De manera casi simultánea, y luego de quince días de polémica, el Consejo de Seguridad y el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas aceptaron discutir los resultados de un informe oficial publicado a mediados de septiembre sobre el ataque de Israel a la Franja de Gaza en diciembre y enero de este año.
El Informe Goldstone, elaborado a petición de la ONU por el abogado Richard Goldstone, revisó las acciones del ejército israelí durante las tres semanas que duró el ataque a la Franja de Gaza. Y aunque también condenó el actuar del grupo terrorista palestino Hamas, el reporte fue dedicado gran parte a denunciar el desmedido uso de la fuerza del ejército israelí e incluso acusó a sus líderes de violar la legislación internacional al usar fósforo blanco de manera desmedida. El mismo informe le pide al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que traslade el caso de la operación Plomo Fundido a la Corte Penal Internacional, en La Haya.
El documento causó un profundo malestar en Israel y en Estados Unidos. En Washington temen que el debate entorpezca el acercamiento entre Jerusalén y la Autoridad Palestina. Entre tanto, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, salió este fin de semana en defensa de los funcionarios israelíes que ordenaron la operación: “No dejaremos que Ehud Olmert (ex primer ministro), ni Tzipi Livni (ex ministra de Exteriores), ni Ehud Barak (ministro de Defensa), que enviaron a nuestros hijos a esa guerra, sean llevados ante la Corte Internacional”, dijo.
Este jueves, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU realizará una audiencia especial para analizar el informe. El Consejo de Seguridad lo hará este miércoles, según anunciaron portavoces de ambos organismos en la mañana del martes.
Entre el 27 de diciembre de 2008 y el 18 de enero de 2009, el ataque a la Franja de Gaza produjo 1.387 muertos. Según el Informe Goldstone, 773 eran civiles.