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El fin de la dinastía de los Kennedy

El menor de sus políticos anunció su retirada.

Redacción Internacional
12 de febrero de 2010 - 10:18 p. m.

En noviembre próximo, por primera vez en más de 50 años, en las listas de votación para el Congreso de Estados Unidos no figurará el apellido Kennedy. El último representante político de esta dinastía, Patrick Kennedy, anunció que no buscará la reelección en el escaño que en la Cámara ocupa hace 22 años y que corresponde al estado de Rhode Island.

En 1962, Edward Kennedy, padre de Patrick, heredó de su hermano John Fitzgerald —congresista desde 1946— la curul como senador por el estado de Massachusetts. Desde entonces, Ted, como cariñosamente lo llamaban, fue reelecto en todos los comicios legislativos venideros hasta el 25 de agosto del año pasado, cuando el cáncer cerebral contra el que luchaba le ganó el pulso y causó su muerte.

Sin embargo, la familia Kennedy, demócrata por tradición, aún contaba con la presencia de Patrick en la Cámara, quien en el 88 había obtenido su puesto parlamentario con apenas 21 años. “Mi padre me enseñó un compromiso profundo con el servicio público. Habiendo pasado ahora dos décadas en la política, mi vida ha tomado una nueva dirección y no seré candidato para la reelección este año”, decía ayer Patrick Kennedy en un video que puso a circular en internet para hacer pública su decisión.

Al anunciar su despedida de la vida pública, Kennedy también ratificó su disposición para mantener su “lucha” a favor de quienes sufren enfermedades mentales y adicciones. En el Congreso trabajó en la formulación de un proyecto de ley que abogaba por una mejor cobertura médica para quienes padecían estos trastornos, una postura que había ido de la mano con sus continuos problemas de adicción y más de un escándalo para la familia.

En su adolescencia, Patrick Kennedy se hizo célebre por su adicción a las drogas y al alcohol. Aunque asistió a terapias de rehabilitación, muchos dudan que su recuperación haya sido completa y, de hecho, ya siendo político se conoció de su adicción a los medicamentos antidepresivos. En 2006, el representante demócrata estrelló su carro contra una de las barricadas del Capitolio de Washington una madrugada de mayo. Los guardias del edificio aseguraron después que el hombre estaba claramente borracho, una versión que desmentiría el propio Kennedy días después, argumentando que la desorientación se debía a las medicinas que debía tomar para mantener a raya su trastorno bipolar.

Ahora que anunció su retiro, la fuerza del Partido Demócrata podría reducirse en el Legislativo, como sucedió con su padre. La muerte de Edward Kennedy abrió la puerta al republicano Scott Brown, ganador del escaño de Massachusetts. Esto significó la pérdida de la supermayoría en el Congreso para la bancada del presidente Barack Obama y la preocupación frente a la aprobación de sus proyectos legislativos.

Por Redacción Internacional

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