La polémica vida de la esposa del presidente de Zimbabue
Grace Mugabe está acusada de agresión contra dos mujeres en Sudáfrica. Pertenece al club de mujeres de dictadoras más derrochadoras y muy poco simpáticas.
redacción internacional
Robert Mugabe, presidente de Zimbabue, tiene 94 años y lleva gobernando el país 30 años. Tiene dos matrimonios. El segundo, contraído en 1996, con Grace Mugabe, una polémica mujer que acaba de ser demandada en Sudáfrica por agresión.
Una de las presuntas víctimas, una joven de 20 años de edad, afirma que en la noche del domingo se encontraba en un hotel con amigos cuando fue agredida por la esposa del presidente Robert Mugabe, que se encontraba en una habitación aledaña.
"Estábamos tranquilamente en nuestra habitación y ella vino para golpearnos. Tengo una herida abierta en la frente. Soy modelo y el dinero lo gano con mi look", declaró Gabriella Engels al diario sudafricano The Times.
Según una persona cercana a la víctima que solicitó el anonimato, Grace Mugabe buscaba a sus hijos, que en realidad se encontraban en otra habitación. El ministro sudafricano de Policía, Fikile Mbalula, anunció que la esposa de Mugabe se había presentado ante la policía y comparecería ante la justicia.
Una noticia que no causó sorpresa, pues Grace Mugabe ha hecho una reputación de agresiva y poco tolerante. Pertenece al club de mujeres de dictadores que más derrochan dinero en el extranjero y menos querida por el pueblo.
De acuerdo con reportes de prensa, se la pasa viajando por Europa y África, gasta a manos llenas en lujosos almacenes, mientras Zimbabue pasa por duros tiempos económicos.
Desde que llegó a la vida de Mugabe es acusada de ser una mala influencia. Es más, dicen que su ambición desmedida hizo que el mandatario comenzara a acumular una cuantiosa fortuna. Según un artículo publicado por The New York Times, la influencia de Grace contada en un cable de WikiLeaks, asegura llevó a la familia a implicarse en le extracción ilegal de diamantes, entre otras polémicas actividades.
Desde que llegó a la vida de Mugabe comenzó a aumentar sus cuentas y propiedades: es dueña de una granja y de una procesadora de leche. La polémica más reciente de la pareja fue en 2016 cuando el presidente de Zimbabue le regaló, como presente de su décimo aniversario, un anillo de $1,4 millones de dólares. Su pueblo pasa penurias por falta de desarrollo.
Y es claro que el pueblo no la quiere. Grace conoció a Robert Mugabe cuando su primera esposa (de nacionalidad ghanesa) cayó enferma. Grace, secretaria de la Presidencia, tenía aspiraciones y se acercó más al adolorido mandatario, a pesar de que éste le llevaba 41 años de diferencia. Ella, casada también, se separó y convenció al hombre más poderoso de Zimbabue de casarse.
Pero ella quiere más. Por eso en 2014 decidió que, en vista del poco interés de los hijos del presidente por la política, ella sería su sucesora. Quiere establecer una dinastía familiar. Se convirtió en la Presidenta de la Liga de las Mujeres de la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF), el partido en el poder, y desde entonces se ha ganado más de una enemistad.
No sólo obtuvo un doctorado de la Universidad de Zimbabue sin asistir a clases, sino que es el verdadero poder detrás del trono. El doctorado llega por la cantidad de ciudadanos que quieren entrar en política más preparados que ella. El vicepresidente, por ejemplo, apoyado por buena parte del país, sería el sucesor perfecto. Ella ya se aseguró de que no lo logre.
Habrá elecciones presidenciales en 2018 y Mugabe, preso de los achaques de la edad, se duerme, se le olvidan los discursos y ya no aparece mucho en público. Un cable de WikiLeaks hablaba de que Mugabe tenía un cáncer de próstata terminal.
Por eso el escándalo por agresión la afecta. Si sus aspiraciones presidenciales son reales, debe asegurarse de ganar, al menos, el favor de algunos países. Grace ya se está preparando. No sólo es la única administradora de la fortuna de su marido (que asciende a más de mil millones de dólares en el extranjero) sino que se está asegurando una vida de lujos...
