La meta está en el Palacio de Miraflores

Son los candidatos que aspiran derrotar a Hugo Chávez en las elecciones del próximo año. Promueven el discurso de la unidad venezolana y el respeto por la democracia. Su carrera hacia la Presidencia comenzó en la noche del lunes, cuando acudieron al primer debate en la Universidad Católica Andrés Bello de la ciudad de Caracas, la primera prueba de una larga carrera. Todos forman parte de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), creada en la víspera de las elecciones legislativas del año anterior como la suma de todas las fuerzas que aspiran a un país sin Hugo Chávez al mando.

Hasta el 12 de febrero del próximo año, fecha en la que se celebrarán las primarias de la oposición, competirán en campaña por ganar la aprobación de la gente. Todos tienen a Chávez como adversario común, pero en esa fecha los votos escogerán cuál de los cinco debe continuar en campaña hasta el 7 de octubre, cuando se decida el futuro de la jefatura de Estado.

Son cinco los aspirantes: Henrique Capriles Randoski, actual gobernador del estado de Miranda; Leopoldo López, exgobernador del municipio de Chacao: Pablo Pérez, hoy gobernador del estado de Zulia; María Corina Machado, diputada de la Asamblea Nacional, y Diego Arria, diplomático y expresidente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (1993).

Para Chávez, los cinco “representan al capitalismo, representan a la burguesía. Por más que se traten de disfrazar, se les ve el bojote, representan lo peor del imperialismo, representan esa fatalidad, ellos son la fatalidad, son como jinetes del apocalipsis”.

El Espectador habló con dos de los candidatos: Henrique Capriles, quien lidera los sondeos de las primarias con el 36% de la intención de voto, y María Corina Machado, la única mujer en contienda.

‘Chávez debe cerrar el ciclo’, Henrique Capriles Radonski

Usted es favorito para la consulta de la MUD. En caso de ganar, ¿con qué estrategia planea derrotar al presidente Chávez?

Estamos en proceso de desarrollarla. No creo que haya que presentar las cartas que vamos a utilizar. Ahora, hace tiempo que la de Chávez es una campaña de televisión: es un estudio que se desplaza a donde él se desplaza. Yo aspiro a hacer una campaña de cuerpo a cuerpo, de mucha presencia en todos los rincones del país. Ese ha sido mi éxito como gobernador, alcalde y diputado, y aspiro que así sea el éxito para ganar la presidencia y ser un buen presidente.

¿Cree usted que la MUD tardó mucho en consolidar su proyecto y le permitió al oficialismo avanzar con grandes pasos?

Creo que eso ya es una etapa superada, más que superada. Estamos hablando de un proceso electoral al que no se asistió en el año 2005. Ya estamos en el 2011, seis años después, y somos un proyecto sólido.

La enfermedad de Hugo Chávez ¿va a afectar la campaña electoral?

Yo no emito juicios sobre la enfermedad del presidente, porque ni soy médico ni tengo injerencia en el tema. Sin embargo, creo que la salud del presidente debe ser un tema público, transparente, pero no hago juicios de valor. Cuando me han preguntado, he dicho que quisiera que el candidato sea Chávez, y todo indica que así va a ser.

¿Por qué quiere que la disputa sea con Chávez?

Porque creo que Chávez tiene que cerrar el ciclo. Él lo abrió y él lo tiene que cerrar. Me refiero a esta época y este gobierno. Son 13 años, y un buen cierre sería que terminara perdiendo en un proceso electoral, no por cuenta de una enfermedad. Que no vayamos a tener un mártir o algo por el estilo. Considero que la reelección indefinida que se aprobó en Venezuela no es positiva para la democracia y es muy importante que sea derrotada con votos.

Chávez ha dicho que, de triunfar la oposición, serían suprimidos los programas sociales emprendidos por su gobierno...

Es absolutamente falso. Los programas sociales no son de Chávez sino de los venezolanos. Así como el petróleo es de los venezolanos y todos los recursos son para los venezolanos. Tiene que ser así y ese es el gran reto que tenemos para el futuro: que la mayor parte de nuestro pueblo tenga acceso a los bienes que son de todos. Yo digo que los programas hay que mejorarlos. Son programas que han venido decayendo en cuanto a eficiencia y a la población que abarcan. Se trata de mejorarlos y de hacer los que no se han hecho.

¿Qué opinión tiene de los precandidatos que enfrenta para las primarias del próximo 12 de febrero?

