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“Soy inmensamente feliz”, decía el mensaje que envió Ruffus Gifford, director de finanzas de la campaña de reelección de Barack Obama este miércoles por la noche. “Si usted está orgulloso de su presidente, no lo dude más, este es un gran momento para donar a su campaña”.
La invitación no fue en vano. Tan sólo habían pasado noventa minutos desde el histórico, y para muchos calculado pronunciamiento del presidente Barack Obama sobre su apoyo frontal al matrimonio homosexual, para que donantes de todos los rincones del país comenzaran a llegar en manada. Un millón de dólares en menos de dos horas marcaba una cifra récord, al igual que el éxito rotundo de la última movida política del candidato presidente de los Estados Unidos.
Para los demócratas no era ningún misterio y menos para la campana de Obama el hecho de que un gran sector de donantes de la comunidad gay en Estados Unidos, parte fundamental para ganar las elecciones, seguía molesto y reacio a vaciar sus bolsillos en su campaña. El hecho de que la administración actual no siguiera adelante con una orden ejecutiva que prohíba todo tipo de discriminación sexual por parte de contratistas estatales, mantenía hasta este miércoles los grifos de dinero prácticamente a cuentagotas.
La situación no era tan favorable como en 2008. El cordón umbilical con Wall Street, que tantos millones trajo a la pasada campaña, había colapsado después de los intentos del presidente por poner a la banca en cintura y de llevarlos, aunque sea en el papel, a responder por el descalabro financiero de 2007. De igual forma, otro sector fundamental para las finanzas de su campaña seguía en total desencanto. La constante presión de Obama contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, por su postura con Palestina mantiene de igual forma al club de millonarios pro israelíes girando robustos cheques al Partido Republicano.
Es por esto y conociendo los reportes que confirman que uno de cada seis de los grandes donantes de su campaña es gay, la misión para Obama se convirtió en asegurar lo antes posible la cercanía con este sector, el cual hasta el día de hoy ha donado US$104 millones, según la Comisión Federal Electoral, tan sólo una cuarta parte comparado con 2008.
Fuentes cercanas a la Casa Blanca confirman la teoría que la idea de hacer el anuncio sobre el apoyo frontal del presidente al matrimonio homosexual se tenía prevista para las postrimerías de la Convección Nacional Demócrata de Charlotte, Carolina del Norte, en septiembre. El objetivo era recuperar a escasas semanas de las justas electorales las bases progresistas así como el beneplácito y entusiasmo del voto joven, aquel que lo llevó a apoderarse de la Oficina Oval en 2008.
Sin embargo, la impertinencia del vicepresidente Joseph Biden, cuando en entrevista con la prensa dijo que estaba totalmente de acuerdo con el matrimonio entre personas del mismo sexo, llevó a la campaña de Obama a adelantar el pronunciamiento y así capitalizarlo política y financieramente, explica John Nichols, analista político de The Nation.
Bill Burton, vocero de Priorities USA Action, uno de los tantos grupos de acción político, conocidos como Super PAC, asegura que no hay duda de la importancia de esta decisión. “De un día a otro el entusiasmo de un gran sector del electorado volvió a conectarse con la campaña de Obama, esto se está traduciendo en millones de dólares en donaciones, no sólo de gente gay, sino de todo tipo de personas”.
Los resultados no paran de comprobar lo dicho por Burton, en la noche del jueves se rompió otro récord en materia de recolección de fondos. Fueron US$15 millones los que se recaudaron en una gala en la casa del actor George Clooney, a la cual asistió la plana mayor de Hollywood y del Silicon Valley, quien al igual que el 57% de los americanos, según el Pew Research Center, está a favor de la legalización del matrimonio homosexual.
Tan es así el momento que se siente en las toldas de la campaña de Obama a través de su comité de finanzas y recolección de fondos exclusivo para la comunidad LGBT, que se preparan dos gigantescas reuniones en el mes de junio, una en Los Ángeles y otra en Nueva York, la cual espera reunir a más de 2.000 donantes, en lo que ya se pronostica como la que podría ser la mayor recolección de esta temporada electoral.
Sin embargo, no todo está escrito sobre el voto LGBT a favor de Obama, explica Josh Patterson, un joven activista de la comunidad gay en Nueva York. “Este anuncio del presidente sobre su apoyo al matrimonio homosexual no es más que un saludo a la bandera; si su decisión fuera más política que electoral estaría hablando de una orden ejecutiva para legalizar el matrimonio gay a nivel federal y no dejarlo como hasta ahora, a la voluntad de los estados”. No obstante, para Patterson, quien asegura que no ve otra opción a Obama, la derogación de la ley que no permitía a homosexuales ejercer abiertamente en el ejército, así como la ley que sancionó en contra de los crímenes de odio sexual es suficiente para volverle a entregar su voto.
Por su parte, el candidato republicano, Mitt Romney, quien está a favor de una enmienda constitucional que prohíba el matrimonio homosexual a nivel federal, dijo en un entrevista que no convertirá este tema en un foco para recaudar fondos ni mucho menos para movilizar a su base. “Por más que Obama quiera desviar la atención, es el estado de la economía la que definirá las próximas elecciones”, dijo en entrevista a Fox News.
Por ahora habrá que esperar qué deparará esta movida política en relación con el voto afroamericano, el cual, según las encuestas, está 55% en contra de la legalidad de estas uniones, así como de su impacto en estados decisivos como Ohio, Colorado, Nevada, Virginia y Carolina del Norte, donde las uniones homosexuales siguen siendo rechazadas mayoritariamente, concluye Nichols.
Reacciones al anuncio
‘‘No estoy a favor de las uniones entre personas del mismo sexo: el matrimonio es por definición una relación entre un hombre y una mujer”.
Mitt Romney, candidato republicano.
‘‘Es un giro fundamental en la historia de los derechos cívicos la posición del presidente Obama respecto a los derechos civiles de los homosexuales”.
Michael Bloomberg, alcalde de NY.
‘‘Rezo por el presidente para que tanto él como su administración actúen para proteger el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer”.
Timothy Dolan, cardenal.
‘‘Estoy decepcionado con el apoyo del presidente al matrimonio entre homosexuales, pero no sorprendido, él piensa con el corazón”.
Joel Hunter, consejero espiritual de Obama.