“Es un momento de inmensa alegría. Uno de los nuestros ha llegado a lo más alto. Nada podrá ser igual desde ahora”, aseguró a EFE Wamae Mwangi, un vendedor de camisetas en Nairobi (Kenia) que llevaban impreso el rostro de Obama. El diario The Standard, uno de los principales del país, patrocinó los actos de celebración en la capital. Sin embargo, el lugar en donde más se festejó la elección de Obama fue Kogelo, tierra natal de su familia paterna y donde sigue viviendo su abuela, “Mama Sarah”, quien viajó a Estados Unidos para presenciar la investidura de su nieto.
No fue el único país que se paralizó para seguir la posesión de un hombre que logró despertar esa sensación de cambio y esperanza en todo el mundo. El Papa Benedicto XVI pidió en un telegrama enviado al nuevo presidente que “promueva la comprensión, la cooperación y la paz entre las naciones”. La expectativa que despierta este nuevo gobierno quedó demostrada con el discurso de investidura de Obama, emitido en directo por televisiones de todo el mundo.
Líderes mundiales le desearon éxito a Obama y le ofrecieron su cooperación para afrontar los grandes desafíos internacionales. “Lo que este hombre despertó en toda la gente sin importar su raza, color y condición es muy importante. De cómo capitalice las buenas intenciones y la disposición de cambio que le ofrecen desde países “enemigos” de Estados Unidos como Irán, dependerá su éxito”, explicó Malcom Seronal, analista de la Universidad de Miami. El cambio llegó, pero no se verá pronto.
Las portadas del nuevo Presidente
Todos los periódicos del mundo abrieron sus ediciones con paquetes especiales sobre la toma de posesión de Barack Obama. Desde Le Figaro, de Francia, hasta The Standard, en Nairobi, todos los medios dedicaron grandes portadas al mandatario. En su casa, el tema fue más allá. The New York Times, The Washington Post y diarios de los Estados Unidos vendieron millones de copias extra, ediciones especiales, libros y otros recuerdos.
La toma de posesión del primer presidente negro en la historia de Estados Unidos representó un alivio para las casas editoriales, afectadas por una caída en la circulación del 4,6% el año pasado hasta septiembre. Según reportes, sus ventas subieron un 20%.