El atentado terrorista en Túnez que hoy enluta a una familia de colombianos

 Era un chico "muy agradable, estudioso, amaba su familia". Esto fue lo que expresó en entrevista con medios australianos un amigo de Javier Camelo, uno de los colombianos fallecidos en medio del atentado de Túnez. Se trata del joven que acompañaba al general (r ) José Arturo Camelo y a su madre, Myriam Martínez, quien también falleció. El atentado terrorista en el museo del Bardo tocó a esta familia de colombianos y hoy también enluta a las de los demás fallecidos, 23 según los últimos datos entregados por el gobierno tunecino. (Vea: ¿Quién está detrás del ataque?)

El amigo de Camelo, que fue compañero de éste en la Universidad de Sídney, recordó que el joven de 28 años "era un joven muy guapo, muy tranquilo. Le gustaba estudiar y por eso hizo su MBA (máster en administración de empresas)", agregó la cadena local ABC.

En una de sus últimas fotos publicadas en su página de Facebook, Camelo aparece junto a sus progenitores en la ciudad italiana de Palermo. El joven colombiano, que también tenía nacionalidad australiana, decidió emprender un crucero junto con sus padres por el mar Mediterráneo para celebrar el fin de un máster que realizó en administración de empresas.

Es el primer atentado, atribuido en primera instancia al Estado Islámico (que desde hace dos meses llegó a Libia y amenaza con extenderse a otros países), en el que resultan afectados colombianos, una muestra, quizá, de que el terrorismo toca al mundo entero. 

Y es que según cifras de inteligencia, de Túnez ha salido el mayor número de integrantes extranjeros del Estado Islámico (2.500). Además, el país es clave para extender el califato que pretende establecer el grupo terrorista. Según la prensa inglesa, el EI difundió un documento en el que detalla su estrategia y sus planes geopolíticos, en los que Túnez es clave.

La Cancillería ya inició el trámite para repatriar los cuerpos de los dos colombianos. De hecho, representantes de Colombia en las Embajadas en Argelia y España, ya se encuentran en Túnes, buscando estar en permanente contacto con el general sobreviviente y con sus familiares.

Las que prometían ser unas vacaciones tranquilas en el Mediterráneo se convirtieron este miércoles en una tragedia para un grupo de turistas que viajaban a bordo de un buque de la empresa Costa Cruceros. Según informó la compañía, algunos pasajeros del buque Costa Fascinosa, con más de 3.000 ocupantes a bordo, decidieron visitar durante su paso por Túnez el Museo del Bardo y el Parlamento, en la capital tunecina.

Según le explicó a Efe Wasel Busid, guía del grupo de habla hispana —compuesto por diez mexicanos, cuatro argentinos, cuatro colombianos, cuatro brasileños y varios españoles— a bordo del Costa Fascinosa, al salir del autobús de turismo que hacía el tour por Túnez, un joven de aproximadamente 22 años abrió fuego con una metralleta y mató a siete personas, antes de que sus compañeros retuvieran a los demás como rehenes y se atrincheraran en el jardín que une el Museo del Bardo y el Parlamento.

El asalto terrorista, que duró aproximadamente seis horas, según turistas que sobrevivieron al ataque, acabó gracias a la intervención de la Policía y el Ejército, y se saldó con 23 muertos, más 17 de ellos turistas de nacionalidad italiana, francesa, española, sudafricana, japonesa, alemana, polaca, brasileña y colombiana.

 Era un chico "muy agradable, estudioso, amaba su familia". Esto fue lo que expresó en entrevista con medios australianos un amigo de Javier Camelo, uno de los colombianos fallecidos en medio del atentado de Túnez. Se trata del joven que acompañaba al general (r ) José Arturo Camelo y a su madre, Myriam Martínez, quien también falleció. El atentado terrorista en el museo del Bardo tocó a esta familia de colombianos y hoy también enluta a las de los demás fallecidos, 23 según los últimos datos entregados por el gobierno tunecino. (Vea: ¿Quién está detrás del ataque?)

El amigo de Camelo, que fue compañero de éste en la Universidad de Sídney, recordó que el joven de 28 años "era un joven muy guapo, muy tranquilo. Le gustaba estudiar y por eso hizo su MBA (máster en administración de empresas)", agregó la cadena local ABC.

En una de sus últimas fotos publicadas en su página de Facebook, Camelo aparece junto a sus progenitores en la ciudad italiana de Palermo. El joven colombiano, que también tenía nacionalidad australiana, decidió emprender un crucero junto con sus padres por el mar Mediterráneo para celebrar el fin de un máster que realizó en administración de empresas.

Es el primer atentado, atribuido en primera instancia al Estado Islámico (que desde hace dos meses llegó a Libia y amenaza con extenderse a otros países), en el que resultan afectados colombianos, una muestra, quizá, de que el terrorismo toca al mundo entero. 

Y es que según cifras de inteligencia, de Túnez ha salido el mayor número de integrantes extranjeros del Estado Islámico (2.500). Además, el país es clave para extender el califato que pretende establecer el grupo terrorista. Según la prensa inglesa, el EI difundió un documento en el que detalla su estrategia y sus planes geopolíticos, en los que Túnez es clave.

La Cancillería ya inició el trámite para repatriar los cuerpos de los dos colombianos. De hecho, representantes de Colombia en las Embajadas en Argelia y España, ya se encuentran en Túnes, buscando estar en permanente contacto con el general sobreviviente y con sus familiares.

Las que prometían ser unas vacaciones tranquilas en el Mediterráneo se convirtieron este miércoles en una tragedia para un grupo de turistas que viajaban a bordo de un buque de la empresa Costa Cruceros. Según informó la compañía, algunos pasajeros del buque Costa Fascinosa, con más de 3.000 ocupantes a bordo, decidieron visitar durante su paso por Túnez el Museo del Bardo y el Parlamento, en la capital tunecina.

Según le explicó a Efe Wasel Busid, guía del grupo de habla hispana —compuesto por diez mexicanos, cuatro argentinos, cuatro colombianos, cuatro brasileños y varios españoles— a bordo del Costa Fascinosa, al salir del autobús de turismo que hacía el tour por Túnez, un joven de aproximadamente 22 años abrió fuego con una metralleta y mató a siete personas, antes de que sus compañeros retuvieran a los demás como rehenes y se atrincheraran en el jardín que une el Museo del Bardo y el Parlamento.

El asalto terrorista, que duró aproximadamente seis horas, según turistas que sobrevivieron al ataque, acabó gracias a la intervención de la Policía y el Ejército, y se saldó con 23 muertos, más 17 de ellos turistas de nacionalidad italiana, francesa, española, sudafricana, japonesa, alemana, polaca, brasileña y colombiana.