La crisis de Honduras toca su fin con la firma de un acuerdo por parte de representantes del gobierno de facto de Roberto Micheletti y del depuesto Manuel Zelaya. Sin embargo, llegar a este punto no fue nada fácil. La firma del documento fue postergada por varias horas, luego de que la delegación de Zelaya le diera largas al tema. Según testigos de la mesa de diálogo, el presidente depuesto no estaba dispuesto a firmar el acuerdo.
Minutos antes de la firma, el presidente Roberto Micheletti anunció su autorización para firmar el pacto que pone fin a la crisis política que enfrentaba el país centroamericano desde el golpe del pasado 28 de junio. En declaraciones desde la Casa de Gobierno, el presidente hondureño reiteró que “ningún individuo está por encima del futuro de Honduras”: “No podemos poner el interés personal sobre el bienestar colectivo de esta gran nación”.
“Exhorto al señor Zelaya y a su comisión negociadora a apoyar este acuerdo y acompañarnos a firmar; basta ya de excusas, basta ya de retórica que nos divide, basta ya de juegos políticos; el pueblo hondureño reclama un acuerdo final y esta es la oportunidad para lograrlo”, subrayó.
La firma del acuerdo
Luego de la autorización, los representantes de Micheletti anunciaron haber llegado a un punto en común para poner fin a la encrucijada política que enfrenta Honduras. “Después de un día de conversaciones cordiales, acordamos que el Congreso nacional, en consulta con otras instancias del Gobierno, resuelva lo pertinente a la restitución de Zelaya en el cargo”, señaló un comunicado.
Los representantes de Zelaya anunciaron que fijarían su posición más tarde en la oficina privada del presidente de la comisión negociadora de Zelaya, el ex ministro de Gobernación y Justicia Víctor Meza. Pasaron varias horas hasta que la comisión negociadora del mandatario derrocado aceptó la propuesta.
Sin embargo, Carlos Reina, asesor de Zelaya, sostuvo que la firma de dicha propuesta no soluciona la situación del país. “No quiere decir que con la firma ya se resolvió la crisis, quiere decir que se inicia el proceso que debe culminar con la restitución del presidente Zelaya”, expresó.
Reina le enfatizó a la agencia EFE que Zelaya y sus colaboradores son “optimistas” por la decisión de llevar el asunto al Parlamento “porque el Congreso como órgano político entiende que lo políticamente correcto es la restitución. Cualquiera que en el Legislativo se oponga a la restitución se suicida políticamente”, sentenció, al asegurar que “el 78% de los hondureños quiere la restitución”.
Así votaría el Congreso
Ahora el conflicto se traslada al Congreso, que decidirá, previa opinión de la Corte Suprema de Justicia, si Zelaya regresa al poder. A pesar de que fue el Congreso el que nombró a Roberto Micheletti como presidente interino, Zelaya apuesta a lograr los votos necesarios para regresar a la presidencia.
La principal agrupación opositora en la Cámara sería la protagonista en el Congreso: el Partido Nacional, con 55 diputados, del candidato presidencial Porfirio Lobo, líder en las encuestas para los comicios del 29 de noviembre, podría votar a favor de Zelaya. La razón es que Lobo necesita que la comunidad internacional lo reconozca como eventual vencedor de la contienda, para lo cual la condición es que Zelaya vuelva al poder para terminar su mandato.
El otro protagonista es el Partido Liberal, con mayoría (62), la agrupación política que integran tanto Zelaya como Micheletti. En el interior del partido hay dos corrientes que seguramente votarían divididas. Pero la presión de EE.UU. inclinaría la balanza a favor del retorno de Zelaya. “Fuimos muy claros en la restauración del orden constitucional”, aseguró la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton. Su enviado especial para la solución de la crisis, Thomas Shannon, agregó: “Luego de la restauración del orden, EE.UU. reconocerá las elecciones del próximo 29 de noviembre”.
Los principales puntos del acuerdo
El acuerdo suscrito el viernes en Honduras, que terminaría con la crisis política del país, contempla estos puntos:
1. El Congreso deberá decidir, tras conocer la opinión de la Corte Suprema, si restaura el estado de situación anterior al golpe del 28 de junio, lo que puede permitir el regreso de Zelaya a la presidencia hasta enero.
2. Rechazo a la amnistía política, pese a que la delegación de Roberto Micheletti estaba dispuesta a apoyarla. Renuncia de Zelaya a convocar a una asamblea nacional constituyente y a reformar la Constitución.
3. Reconocimiento de las elecciones presidenciales del 29 de noviembre.
4. La transferencia de autoridad sobre las Fuerzas Armadas al Tribunal Supremo Electoral.
5. La creación de una Comisión de Verificación para hacer cumplir los puntos del acuerdo.
6. La formación de una Comisión de la Verdad para investigar los sucesos antes, durante y después del golpe del 28 de junio.
7. Solicitarle a la comunidad internacional derogar todas las sanciones contra Honduras y enviar observadores a las elecciones.
8. Crear un gobierno de reconciliación nacional.