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El 4 de septiembre de 2022, Juan Pablo I será beatificado, luego de que en octubre pasado el papa Francisco reconociera un milagro realizado por su intercesión, a pesar de que su papado solo duró 33 días. ¿Cuál es el milagro que se le atribuye?
La argentina Candela Giarda fue diagnosticada con síndrome epiléptico por infección febril a sus 11 años, luego de que en 2011 presentara vómitos y fiebre, terminando en estado de coma y con apoyo de un respirador. El diagnóstico tomó tiempo en realizarse y había muy pocas posibilidades de que sobreviviera, y si lo hacía, se pensaba que podía quedar ciega y en estado vegetativo. Ante las imposibilidades médicas, su mamá optó por ir a la parroquia Nuestra Señora de la Rábida a rezar. Allí estaba el padre José Dabusti, quien encomendó a la niña a Juan Pablo I. Horas después, Giarda fue mejorando y la dieron de alta del hospital. Este es el milagro por el que el pontífice, que solo reinó por 33 días, será beatificado.
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“El cuadro clínico era muy grave, caracterizado por numerosas crisis epilépticas diarias y un estado séptico causado por una bronconeumonía. La iniciativa de invocar al Papa Luciani la había tomado el párroco de la parroquia a la que pertenecía el hospital, del que era muy devoto”, recordó Vatican News, el sitio del Vaticano. Por eso, el papa Francisco autorizó promulgar “el decreto sobre el milagro atribuido por intercesión del venerable siervo de Dios Juan Pablo I”, según se lee en un comunicado de la oficina de prensa del Vaticano.
Según se lee en La Nación, Juan Pablo I fue declarado siervo de Dios, el primer paso en el camino a la santidad, por su sucesor, Juan Pablo II, el 23 de noviembre de 2003. Y el papa Francisco confirmó su virtud heroica el 8 de noviembre de 2017, cuando lo proclamó venerable siervo de Dios, un segundo paso.
Conocido como el “Papa de los 33 días” y el “Papa de la sonrisa”, Albino Luciani (su nombre de pila) nació el 17 de octubre de 1912 en un pueblo de la región del Veneto, en el nordeste de Italia, y murió el 28 de septiembre de 1978 en el Palacio Apostólico del Vaticano, apenas 33 días después de haber sido elegido papa, el 26 de agosto de ese mismo año, a causa de un infarto.
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