Robert Mugabe, presidente de Zimbabue, tiene 94 años y lleva gobernando el país 30 años. Tiene dos matrimonios. El segundo, contraído en 1996, con Grace Mugabe, una polémica mujer que acaba de ser demandada en Sudáfrica por agresión.
Una de las presuntas víctimas, una joven de 20 años de edad, afirma que en la noche del domingo se encontraba en un hotel con amigos cuando fue agredida por la esposa del presidente Robert Mugabe, que se encontraba en una habitación aledaña.
"Estábamos tranquilamente en nuestra habitación y ella vino para golpearnos. Tengo una herida abierta en la frente. Soy modelo y el dinero lo gano con mi look", declaró Gabriella Engels al diario sudafricano The Times.
Según una persona cercana a la víctima que solicitó el anonimato, Grace Mugabe buscaba a sus hijos, que en realidad se encontraban en otra habitación. El ministro sudafricano de Policía, Fikile Mbalula, anunció que la esposa de Mugabe se había presentado ante la policía y comparecería ante la justicia.
Una noticia que no causó sorpresa, pues Grace Mugabe ha hecho una reputación de agresiva y poco tolerante. Pertenece al club de mujeres de dictadores que más derrochan dinero en el extranjero y menos querida por el pueblo.
De acuerdo con reportes de prensa, se la pasa viajando por Europa y África, gasta a manos llenas en lujosos almacenes, mientras Zimbabue pasa por duros tiempos económicos.
Desde que llegó a la vida de Mugabe es acusada de ser una mala influencia. Es más, dicen que su ambición desmedida hizo que el mandatario comenzara a acumular una cuantiosa fortuna. Según un artículo publicado por The New York Times, la influencia de Grace contada en un cable de WikiLeaks, asegura llevó a la familia a implicarse en le extracción ilegal de diamantes, entre otras polémicas actividades.
Desde que llegó a la vida de Mugabe comenzó a aumentar sus cuentas y propiedades: es dueña de una granja y de una procesadora de leche. La polémica más reciente de la pareja fue en 2016 cuando el presidente de Zimbabue le regaló, como presente de su décimo aniversario, un anillo de $1,4 millones de dólares. Su pueblo pasa penurias por falta de desarrollo.
Y es claro que el pueblo no la quiere. Grace conoció a Robert Mugabe cuando su primera esposa (de nacionalidad ghanesa) cayó enferma. Grace, secretaria de la Presidencia, tenía aspiraciones y se acercó más al adolorido mandatario, a pesar de que éste le llevaba 41 años de diferencia. Ella, casada también, se separó y convenció al hombre más poderoso de Zimbabue de casarse.
Pero ella quiere más. Por eso en 2014 decidió que, en vista del poco interés de los hijos del presidente por la política, ella sería su sucesora. Quiere establecer una dinastía familiar. Se convirtió en la Presidenta de la Liga de las Mujeres de la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF), el partido en el poder, y desde entonces se ha ganado más de una enemistad.
No sólo obtuvo un doctorado de la Universidad de Zimbabue sin asistir a clases, sino que es el verdadero poder detrás del trono. El doctorado llega por la cantidad de ciudadanos que quieren entrar en política más preparados que ella. El vicepresidente, por ejemplo, apoyado por buena parte del país, sería el sucesor perfecto. Ella ya se aseguró de que no lo logre.
Habrá elecciones presidenciales en 2018 y Mugabe, preso de los achaques de la edad, se duerme, se le olvidan los discursos y ya no aparece mucho en público. Un cable de WikiLeaks hablaba de que Mugabe tenía un cáncer de próstata terminal.
Por eso el escándalo por agresión la afecta. Si sus aspiraciones presidenciales son reales, debe asegurarse de ganar, al menos, el favor de algunos países. Grace ya se está preparando. No sólo es la única administradora de la fortuna de su marido (que asciende a más de mil millones de dólares en el extranjero) sino que se está asegurando una vida de lujos...