir y entrenar a las Fuerzas Armadas iraquíes para presionar así en dos frentes a los extremistas islámicos, que han ocupado zonas en Siria e Irak.
Obama también se refirió a la situación en Libia y Yemen, donde dijo que hay en estos momentos una "agitación significativa", y destacó la "creencia compartida" con el emir de tratar de buscar soluciones políticas, reducir las "tensiones sectarias" y "aislar a los extremistas violentos".
La reciente intervención militar egipcia contra el EI en Libia creó malestar en la Liga Árabe y en los países del Consejo de Cooperación del Golfo, compuesto por las seis monarquías de la región lideradas por Arabia Saudí.
En una reunión promovida por la Liga Árabe, el delegado egipcio acusó a Catar de "apoyar el terrorismo" en alusión al suministro de armas y de medios financieros que donantes de ese país proporcionan al EI.
No obstante, las monarquías del Golfo, a pesar de sus diferencias internas en relación al apoyo a los Hermanos Musulmanes o a los grupos yihadistas, han mostrado su apoyo a Catar.
Ni Obama ni el emir, que no aceptaron preguntas de los periodistas tras su reunión, hablaron de las recientes informaciones sobre un supuesto nuevo proceso de negociaciones en Catar entre el Gobierno de EE.UU. y los talibanes afganos para alcanzar un compromiso de paz.
Tanto los talibanes afganos como Estados Unidos han negado en los últimos días que se hayan mantenido o se vayan a iniciar negociaciones en Catar.
Tampoco hubo ninguna alusión al acuerdo de mayo pasado, por el que el Gobierno de Obama intercambió a cinco mandos talibanes presos durante más de una década en la base naval de Guantánamo (Cuba) a cambio del sargento estadounidense Bowe Bergdahl.
Los cinco talibanes se encuentran en Catar bajo estrecha vigilancia de los servicios secretos, lo que no evitó que, al menos, uno de ellos haya intentado volver a implicarse en actividades terroristas.