El británico Charlie Rowley, hospitalizado durante tres semanas tras haber sido envenenado con Novichok, explicó ese martes a la prensa británica haber encontrado un frasco en la calle pensando que era perfume y que luego regaló a su compañera, ahora fallecida
"Me acuerdo de haber encontrado una botella de perfume, la recogí y se la regalé a Dawn", dijo en una entrevista publicada este martes por el tabloide The Sun.
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Dawn Sturgess, de 44 años y madre de tres hijos, falleció el 8 de julio como consecuencia del envenenamiento con este agente nervioso. "Estoy muy triste por lo que le sucedió, es horrible y traumatizante. Todavía estaba en tratamiento cuando me dijeron que falleció. No creo que pueda superarlo", dijo Rowley, de 45 años.
Charlie Rowley también criticó la "negligencia" de las personas que lo dejaron abandonado. "Es muy imprudente de su parte dejar cosas abandonadas", dijo al periódico. "Iba destinado a alguien, no está bien dejarlo tirado para que cualquiera pueda recogerlo", añadió.
Según los medios británicos, Charlie Rowley encontró la botella en el parque Elizabeth de Salisbury. Luego se la dio a Dawn Sturgess el 30 de junio, que se puso el líquido en las muñecas y enseguida se sintió mal cuando estaba en casa de Rowley, en la ciudad vecina de Amesbury. Una horas más tarde Rowley también tuvo que ser llevado al hospital en estado crítico. Finalmente le dieron el alta el 20 de julio.
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"Tuvo la suerte de sobrevivir pero también he perdido mucho", dijo a The Sun.
Reino Unido acusa a Rusia de ser responsable del envenenamiento de Serguéi Skripal y de su hija, a pesar de que los rusos lo niegan. Por esto, el caso desató una grave crisis diplomática entre Rusia y los países occidentales y una ola de expulsiones de diplomáticos.
Según la agencia de prensa británica Press Association, la policía británica ha identificado a los sospechosos del envenenamiento, que serían rusos, aunque la policía no confirmó la información. Los investigadores siguen intentado determinar si el veneno es del mismo lote que se utilizó en marzo para atacar al exespía ruso Serguéi Skripal y a su hija Iulia en Salisbury, una ciudad del suroeste de Inglaterra.