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“¿Dónde está el cambio? Las cosas siguen igual”, gritan cientos de personas que volvieron a llenar la plaza Tahrir, o plaza de la Libertad, en El Cairo, nueve meses después de la caída del régimen de 30 años del presidente Hosni Mubarak. “Cuando Mubarak cayó fui la persona más feliz del mundo, porque estábamos despertando de una pesadilla. Ahora es como si él nunca se hubiera ido. Cada cosa es incluso peor. Las fuerzas conservadoras tomaron el control de la historia y han hecho que la gente tenga miedo”, le dijo Fayed, una enfermera de 36 años, al periódico inglés The Guardian.
Desde el 19 de febrero, cuando Mubarak fue obligado a renunciar, el poder quedó en manos de la junta militar cuyo jefe es el mariscal Husein Tantaui, mano derecha del expresidente egipcio durante 20 años. Ante los reclamos de cambio, Tantaui propuso realizar las elecciones legislativas el próximo 28 de noviembre —los primeros comicios democráticos de la historia del país—, con la intención de formar un Parlamento del que deberá salir la nueva Constitución.
El problema, según los manifestantes, es que el viceprimer ministro, Alí al Salmi, también del círculo de Mubarak, propone incluir en la Constitución 23 puntos que hacen alusión directa al papel de las Fuerzas Armadas y a la garantía de su autonomía respecto al poder ejecutivo. “Es que ese Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas es una parte del régimen de Mubarak, corrupta y que provoca corruptelas, que intenta robar la voluntad del pueblo egipcio”, explicó el abogado Ashraf Abdel Razeq, que también protestaba en la plaza Tahrir.
“Hicimos una revolución. Mubarak se marchó, pero su régimen todavía sigue con la junta militar. Queremos que los militares traspasen el poder a los civiles”, señaló Galal, una profesora de 45 años. Y es que la situación en Egipto es aún más grave que antes de las manifestaciones. Los precios de la comida aumentaron en más del 15%, 33% de las personas menores de 30 años están desempleadas y las oportunidades de trabajo que esperaban no llegan. De hecho, el desempleo ha crecido 11,9%, mucho más que durante 2010.
Según analistas políticos egipcios, en las próximas elecciones los Hermanos Musulmanes se consolidarán como el bloque político más importante, algo que preocupa a la comunidad internacional pues promueven la práctica de un islam puro y buscan independizarse de Estados Unidos. Además, son precisamente ellos quienes promueven las últimas manifestaciones en El Cairo. “A aquellos que temen movimientos islámicos en el país, les digo que no lo hagan. Egipto es islámico, les guste o no”, aseguró el imán Mazhar Shahin.