Las primarias son una competencia entre liderazgos y creo que cada liderazgo tiene su trayectoria que está puesta al conocimiento de todos. Sin duda alguna hay diferencias, no digo significativas, porque al final el proyecto de unidad es la suma de todas las ideas y de todas las propuestas, pero puede haber algunas visiones distintas. Va a ser un proceso de calentamiento, de organización de cara a la elección general del próximo año.

¿Usted reconoce algo positivo del gobierno del presidente Hugo Chávez?

Ha sido positivo que el gobierno haya puesto el tema de la pobreza en primer lugar. Generar ese debate en el país era absolutamente necesario. El problema es que no es suficiente reconocer a la pobreza y creo que en eso su gobierno se quedó corto. Los venezolanos merecemos una mejor vida. Merecemos un país unido. Creo que la división de Venezuela, agrietada por el gobierno, ha sido un gran error.

‘La historia nos puso un desafío’, María Corina Machado

Ahora que están en campaña, ¿cree que entre los precandidatos puede haber fricciones que debiliten la imagen de la MUD?

La democracia es debate y contraste de ideas. Obviamente hay un compromiso suscrito que va mucho más allá que el hecho de haber firmado un documento y haber empeñado la palabra. Los venezolanos entendemos que hay un fin superior y no tengo duda alguna de que la unidad se va a preservar. No podemos confundir una cosa con la otra; tiene que haber debates y, al final, un voto consciente. Soy la única candidata mujer independiente y hay un sector importantísimo del país que no está representado en la opción política del oficialismo. Ellos tienen una voz en el movimiento que estamos aglutinando y haciendo crecer.

Cuando dice “fin superior”, ¿se refiere a la derrota de Hugo Chávez?

Los venezolanos hemos aprendido mucho. Ya son 13 años en los que Venezuela ha recibido más ingresos que en toda su historia, pero son también 13 años de fracaso, y la fuerza de los hechos es contundente. Hoy vemos a un país empobrecido, ensangrentado y dividido entre ciudadanos. No es solamente un problema de partidos y sus dirigentes, sino que es el momento en el que toda la sociedad tiene que reaccionar para defender lo que cree. Eso le estoy diciendo a la nación: la Venezuela, rentista, centralista, populista nos ha llevado a la concentración del poder y ahora domina el militarismo y el autoritarismo representado en el régimen del presidente Chávez. Es hora de presentarle al país un nuevo modo de vida.

¿Cómo llegar a la gente que cree que no hay nada diferente a Hugo Chávez?

Creo que la evidencia es contundente. Hoy vemos una Venezuela destruida en su realidad, en su capacidad productiva, sus servicios básicos están en ruinas. Pero reconocemos que no basta con esta razón. Hay que lograr profundas emociones y convicciones. El régimen ha encontrado en la intimidación política una herramienta poderosa. Sin embargo, con esa convicción, que tiene que ver con la libertad, con el respeto, con la dignidad humana, algo se puede cambiar. Los venezolanos somos gente buena, noble, trabajadora. Históricamente hemos arriesgado mucho, no sólo por nuestra libertad sino por la libertad de otros. Nuevamente, la historia nos ha puesto este gran desafío por delante: enfrentarnos a un régimen que ha acumulado muchísimo poder económico, militar y mediático.

Chávez también declaró que el país en manos de la oposición sería ingobernable...

Durante años, el presidente le ha dicho al mundo entero que su ausencia representaría el caos para Venezuela y que su salida sería un regreso al pasado. En este momento, el pasado es el presidente Chávez. Venezuela va a avanzar por una ruta de construcción democrática, de fortalecimiento institucional, de inclusión genuina, de superación de la pobreza por la vida del empleo productivo, de inversión en el país. No de la dependencia del Estado, pues eso perpetúa la pobreza. Este régimen dice que quiere a los pobres y sí, los quiere, pero pobres. Los necesitan dependientes del Estado para poder ejercer un chantaje político, económico y social.

La enfermedad de Chávez ¿podría cambiar el panorama político de Venezuela?

Vemos el tema con mucha frustración frente a la ausencia de información clara y responsable sobre lo que está ocurriendo. Tenemos lo que presentan los medios y los rumores que corren por allí. No ha habido un informe serio que permita saber cuál es el escenario. Por eso queremos definir la agenda. Si hay un sector donde la situación del presidente genera controversia, tensiones y divisiones es dentro del propio oficialismo.