Publicidad

¿El Daesh recula?

El califato impuesto por el grupo yihadista se ha reducido 14% en el último año. Si pierde Ramadi, se aleja de su pretensión de tomarse Bagdad.

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
Juan David Torres Duarte
24 de diciembre de 2015 - 03:37 a. m.
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

En estos momentos, el ejército iraquí se enfrenta contra el Daesh (o Estado Islámico) en las calles del centro de Ramadi, con el objeto de conquistar la zona gubernamental, donde el Daesh izó su bandera en mayo de este año. Si el ejército iraquí recupera esta ciudad, con una población que supera los 450.000, el ejército extremista tendría que resignarse a aplazar uno de sus objetivos más ambiciosos: tomarse Bagdad, la capital del país.

Para entender bien qué sucede en este momento en Irak, es necesario partir de los hechos y conceptos básicos. Entre 2014 y 2015, el Daesh afianzó su influencia en Irak y Siria con la captura de numerosas ciudades, entre ellas Mosul, Raqqa y Kobane. Gracias a este avance, la organización llegó a controlar casi 80.000 kilómetros cuadrados: cerca del 60% de Siria (que está en guerra civil y cuyo escenario político desastrado facilitó la entrada del Daesh) y 35% de Irak. En ambas naciones, con ese territorio entre sus manos, el Daesh declaró la creación de un califato en 2014, una suerte de país donde rige la ley islámica más severa.

Cuando sitiaron Ramadi, los dirigentes del Daesh anunciaron que el siguiente paso sería Bagdad, bajo control del gobierno iraquí. Por entonces, hubo ciertos aires de temor a pesar de los bombardeos constantes de la coalicición liderada por EE. UU. (comenzó a atacar el 8 de agosto de 2014). El ejército iraquí resistía cada vez menos a la presión militar del Daesh y su avance férreo, en ocasiones, les produjo una pavorosa huida de ciudades y poblados centrales. Las ambiciones descontroladas del Daesh, sin embargo, encontraron numerosos enemigos: además del gobierno iraquí, el Daesh tiene que enfrentarse contra las milicias kurdas (que les quitó Kobane y Sinjar), las fuerzas rebeldes del gobierno de Al Asad en Siria, las fuerzas oficiales de ese país y, desde finales de septiembre de este año, los bombardeos rusos.

A pesar de que aún posee una extensión de territorio considerable, el Daesh ha tenido pérdidas significativas en los últimos meses, sobre todo gracias a la ofensiva por tierra (aunque los bombardeos ya se cuentan casi en 10.000, sus objetivos han sido puntos de abastecimiento y adoctrinamiento, y las pérdidas civiles, a causa de los bombarderos rusos y estadounidenses, son miles).

Un estudio de la agencia de análisis IHS Jane’s 360, publicado esta semana, demuestra que en el último año Daesh ha perdido 14% del territorio que invadió. Sus gráficas validan, además, una hipótesis: por tierra y por aire, el Daesh está siendo sitiado. En 2015, el grupo extremista perdió Kobane, Tal Abyad y Hasaka al norte de Irak; sus opositores le arrebataron territorio en las cercanías de Mosul (una de las dos “capitales” del califato junto con Raqqa), al sur de Kirkuk (Irak) y en el centro de Siria.

Con la pérdida de Ramadi, su desgracia estratégica toma otros tonos. Comparado con sus victorias territoriales de este año (entró a Palmira, en el centro de Siria, y ganó algo más de terreno en los alrededores de Aleppo), el Daesh tuvo un año que favoreció poco sus objetivos más ambiciosos: llegar a ciudades principales y controlar la frontera con Turquía. En total, según la agencia, el Daesh perdió 12.800 kilómetros cuadrados en el último año.

La resistencia al grupo extremista tiene origen no sólo en actores exteriores (hace unos días fue firmada una coalición entre países árabes para atacarlo), sino también en grupos internos de disidencia, formados de manera silenciosa en las ciudades donde el Daesh tiene poder. Según el blog Mosul Eye, administrado por un historiador anónimo que vive en esa ciudad, la mayoría de los ciudadanos rechaza las prácticas de los militantes del Daesh (con su interpretación del islam, perpetran castigos radicales como el fusilamiento de mujeres que han sido infieles a sus maridos o el lanzamiento, sin juicio, de homosexuales desde los techos de los edificios más altos).

El bloguero de Mosul Eye escribió esta semana: “ISIL (como es llamado el grupo en inglés) cree que es capaz de silenciar la verdad, el sonido de los blogueros de Mosul que siguen exponiendo sus crímenes. (...) ISIL le teme a los ciudadanos de Mosul y sus militantes cargan con sus armas todo el tiempo (...)”. En una nota del 16 de noviembre, decía: “Alisten sus navajas que la liberación ocurrirá muy pronto. (...) Reemplazaremos las banderas negras (símbolo del Daesh) por banderas coloridas. Este invierno no será frío”.

Por Juan David Torres Duarte

Conoce más

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscríbete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.