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El aborto legal podría ser una realidad en Argentina

Desde hace casi 100 años las mujeres argentinas están sometidas a una ley que penaliza el aborto en casi todos los casos. El Congreso tiene en sus manos un proyecto de ley que pretende legalizar el aborto hasta la semana 14 de gestación. Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina, dice que es probable que el proyecto se convierta en ley.

María Paula Ardila
20 de noviembre de 2020 - 12:59 p. m.
Desde 2005 la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, una coalición de organizaciones no gubernamentales de todo el país, presentó diferentes iniciativas para exigir “educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir”.
Desde 2005 la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, una coalición de organizaciones no gubernamentales de todo el país, presentó diferentes iniciativas para exigir “educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir”.
Foto: AFP - JUAN MABROMATA

El presidente Alberto Fernández cumplió su promesa de campaña. El martes 17 de noviembre envió al Congreso argentino un proyecto de ley que busca legalizar la Interrupción Voluntaria del Embarazo hasta la semana 14 de gestación; una iniciativa que ha intentado pasar al menos nueve veces por el Parlamento.

De ahí que las mujeres siguen sometidas a un Código Penal que está a punto de cumplir 100 años y que penaliza el aborto hasta con 15 años de cárcel, salvo en casos de violación o cuando la vida de la mujer está en riesgo. La gran pregunta es si esta vez los congresistas le darán vía libre al reclamo histórico de las mujeres argentinas por sus derechos sexuales y reproductivos.

La última batalla por legalizar el aborto fue en 2018 cuando la Cámara de Diputados se pintó de verde. Decenas de miles de mujeres y feministas celebraron la decisión de los diputados que con 129 votos a favor, 125 en contra y una abstención, sentaron un precedente histórico en la nación. Sin embargo, la propuesta fracasó en el Senado: la votación terminó 38 a 31 con dos abstenciones; una decisión que obligó a las mujeres a seguir optando por abortos clandestinos.

Ver más: Miles de mujeres claman por legalizar el aborto frente al Congreso argentino

“En 2016, 39.025 mujeres y niñas en Argentina fueron internadas en hospitales públicos por problemas de salud ocasionados por abortos espontáneos o de otro tipo. El 16 % de ellas, o 6.164, eran niñas y adolescentes entre 10 y 19 años”, informó Human Rights Watch (HRW) en un informe emitido en agosto de este año.

“La criminalización del aborto de nada ha servido. Cifras preocupantes muestran que cada año se hospitalizan unas 38.000 mujeres por abortos mal practicados y desde el regreso de la democracia (1983) murieron mas de 3.000”, argumentó Alberto Fernández a favor de la Interrupción Legal del Embarazo (ILE).

La preocupación por las consecuencias del aborto clandestino en el país no es nueva. Incluso, desde 2005 la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, una coalición de organizaciones no gubernamentales de todo el país, presentó diferentes iniciativas para exigir “educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir”.

Ver más: Movimiento feminista Wayuu pide despenalizar el aborto

El proyecto de ley inicial pretendía legalizar el aborto por cualquier motivo dentro de las primeras 12 semanas de embarazo. Pero desde ese momento grupos conservadores y religiosos han hecho valer su poder en el legislativo para bloquear el debate. ¿Puede el Senado dejar nuevamente en veremos la despenalización del aborto?

Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina, en diálogo con El Espectador explicó que es muy probable que la legalización del aborto en Argentina sea una realidad. “La movida política es bien interesante porque este es un gobierno peronista, y si mandaron un proyecto de ley con la fuerza del poder ejecutivo es porque tienen negociada políticamente esa aprobación”. De ahí que el escenario no es el mismo que en 2018.

“Hace dos años el presidente Mauricio Macri no mandó un proyecto propio. Habilitó un debate, un proyecto, que era de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, y él dijo que no estaba a favor y no hizo nada para que ese proyecto resultara. Esta vez es distinto, nadie manda un proyecto propio si sabe que lo va a perder”, explicó.

Belski agregó que a pesar de que el Senado no aprobó la legalización en 2018, esa discusión en Argentina fue fundamental para generar nuevos movimientos juveniles que se apropiaron de la causa a favor del aborto. Dice que esto puede generar un nuevo debate en América Latina y abrir la discusión sobre la legalización en diferentes países de la región.

Ver más: Supersalud ha recibido 57 quejas por demoras para abortos en 2020

“El aborto se hablaba en las escuelas, en los bailes, y en la casa. Las actrices, escritoras y periodistas se apropiaron de la causa proaborto. Incluso, en Argentina no había una movilización provida consolidada y surgió el movimiento celeste”, dijo Belski.

En 2018 el debate desató dos mareas multitudinarias de activistas en las calles, una “verde” a favor y otra identificada como “celeste” en contra. Fueron la iglesia católica y la evangélica las que comandaron los rechazos, en tanto que el Congreso también se dividió al margen de las pertenencias a partidos de gobierno o de oposición.

El proyecto de los mil días

Además de promover la legalización del aborto, Fernández propuso una iniciativa que apunta a garantizar la atención y el cuidado de la salud de la mujer embarazada y la de sus hijos hasta los tres primeros años de vida.

“Con este proyecto el presidente le está hablando a los provida. La iniciativa propone un acompañamiento del estado hasta los tres años de edad del hijo con dinero. Esto también es una estrategia política interesante para los legisladores que están en contra del aborto”, dijo Belski. Agrega que esta es una apuesta del presidente para generar consenso en ambas partes.

¿Qué faltaría para que el proyecto sea aprobado?

El proyecto ingresa por la Cámara de Diputados donde tendrá su primer debate. Todo parece indicar que los números alcanzan para aprobar la iniciativa, tal como sucedió en 2018. El paso puede ser más complicado en el Senado, pues los votos podrían no ser suficientes para asegurar que el proyecto se transforme en ley. “Cristina Fernández de Kirchner tiene que manejar los hilos en el Senado. De ella va a depender en gran medida lo que ocurra en la cámara alta”, dijo Belski.

“Si llega a pasar el proyecto, es probable que los provida vayan a plantear la inconstitucionalidad”, dijo la directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina. Agregó que de ser aprobado, todavía queda un largo camino para su implementación. “Por ejemplo, hay médicos que no quieren hacer abortos y la ley habla de la objeción de conciencia personal pero no de la institucional. Habría que revisar ese tipo de discusiones”, concluyó.

Se espera que ambas leyes sean tratadas en sesiones extraordinarias después del 30 de noviembre.

Con información de Afp*

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Ivo(74886)20 de noviembre de 2020 - 02:24 p. m.
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