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"Es muy gratificante", dijo hoy Krugman, tras conocer la noticia, según informa en su página web la Universidad de Princeton (Nueva York.
El economista, autor de una veintena de libros y creador de nuevas teorías que han integrado por primera vez comercio internacional y geografía económica, señaló también que "todavía" no ha salido de su asombro por recibir el prestigioso premio internacional, y que seguro "tardará varios días" en asimilarlo.
Krugman, de 55 años y nacido en Albany (Nueva York), es también un conocido articulista del diario The New York Times, que se ha mostrado crítico con el neoliberalismo y las políticas económicas y de relaciones exteriores seguidas por la Administración del presidente George W. Bush.
La decana de la facultad de Economía de la Universidad de Princeton, Anne-Marie Slaughter, indicó que "Paul Krugman ha investigado sobre uno de los fenómenos más importantes de nuestro tiempo: la realización de políticas ante la rápida y al parecer inexorable globalización".
Las teorías de Krugman explican porqué el comercio mundial está dominado por unos pocos países que son similares entre ellos.
Slaughter, en la página web de la institución académica, indica que el nuevo Nobel de Economía es uno de los miembros más destacados de esa universidad y muy comprometido con los debates públicos.
"Lo felicitamos de todo corazón al haber sido honrado como el segundo laureado con el Nobel de Economía de esta facultad en tan solo seis años", señaló la académica, en referencia a que el profesor Daniel Kahneman también recibió ese galardón en 2002.
Por su parte, el diario The New York Times publica en su página web una entrevista con Krugman en la que este afirma que "hoy está siendo un día raro de manera positiva".
En 2004, Krugman fue distinguido con el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2004, cuyo jurado valoró su aportación en el conocimiento del comercio internacional y las finanzas, así como su preocupación por el tratamiento de las desigualdades regionales.
En esa ocasión se le reconoció su obra investigadora y su contribución notable al sentar las bases de la nueva teoría del comercio internacional y del desarrollo económico.
Krugman, además de su actual ocupación como catedrático de Economía en Princeton, fue miembro del consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca durante la presidencia de Ronald Reagan (1981-1989).
También es asesor del Banco Mundial (BM) y del Fondo Monetario Internacional (FMI), así como de la Comisión Trilateral (fundada en 1973 por personalidades de EE.UU., Japón y Europa) y de Naciones Unidas
Krugman simboliza lo que muchos describen como fin de una era
La concesión del Premio Nobel de Economía a Paul Krugman, quien culpa a las políticas fiscales y a la desregulación impulsada por la actual Casa Blanca de propiciar la actual crisis, es una señal de los nuevos tiempos que corren.
Galardonado por "sus análisis de los patrones de comercio y de la localización de la actividad económica", el economista estadounidense ha sido uno de los principales críticos de las políticas neoliberales del presidente George W. Bush.
La distinción llega justo después de que muchos de los expertos y funcionarios reunidos en Washington durante los últimos días con motivo de la asamblea anual del FMI y el Banco Mundial, que concluye hoy, pronosticaron el fin de una era que alcanzó su punto álgido con Bush, una en la que los mercados adquirieron estatus de sacrosantos.
El magnate George Soros es de los que piensan que la crisis mundial con epicentro en Estados Unidos, que ha forzado la acción coordinada y extraordinaria de Washington, sus socios europeos y otras capitales, supone un punto de inflexión.
Soros culpó el domingo a la fe en el mercado, que comenzó hace una generación durante el mandato del presidente estadounidense Ronald Reagan (1981-1989) y la primer ministra británica Margaret Thatcher (1979-1990), de las actuales turbulencias.
El multimillonario indicó que la noción de que los mercados corrigen sus excesos llevó a una masiva expansión de la financiación de la deuda que culminó con las hipotecas de alto riesgo y que personificó la mentalidad del dinero fácil, raíz, dijo, del desastre al que asistimos.
"Esa creencia se convirtió en el credo dominante y llevó a la globalización de los mercados, su desregulación y el creciente uso del endeudamiento en toda la ingeniería financiera", apuntó Soros en una entrevista con la cadena de televisión CNN.
"Estados Unidos ha estado devorando los ahorros del mundo como el centro de unos mercados globalizados. Eso se ha acabado e implica un ajuste muy serio para el país", pronosticó el inversor y filántropo.