Iglesia belga ya ha pagado 330.000 euros a víctimas de curas pedófilos
La mayoría de los delitos han prescrito, pues fueron cometidos en los años cincuenta y ochenta y nunca fueron denunciados por vergüenza, en su momento.
EFE
La Iglesia belga ha abonado hasta hoy 330.000 euros a las víctimas de los curas pedófilos en los colegios católicos belgas a través del centro de arbitraje creado por la institución y el Parlamento del país.
Hasta 67 de los 621 demandantes de una indemnización han celebrado ya su sesión de conciliación con representantes de la Iglesia y han convenido su indemnización, tal como explicó este jueves a Efe la presidenta de la comisión parlamentaria especial de abusos sexuales en la Iglesia, Karine Lalieux.
"Las víctimas no vienen a por dinero sino que lo que buscan es ser escuchadas y sentir cómo representantes de la Iglesia les reconocen el sufrimiento por el que han pasado", explicó Lalieux.
La mayoría de los delitos ya han prescrito pues se refieren a abusos ocurridos en escuelas religiosas entre los años cincuenta y ochenta, explicó la diputada socialista, quien apuntó que la mayoría de las víctimas nunca denunció los hechos por vergüenza en su momento.
En 2010 el Parlamento y la Iglesia Católica belga decidieron crear ese centro de arbitraje tras hacerse público un informe que sacaba a la luz más de 450 casos de abusos de niños y adolescentes que habían sufrido violaciones en las últimas décadas y no lo habían denunciado.
En la investigación, que coordinó el psiquiatra belga Peter Adriaenssens, se descubrió también que, en los últimos cuarenta años, hasta trece menores víctimas de abusos se habían suicidado en la escuela o años más tarde a causa del trauma.
Las indemnizaciones a las víctimas previstas por el centro de arbitraje van desde los 2.500 euros por los "atentados al pudor" cometidos sin violencia ni amenazas, hasta los 25.000 euros para las violaciones reiteradas y graves.
La presidenta de la comisión parlamentaria especial señaló que el centro de arbitraje "es una experiencia única en el mundo" y que la gran cantidad de demandas introducidas dan fe "de la gran necesidad que tenían las víctimas de expulsar su dolor y ser escuchadas".
La diputada explicó que en cada sesión de conciliación participa un equipo multidisciplinar de profesionales y se reúne a la víctima con miembros del clero.
"La mayoría dura entre una y tres horas", añadió Lalieux, que calculó que serán necesarios al menos dos años para tramitar las más de 600 demandas de conciliación introducidas.
La presidenta de la comisión apuntó la voluntad "reparadora" con la que acuden los miembros de la Iglesia a estas sesiones de arbitraje.
Según el primer informe sobre el funcionamiento del centro de arbitraje al que ha tenido acceso Efe, la mayoría de las víctimas son flamencas (72%), hombres (80%) y nacidas en las décadas de los cincuenta y los sesenta.
El plazo para solicitar una reparación comenzó en febrero de 2012 y terminó el pasado 31 de octubre.
Las víctimas o, en su caso, los familiares, pudieron introducir sus demandas de reparación simplemente rellenando un formulario tipo en internet.
En ese formulario se pedía a la víctima que explicase cuándo se produjeron los hechos, cómo ocurrieron y si se tenía información para identificar al agresor.
Poco después de conocerse el informe que reveló la gran magnitud de los casos de pederastia en su seno, la Conferencia Episcopal belga reconoció en una carta su voluntad de resarcir a las víctimas y su "responsabilidad moral" por unos actos "especialmente reprobables".
La Iglesia belga ha abonado hasta hoy 330.000 euros a las víctimas de los curas pedófilos en los colegios católicos belgas a través del centro de arbitraje creado por la institución y el Parlamento del país.
Hasta 67 de los 621 demandantes de una indemnización han celebrado ya su sesión de conciliación con representantes de la Iglesia y han convenido su indemnización, tal como explicó este jueves a Efe la presidenta de la comisión parlamentaria especial de abusos sexuales en la Iglesia, Karine Lalieux.
"Las víctimas no vienen a por dinero sino que lo que buscan es ser escuchadas y sentir cómo representantes de la Iglesia les reconocen el sufrimiento por el que han pasado", explicó Lalieux.
La mayoría de los delitos ya han prescrito pues se refieren a abusos ocurridos en escuelas religiosas entre los años cincuenta y ochenta, explicó la diputada socialista, quien apuntó que la mayoría de las víctimas nunca denunció los hechos por vergüenza en su momento.
En 2010 el Parlamento y la Iglesia Católica belga decidieron crear ese centro de arbitraje tras hacerse público un informe que sacaba a la luz más de 450 casos de abusos de niños y adolescentes que habían sufrido violaciones en las últimas décadas y no lo habían denunciado.
En la investigación, que coordinó el psiquiatra belga Peter Adriaenssens, se descubrió también que, en los últimos cuarenta años, hasta trece menores víctimas de abusos se habían suicidado en la escuela o años más tarde a causa del trauma.
Las indemnizaciones a las víctimas previstas por el centro de arbitraje van desde los 2.500 euros por los "atentados al pudor" cometidos sin violencia ni amenazas, hasta los 25.000 euros para las violaciones reiteradas y graves.
La presidenta de la comisión parlamentaria especial señaló que el centro de arbitraje "es una experiencia única en el mundo" y que la gran cantidad de demandas introducidas dan fe "de la gran necesidad que tenían las víctimas de expulsar su dolor y ser escuchadas".
La diputada explicó que en cada sesión de conciliación participa un equipo multidisciplinar de profesionales y se reúne a la víctima con miembros del clero.
"La mayoría dura entre una y tres horas", añadió Lalieux, que calculó que serán necesarios al menos dos años para tramitar las más de 600 demandas de conciliación introducidas.
La presidenta de la comisión apuntó la voluntad "reparadora" con la que acuden los miembros de la Iglesia a estas sesiones de arbitraje.
Según el primer informe sobre el funcionamiento del centro de arbitraje al que ha tenido acceso Efe, la mayoría de las víctimas son flamencas (72%), hombres (80%) y nacidas en las décadas de los cincuenta y los sesenta.
El plazo para solicitar una reparación comenzó en febrero de 2012 y terminó el pasado 31 de octubre.
Las víctimas o, en su caso, los familiares, pudieron introducir sus demandas de reparación simplemente rellenando un formulario tipo en internet.
En ese formulario se pedía a la víctima que explicase cuándo se produjeron los hechos, cómo ocurrieron y si se tenía información para identificar al agresor.
Poco después de conocerse el informe que reveló la gran magnitud de los casos de pederastia en su seno, la Conferencia Episcopal belga reconoció en una carta su voluntad de resarcir a las víctimas y su "responsabilidad moral" por unos actos "especialmente reprobables".