Holanda quiere retirar el pasaporte a los yihadistas que regresan al país
Según el servicio secreto holandés más de 100 ciudadanos han abandonado el país para entrar en las filas de grupos extremistas.
EFE
El Gobierno holandés ha anunciado hoy su intención de retirar el pasaporte a los llamados "combatientes extranjeros", personas con nacionalidad holandesa que viajan a zonas de conflicto como Siria o Iraq para sumarse a las filas de organizaciones yihadistas y regresan a Holanda radicalizados.
Esta iniciativa forma parte de un conjunto de medidas que el Ejecutivo holandés quiere poner en marcha para acabar con este fenómeno creciente, que lleva a ciudadanos europeos a sumarse a organizaciones como el Estado Islámico (EI) y otros grupos extremistas.
La retirada del pasaporte se produciría cuando existan "sospechas razonables" de que el individuo tiene vínculos con actividades criminales, explica el Gobierno.
Si esta medida sale adelante, por tanto, los individuos sospechosos podrían perder su pasaporte sin haber sido declarados culpables de un delito.
"Se va a endurecer la ley para retirar la nacionalidad holandesa a los yihadistas que se sumen a un grupo terrorista armado, incluso sin una condena penal", señaló el Gobierno en el resumen de una carta del ministro de Justicia, Ivo Opstelten.
El Ejecutivo aclara, no obstante, que esta medida solo podrá aplicarse a personas que dispongan de una doble nacionalidad porque no se puede dejar a ningún individuo apátrida.
"Retirarles la nacionalidad holandesa significa que esa persona ya no será bienvenida en este país, por lo que no podrán regresar", precisó Opstelten en unas declaraciones que recoge la agencia ANP. También se podrá retirar el pasaporte a cualquier persona que haya sido entrenada en un centro yihadista o haya ayudado a reclutar combatientes, agrega.
Según datos del servicio secreto holandés, 130 personas con nacionalidad holandesa han abandonado el país para sumarse a grupos yihadistas en áreas de conflicto, 30 de los cuales regresaron a Holanda y otros 14 murieron en combate.
El Gobierno holandés ha anunciado hoy su intención de retirar el pasaporte a los llamados "combatientes extranjeros", personas con nacionalidad holandesa que viajan a zonas de conflicto como Siria o Iraq para sumarse a las filas de organizaciones yihadistas y regresan a Holanda radicalizados.
Esta iniciativa forma parte de un conjunto de medidas que el Ejecutivo holandés quiere poner en marcha para acabar con este fenómeno creciente, que lleva a ciudadanos europeos a sumarse a organizaciones como el Estado Islámico (EI) y otros grupos extremistas.
La retirada del pasaporte se produciría cuando existan "sospechas razonables" de que el individuo tiene vínculos con actividades criminales, explica el Gobierno.
Si esta medida sale adelante, por tanto, los individuos sospechosos podrían perder su pasaporte sin haber sido declarados culpables de un delito.
"Se va a endurecer la ley para retirar la nacionalidad holandesa a los yihadistas que se sumen a un grupo terrorista armado, incluso sin una condena penal", señaló el Gobierno en el resumen de una carta del ministro de Justicia, Ivo Opstelten.
El Ejecutivo aclara, no obstante, que esta medida solo podrá aplicarse a personas que dispongan de una doble nacionalidad porque no se puede dejar a ningún individuo apátrida.
"Retirarles la nacionalidad holandesa significa que esa persona ya no será bienvenida en este país, por lo que no podrán regresar", precisó Opstelten en unas declaraciones que recoge la agencia ANP. También se podrá retirar el pasaporte a cualquier persona que haya sido entrenada en un centro yihadista o haya ayudado a reclutar combatientes, agrega.
Según datos del servicio secreto holandés, 130 personas con nacionalidad holandesa han abandonado el país para sumarse a grupos yihadistas en áreas de conflicto, 30 de los cuales regresaron a Holanda y otros 14 murieron en combate.