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Paul Rusesabagina se hizo mundialmente famoso por la película Hotel Ruanda (2004). Este filme contó el genocidio que ocurrió en el país en 1994, desatado por un odio que enfrentó a los hutus y los tutsis; en cien días más de 800.000 personas murieron salvajemente.
Después del éxito de la película, Rusesabagina se fue a vivir al extranjero y comenzó a recibir muchos premios por haber salvado centenares de vidas en el hotel que administraba. Su acción lo hizo merecedor del premio civil más alto de Estados Unidos: la Medalla Presidencial de la Libertad, que recibió en 2005.
¿Por qué lo acusan de terrorismo?
La policía ruandesa anunció a finales de agosto la detención de Rusesabagina, un veterano detractor del presidente Paul Kagame que vivía en Bélgica y en Estados Unidos desde 1996, pero que apareció esposado en Kigali por lo que las circunstancias de su detención no están claras.
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Después del genocidio, Rusesabagina, un hutu, se convirtió poco a poco en crítico con el poder de Kagame, acusándolo de autoritarismo y de alimentar un sentimiento antihutu en el país. Los asesinatos en Ruanda terminaron cuando los rebeldes tutsis, dirigidos por Kagame, tomaron el control y desencadenaron un éxodo de más de 2 millones de hutus.
Según las autoridades la detención se da con colaboración de autoridades internacionales. Desde el año 2010, este hombre comenzó a ser blanco de críticas de algunos sobrevivientes del genocidio y del propio presidente Kagame, que lo acusan de explotar el genocidio para obtener ganancias comerciales. En 2010, el fiscal general le dijo a la agencia Reuters que las autoridades tenían pruebas de que Rusesabagina había financiado grupos terroristas, aunque no se presentaron cargos.
Pero este lunes, fue inculpado de terrorismo, homicidio y financiamiento de rebelión por un tribunal de la capital Kigali. Dicen los que lo acusan que tuvo un papel clave en una serie de presuntos ataques de rebeldes del Frente de Liberación Nacional (FLN) en el sur de Ruanda a lo largo de la frontera con Burundi en 2018.
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El juez que presidía la audiencia leyó los 12 cargos en contra del acusado, entre ellos terrorismo, formación y financiamiento de grupos militantes, homicidio e incendio voluntarios. Rusesabagina se negó a declararse culpable o inocente y explicó que lo haría cuando comenzara el juicio.
¿Qué hizo en el exilio?
Desde el exilio, Rusesabagina fundó el Movimiento Ruandés para el Cambio Democrático (MRCD), sospechoso de tener un brazo armado, el Frente Nacional de Liberación (FLN), grupo considerado terrorista por el gobierno.
Ante el tribunal, admitió haber enviado 20.000 euros (unos 24.000 dólares) al comandante de las FLN, Callixte Nsabimana, alias Sankara, también acusado de cargos similares, pero negó cualquier financiación de las actividades del grupo.
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“Crecí en la misma zona que Sankara en Ruanda y mi esposa es muy cercana a su madre. El dinero que envié estaba destinado a cubrir los gastos médicos de un niño bajo su responsabilidad”, se defendió.
Rusesabagina, cuyo padre era hutu pero su madre y esposa eran tutsis, ha negado exagerar su papel en el rescate de tutsis.
¿Campaña de difamación?
Muchos ruandeses continuaron considerándolo un héroe hasta la publicación de su autobiografía, en 2006, extremadamente crítica con el régimen. Su familia afirma que fue víctima de una campaña de “difamación”.
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Supervivientes del hotel de las Mil Colinas empezaron a acusarlo de haberse aprovechado de su sufrimiento y de haber adornado la historia, afirmando que él no era el héroe altruista que encarnaba el actor estadounidense Don Cheadle.
Human Rights Watch (HRW) estimó el viernes que Rusesabagina fue víctima de una “desaparición forzada”, por la que las autoridades ruandesas debían responder de manera exhaustiva.