La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), organismo de la ONU encargado de supervisar el cumplimiento de los tratados antidrogas, ha mostrado en su último informe la preocupación por el aumento hasta cifras récord del cultivo de hoja de coca, el cambio en las rutas de narcotráfico hacia europa y la financiación de grupos terroristas de Oriente Medio con el narcotráfico.
En primera medida, el informe aseguró que la cantidad de cocaína incautada en Centroamérica en 2017 subió respecto a los años anteriores, una tendencia que la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) vincula, en un informe publicado hoy, con la mayor producción en Colombia y la demanda en EEUU y Europa.
"Las organizaciones dedicadas a la delincuencia organizada trasnacional siguen sirviéndose de Centroamérica y el Caribe para el transbordo de drogas procedentes de América del Sur hasta los principales mercados de drogas en los Estados Unidos y Europa", resume la situación la JIFE.
(Le puede interesar: Las deudas de Colombia en la guerra contra las drogas)
Así, las 66,9 toneladas de cocaína incautadas en Panamá en 2017, último año sobre el que la JIFE da datos, supusieron un incremento del 12,7 % respecto al año anterior. Una situación parecida se dio en Costa Rica (20,1 % más), Guatemala (6,5 %), Nicaragua (22 %) y Honduras, donde los alijos sumaron 2,1 toneladas, un 185 % más que en 2016.
La JIFE recuerda que ya en 2016, en América Central, sobre todo en Panamá, las incautaciones de cocaína supusieron el 11 % de la cantidad total de esa droga interceptada en todo el mundo.
Latinoamérica
En su análisis de la situación de las drogas en América, la JIFE señala que Colombia y Jamaica fueron los principales países de origen de la cocaína incautada en los países centroamericanos.El reporte también recuerda que, junto a la cocaína, el cannabis es la droga que con mayor frecuencia es objeto de tráfico en grandes cantidades en la región latinoamericana.
"En algunos países se han comunicado tendencias similares respecto de la incautación de hierba de cannabis y cocaína, lo que podría indicar que se emplea la hierba de cannabis como pago parcial para los traficantes de cocaína dentro de la cadena de narcotráfico", señala la JIFE.
(Le puede interesar: ¿Por qué Centroamérica está entre las zonas más violentas del mundo?)
La JIFE hace referencia al Informe Mundial sobre las Drogas del 2018 al indicar que la mayor prevalencia anual (el porcentaje de población entre 15 y 64 años que probó una droga al menos una vez en el último año) en 2016 correspondió al cannabis, con el 2,8 % de la población.
Después del cannabis, la cifra de prevalencia mas elevada fue la de la cocaína (0,7 %), seguida de las anfetaminas y los estimulantes sujetos a prescripción medica (0,2 %) y el éxtasis (0,1 %).
En el caso del Caribe tras el cannabis, 2,2 %, las drogas más consumidas son las anfetaminas y los estimulantes sujetos a prescripción médica (0,9 %), la cocaína (0,6 %) y el éxtasis (0,1 %).
El reporte indica que en la Unión Europea se incautaron en 2016 un total de 70,9 toneladas de cocaína, de las que 30 se decomisaron en Bélgica y 15,6 en España. Y que en 2017, Bélgica volvió a ser el país que decomisó más cocaína, con 44,8 toneladas frente a las 41 intervenidas en España por la fuerzas de seguridad, muy por delante de las 17,5 toneladas de Francia, las 8,2 de Alemania, las 5,7 de Reino Unido, las 4,1 de Italia o las 2,7 de Portugal.
(Le puede interesar: Descubren un cartel que enviaba cocaína liquida hacia Norteamérica y Europa)
"La importancia de las rutas de tráfico de cocaína con destino a Europa a través de la Península Ibérica podría haber disminuido levemente en favor de los puertos de otros países europeos", analiza la JIFE.
Narcotráfico beneficia a terroristas en Oriente Medio
El organismo de la ONU encargado de velar por el cumplimiento de los tratados internacionales sobre drogas asegura que grupos terroristas, incluidos yihadistas, podrían beneficiarse del trafico de narcóticos en Oriente Medio.Entre las sustancias más traficadas está el "captagon", un estimulante sintético que mezcla anfetamina y cafeína, conocido como "la droga de los yihadistas" por su supuesto empleo entre los combatientes del grupo terrorista Estado Islámico (EI).
El consumo de este estimulante aumenta la atención y motivación, al tiempo que retrasa la sensación de fatiga y, en parte, inhibe la sensación de riesgo.
"El 'captagon' falsificado se ha convertido en una de las drogas mas populares en las zonas de guerra del Oriente Medio y podría constituir una fuente de ingresos para los grupos terroristas e insurgentes", indica este organismo independiente dentro del sistema de Naciones Unidas.