Cinco esposas, 18 hijos, 783 acusaciones de corrupción y violación, además de homófobo son apenas algunas de las características del presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, quien el domingo les reveló a todos sus gobernados que se había sometido a un examen de VIH y que había dado negativo.
Con una sonrisa de oreja a oreja y bailando con tres mujeres, Zuma les recomendó a los sudafricanos someterse a la prueba. “He decidido compartir mis resultados con todos los sudafricanos para promover la transparencia”, afirmó Zuma, cuya conducta es calificada por la clase política del país como poco ejemplar. En 2006, el presidente sudafricano aseguró haber tenido relaciones con una mujer seropositiva sin utilizar condón. “No tengo ninguna preocupación por esto, porque después de la relación tomé una ducha”, aseguró. Su sinceridad echó al traste una dura campaña en pro del uso del preservativo que se había iniciado en el país, en donde hay 5,7 millones de contagiados, más que en ninguna otra nación del mundo, y cada año mueren por la enfermedad 300 mil personas.
Luego reconoció que había tenido su hijo número 20 con una mujer que apenas conocía. “Evidentemente no usé condón”, dijo entonces. El domino, luego de revelar que no tenía sida, les dijo a sus gobernados que había repartido mil millones de preservativos.
“Tenemos que trabajar más duro para conseguir que todos los sudafricanos entiendan que la gente con VIH/sida no ha cometido ningún crimen, eso es una ignorancia”, explicó Zuma.
Por El Espectador
