Francia, contra el racismo

Aunque el asesino de Toulouse, Mohamed Merah, siempre aseguró que había actuado solo en el asesinato de tres uniformados, tres niños y un rabino, la Policía de Francia nunca creyó su versión. Para los investigadores, el joven de 23 años que murió por dos tiros en la cabeza en una operación policial de 32 horas, tenía un cómplice: Abdelkader Merah, su hermano mayor, de 29 años. Según las pesquisas adelantadas hasta ahora en el país, fue él quien le brindó apoyo logístico y por esa razón fue detenido, según explicó su abogada.

La fiscalía le abrió una investigación judicial por complicidad en los siete asesinatos y por asociación de malhechores con vistas a preparar actos terroristas. El hermano del asesino de Toulouse fue trasladado al palacio de Justicia de París y ahora los investigadores se centran en determinar su verdadero papel en los hechos que tienen conmovida a Francia.

Según su expediente, Abdelkader Merah realizó viajes de formación coránica a Oriente Medio y era profundamente religioso. Según la página web del semanario Le Point, durante los interrogatorios el mayor de la familia Merah aseguró que se sentía “orgulloso” de la forma en la que había actuado su hermano. Además, los investigadores consideran que los dos hermanos participaron en el robo de la moto que sirvió a Mohamed para cometer los asesinatos.

Según testigos, Abdelkader habría acompañado a su hermano menor a un concesionario para comprar un traje de motociclista y para informarse sobre el sistema de geolocalización de la moto. Querían saber cómo se desactivaba el GPS. El diario Le Parisien indica en su edición de domingo que el rastro del teléfono móvil de Abdelkader fue detectado en las inmediaciones de la escuela judía Ozar Hatorah de Toulouse, el día en el que su hermano supuestamente cometió allí los asesinatos.

El rotativo también revela que los dos hermanos habían cenado juntos en una prolongada velada. La Policía, que no descarta la existencia de otros cómplices, trata de determinar cómo un joven desempleado desde hacía cuatro años consiguió un arsenal valorado en 20.000 euros. “Las investigaciones llevadas a cabo por los servicios de Policía han permitido establecer contra Abdelkader Merah la existencia de indicios graves o concordantes que hacen creíble su participación como cómplice en la comisión de crímenes ligados a una empresa terrorista”, señaló el Ministerio Público en un comunicado.

Mientras tanto, el país sigue conmocionado. Miles de personas se manifestaron en diferentes ciudades de Francia contra el racismo, el antisemitismo y el terrorismo, tras el caso Merah. La mayor manifestación tuvo lugar en París, donde unas 5.000 personas, según los organizadores, marcharon en silencio entre las plazas de la Bastilla y Nation. El acto fue convocado por diversas asociaciones antirracistas de Francia, el Partido Socialista y la Asociación Francesa de Víctimas del Terrorismo. La otra gran manifestación tuvo lugar en Toulouse, donde también se concentraron en silencio cientos de personas.