Automóviles estadounidenses de los años 50, un centro histórico lleno de calles adoquinadas, palacios y fortificaciones y sin ningún rascacielos son parte del encanto que fascina a los numerosos turistas que visitan Cuba. En 2018 fueron 4,75 millones de personas. Le puede interesar: La Habana nació bajo un árbol hace 500 años
La población es la que más sufre por las sanciones estadounidenses que han provocado, entre otras cosas, escasez de gasolina en la isla. Pero Roberto Molina, un pescador de 69 años que se instala cada día en el Malecón, mantiene la sonrisa. "El habanero es alegre, si está triste es porque es un aburrido. Si resuelves hoy, resolviste. Si no resuelves mañana, te jodiste. Pero de todas maneras vas a resolver", dice.
Se espera que representantes de numerosos países extranjeros acudan a la ciudad para esas festividades. El sábado los recibirá el presidente Miguel Díaz-Canel durante una ceremonia de inauguración del Capitolio renovado.
Una multitud de habitantes respeta cada año esa tradición que, según dicen, trae buena suerte y que se debe al hecho de que la primera misa y el primer cabildo en La Habana se celebraron a la sombra de una ceiba, el 16 de noviembre de 1519. Según los expertos, ese fue el acto fundador de esta ciudad de 2,1 millones de habitantes, creada por colonos españoles y que permaneció bajo poder de España hasta 1898.