Eran las 11:30 de la noche del sábado en el IS 117, uno de los 81 refugios que la ciudad de Nueva York dispuso para evacuar a cerca de 370.000 habitantes de las comunidades costeras de la ciudad. En medio de un coliseo deportivo cientos de catres, frazadas y cartones de agua resguardaban a más de 150 familias que esperaban impacientemente la llegada de ‘Irene’.
“Lo que nos preocupa son las inundaciones y la falta de energía. Si los generadores eléctricos de emergencia también son alcanzados por el agua, estaremos en graves problemas”, decía Rose Meléndez, de 52 años, quien reside en Red Hook, Brooklyn, en el sureste de la ciudad.
Sin duda su miedo no era infundado. Cuando ‘Irene’ aterrizó sobre Coney Island, a las 9: 00 a.m. de ayer como tormenta tropical, sus vientos de 65 millas por hora y los nueve pies de lluvia que dejó a su paso fueron suficientes para que cientos de sectores fueran inundados causando la inmediata pérdida del fluido eléctrico. “Si bien anticipamos estas inundaciones y destrozos, la rapidez con que la tormenta se movió sobre nosotros ayudó a que la situación no fuera trágica”, dijo el alcalde Michael Bloomberg luego de la primera brigada de reconocimiento que hizo por la ciudad.
Sin embargo, la situación no es nada fácil para los cerca de 756.826 usuarios que permanecen sin fluido eléctrico a lo largo y ancho de Nueva York, ni mucho menos para los 680.000 que permanecen a oscuras en el estado de Nueva Jersey según reportes de los gobernadores Andrew Cuomo, de Nueva York, y Chris Christie, de Nueva Jersey.
Brooklyn, Queens, Staten Island y Queens fueron los condados más afectados por las inundaciones y los destrozos en la ciudad, así como una parte menor del bajo Manhattan, debido al desborde parcial del río Hudson, así como del río Bronx, en la parte alta de la ciudad. Lo preocupante para muchos de los afectados es la posibilidad de que el restablecimiento del fluido eléctrico en algunos sectores pueda tardar entre dos y tres días, como lo dieron a entender los reportes de Con Edison, empresa que abastece de electricidad.
Al cierre de esta edición, motobombas trabajaban sin descanso para desaguar sectores del metro que quedaron afectadas por el agua, con la esperanza de que el servicio volviera a la normalidad hoy en las horas de la mañana. No obstante, las inundaciones, los escombros y los desprendimientos de rieles sobre tres de los corredores férreos que entran y salen de Nueva York (Metro-North-LIRR) hacen pronosticar por lo menos dos días más sin este vital servicio que transporta cerca de medio millón de personas al día.
Según las primeras estimaciones, los daños causados por ‘Irene’ podrían elevarse más allá de los US$15.000 millones. No sólo la para de los aeropuertos, que no abrirán sus puertas hasta la mañana del martes, la de los trenes y la remoción de escombros, sino la restauración energética hacen pensar a muchos que la cifra pase esta proyección en los próximos días.
Mientras tanto, en la tarde de ayer gente de todas las edades salía a caminar por las calles para inspeccionar los destrozos ante la advertencia de las autoridades de permanecer bajo techo. “Tenemos que volver a la normalidad lo más pronto posible, somos neoyorquinos”, decía Aaron Escaturro mientras veía cómo un gigantesco árbol atravesaba la vía en su barrio de Elmhurst, Queens.
“No ha acabado”
Aunque el impacto de ‘Irene’ en Estados Unidos no fue tan traumático como se pensó cuando avanzaba por el Atlántico como un huracán categoría 4, el presidente Barack Obama se dirigió al país para pedir a los ciudadanos mantener las precauciones, porque el impacto podría extenderse durante los próximos días: “Las continuas lluvias pueden tener un impacto, incluso, bastante lejos del centro de la tormenta”, advirtió. ‘Irene’ tocó suelo estadounidense el sábado en Carolina del Norte siendo ya una tormenta tropical y su avance afectó los estados de Connecticut, Carolina del Norte, Florida, Nueva Jersey y Virginia. Su paso dejó 14 personas muertas y cerca de 4,5 millones de hogares sin suministro eléctrico.