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Es la primera vez en la historia que una africana ejerce uno de los principales cargos de la justicia mundial.La elección de Bensouda revive el debate sobre la persecución de la corte a líderes políticos de África. La CPI mantiene investigaciones en siete países del continente negro, en donde los jueces han dictado 20 órdenes de detención, pero sólo han sido detenidos seis sospechosos.“Abriré nuevas investigaciones en África si debo hacerlo, pero no vacilaré en abrirlas en otros lugares si se cumplen los criterios del Estatuto de Roma”, asegura Bensouda. “He dicho que soy africana y mi candidatura ha recibido el apoyo de la Unión Africana, pero soy la fiscal de 121 países (firmantes del Estatuto)”, añadió.A sus 50 años, la nueva fiscal ha enfatizado su preocupación por los crímenes de género y la violencia sexual de la que miles de niños son víctimas en el mundo. De hecho, el primer caso que tratará en su jefatura será uno contra Thomas Lubanga, exlíder de la Unión Congoleña de Patriotas, acusado del reclutamiento de menores. La fiscalía ha pedido 30 años de cárcel para Lubanga, pero si muestra arrepentimiento e intenta reparar a los afectados la Corte contemplaría rebajar la sentencia a 20 años.Bensouda era la segunda al mando de la CPI desde 2004. También se había desempeñado como acusadora del Tribunal Penal Internacional para Ruanda y como fiscal y abogada general del Estado de Gambia.