
Esta es la planta de enriquecimiento de uranio de Fordo, en Irán.
Foto: Agencia AFP
Hace dos años, se escuchó el estruendo de decenas de aviones de combate israelíes que, sobre el mar Mediterráneo, simulaban un ataque contra las instalaciones nucleares de Irán, un simulacro que las fuerzas de defensa israelíes anunciaron abiertamente como un ejercicio de “vuelo de largo alcance, reabastecimiento aéreo y ataque a objetivos distantes”.
El propósito del ejercicio no era simplemente intimidar a los iraníes. También estaba diseñado para enviar un mensaje al gobierno de Joe Biden: la fuerza aérea israelí se estaba entrenando para...
Por David E. Sanger, Eric Schmitt y Ronen Bergman | The New York Times
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