Parece extraño pero en Francia es costumbre que un congresista contrate a sus familiares como asistentes. Pero algunos han llegado a contratar familiares para que no hagan nada. Es por eso que se investiga al candidato presidencial François Fillon. Fillon contrató a su esposa, Penelope, como su asistente. Pero, al parecer, Penelope no ejerció como asistente y, sin embargo, recibió 900 mil euros de salario. Un caso similar acaba de dejar sin trabajo a otro ministro: el hasta hoy ministro del Interior de Francia, Bruno Le Roux.
"He respetado la función de diputado y sus responsabilidades, he trabajado con honestidad", dijo Le Roux al momento de anunciar su renuncia. ¿La razón? Una revelación del canal TMC: que en 2009, siendo diputado, Le Roux contrató a sus hijas, entonces menores de edad, como asistentes parlamentarias. Aunque en Colombia eso parezca indebido, en Francia es normal. El problema es que, al parecer, Le Roux benefició a ambas con contratos que no cumplieron. Ambas recibieron 55 mil euros entre 2009 y 2016 por estos hechos.
Se espera que sea la ley francesa la que aclare el caso. Por ahora no hay una instrucción judicial como ya ocurrió con Fillon. Le Roux dijo, en su defensa, que contrató a sus hijas para pasar más tiempo con ellas y para que estas tuvieran mayor experiencia. El problema, de nuevo, es si las benefició con contratos que no cumplieron o si hubo irregularidades alrededor de estos contratos. Le Roux llevaba apenas algunos meses en el cargo y fue reemplazado, prontamente, por Mathias Fekl.
El tema de los empleos ficticios se ha vuelto sensible en Francia durante esta contienda electoral. No sólo François Fillon ha sido investigado por estos hechos sino, también, la candidata de ultraderecha, Marine Le Pen, quien no se ha visto muy afectada, en parte, por su negativa a comparecer ante la justicia y por una suerte de efecto teflón a su favor. Pero, ante una posible segunda vuelta entre el exministro Emmanuel Macron y Le Pen, el tema seguramente saldrá a colación.