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Uno de cada diez militantes del Estado Islámico (EI) es extranjero, de acuerdo con investigadores europeos. Datos revelados por la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA), después de que el presidente, Barack Obama, presentara la coalición internacional para luchar contra la amenaza yihadista, señalan que son 15.000 los militantes provenientes de 80 países que pasaron a engrosar las filas de la agrupación islamista en los últimos meses. De esos, 2.000 son de países occidentales, cifra que alertó aún más a varios gobiernos europeos.
Según cifras del centro de estudios estadounidense Soufan Group, Francia es el país que tiene más extranjeros en las filas del EI, seguido de Reino Unido. Entre los países musulmanes, Túnez, Arabia Saudita y Marruecos. Pero la zona de influencia crece peligrosamente: unos cuarenta ciudadanos malasios se han unido hasta la fecha, según informó el ministro de Interior malasio, Ahmad Sahid Hamidi, quien llamó a la población a rechazar los extremismos y proteger la imagen del país.
El informe de la CIA es preocupante, pues además señala que EI tiene hasta entre 20.000 y 31.500 combatientes en sus filas, aproximadamente el doble de lo que calculaba antes del mes de mayo. Estos números suponen un aumento de al menos 10.000 milicianos en los últimos meses, debido a un “reclutamiento mayor desde junio tras los éxitos (del EI) en el campo de batalla y la declaración de un califato”, explicó el portavoz bajo la condición de anonimato a la agencia Efe.
Se calcula que más de un centenar de estadounidenses ha luchado con grupos rebeldes —no sólo con el EI— desde el comienzo de la guerra civil en Siria hace tres años. Desde enero de este año hasta ahora, el número de ciudadanos de EE.UU. combatiendo en Siria se ha duplicado. A medida que el EI se ha hecho más fuerte en los últimos meses, más extranjeros se han desplazado a Siria e Irak para luchar en sus filas, lo que ha obligado a las autoridades europeas y estadounidenses a aumentar sus recursos para detenerlos antes de que salgan de sus países de origen. Para evitar que otros ciudadanos occidentales se sientan atraídos por el EI, Estados Unidos realiza desde hace un año una campaña de contrapropaganda (“Piénsalo otra vez, date la vuelta”) en las redes sociales, un medio muy usado por los terroristas para captar militantes en todo el mundo.
Las cifras del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres, son más preocupantes. Sus informes señalan que EI cuenta con 50.000 hombres sólo en Siria, de los cuales 20.000 serían extranjeros. El Estado Islámico asegura contar con otros 30.000 milicianos en el frente abierto en Irak.
En un informe publicado hace unas semanas, el responsable de la organización, Rami Abdelrahman, reveló que había 6.000 nuevos reclutas llegados al EI en el último mes. Uno de cada seis llegó de Europa, China, Chechenia o cualquier otro país musulmán, normalmente del Norte de África.
El gran temor, según dijo en Bagdad el presidente francés François Hollande, es que los yihadistas que luchan en Irak y Siria vuelvan a sus países de origen en Europa para cometer atentados terroristas. “EI es una amenaza global y todos debemos asumir la responsabilidad para erradicar el terrorismo por completo de Oriente Medio. Irak está haciendo frente cara a cara a la amenaza del terrorismo, que, procedente de Siria, es capaz de movilizar a combatientes de todo el mundo”.