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El nuevo juez de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos, Brett Kavanaugh, tomó posesión de su cargo y realizó el juramento en la Casa Blanca ayer, tras su polémico proceso de confirmación en el senado debido a las acusaciones en su contra de agresión sexual.
Kavanaugh, de 53 años, decidió cumplir con un compromiso que había adquirido durante su proceso de nominación: contratar en su equipo de ayudantes legales a puras mujeres, convirtiéndose en el primer magistrado del alto tribunal que lo hace.
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“Seré el primer juez en la historia del Tribunal Supremo que tiene un grupo de ayudantes formado enteramente por mujeres. Ese es quien soy yo”, afirmó Kavanaugh, quien tras su confirmación contrató a un primer grupo de cuatro juristas ayudantes.
Según el juez, que logró ocupar el cargo con una ajustada votación de 50 votos a favor y 48 en contra, su intención siempre ha sido contratar a más mujeres desde que leyó una información que mostraba la desigualdad en el acceso de hombres y mujeres a los puestos de ayudantes en el tribunal supremo y otros tribunales federales, explicó durante sus audiencias.
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Por su parte, el mandatario estadounidense, Donald Trump, quien postuló a Kavanaugh para el puesto, celebró la llegada a la Corte Suprema, recalcando su inocencia y pidiendo perdón públicamente, en nombre de todo el país, por las acusaciones en su contra.
“En nombre de todo el país, quiero disculparme con Brett y con toda la familia Kavanaugh por el dolor y sufrimiento que han tenido que pasar.Lo ocurrido viola cualquier noción de justicia, decencia y debido proceso", afirmó el mandatario.
Por - Redacción Internacional
