Manuela Vitoria de Araujo Farias, es el nombre de la joven que fue capturada por la Policía de Indonesia con 3 kg de cocaína a la isla de Bali. La joven de 19 años se podría enfrentar a un pelotón de fusilamiento de ser declarada culpable por el delito de tráfico internacional de drogas.
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La ciudadana procedente de Brasil voló desde su país vía Qatar, pero no fue sino hasta que llegó a territorio indonesio que se le encontraron los estupefacientes en su equipaje. La Fiscalía del país asiático argumenta que Farias estaba trabajando con una red de narcotraficantes y, por tanto, exigieron que reciba la pena máxima.
No obstante, el abogado de Farias, Davi Lira da Silva, declaró que la joven fue engañada por una banda criminal, que la manipuló, asegurándole que si viajaba hasta Bali, iba a poder visitar los templos budistas para rezar por la salud de su madre, que sufrió recientemente un derrame cerebral. Además, le prometieron que le iban a pagar lecciones de surf, una vez llegara al país.
Manuela Vitoria, quien vendía lencería y perfumes en Brasil, actualmente está bajo arresto, y su caso fue aplazado, por lo que su sentencia se anunciará a finales de este mes. Aunque la joven no sea sometida a pena de muerte, aún enfrentaría cadena perpetua en Indonesia, pues en este país la legislación antidrogas es una de las más estrictas del mundo. De igual manera, se conoció que las autoridades están realizando investigaciones sobre las personas que presuntamente le entregaron las drogas.
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Por su parte, la familia de la mujer creo una campaña de crowdfunding para poder pagar un experto en derecho internacional para que la apoye y la represente en el caso.
Política antidrogas en Indonesia
En Indonesia, la posesión, tráfico y fabricación de cualquier sustancia clasificada como ‘droga’ o ‘narcótico’, incluyendo drogas recreativas o sustancias que pueden ser legales en otros países, como derivados del cannabis en cualquier cantidad, son delitos graves.
Frente a estos delitos, las autoridades indonesias tienen una política de tolerancia cero y los detenidos se pueden enfrentar a largas penas de prisión o a la pena de muerte, tras un proceso judicial largo y costoso, sin posibilidad de libertad bajo fianza, mientras la policía realiza investigaciones previas al enjuiciamiento.
De acuerdo con el Consorcio Internacional sobre Políticas de Drogas, más de la mitad de los 404 condenados a muerte de Indonesia se enfrentan a la ejecución por cargos relacionados con las drogas, lo que lo hace uno de los países más peligrosos del mundo para portar o vender estupefacientes.
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La ONG publicó un informe en octubre del 2022, en el que se afirma que “la represión ha cobrado fuerza recientemente: de las 94 condenas a muerte de Indonesia registradas desde el comienzo de la pandemia, 80 fueron por delitos relacionados con las drogas (siete de los cuales eran ciudadanos extranjeros)”.