La ONU publicó un informe sobre los graves abusos de derechos humanos en la región china de Xinjiang, en el cual advirtió de posibles “crímenes contra la humanidad” y exhibió denuncias creíbles de torturas. El texto señala que la detención arbitraria y discriminatoria de uigures y miembros de otros grupos mayoritariamente musulmanes puede constituir crímenes internacionales, en particular crímenes contra la humanidad.