El presidente concibe la presidencia como una oportunidad para hacer tratos a nivel mundial. El golfo Pérsico, donde unos cuantos hombres ejercen autoridad absoluta sobre una vasta riqueza, es idóneo para eso.
Cuando los presidentes estadounidenses visitan Medio Oriente, suelen llegar con una visión estratégica para la región, aunque esta parezca una meta lejana.
Jimmy Carter impulsó a Egipto e Israel a un histórico acuerdo de paz. Bill Clinton lo intentó y fracasó con Yasser Arafat, el líder palestino. George W. Bush imaginó que su guerra...
Por Jonathan Swan, Vivian Nereim, Ismaeel Naar, David E. Sanger y Luke Broadwater | The New York Times
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