La política exterior de China en medio de la conflictividad internacional
El ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, señaló que la relación con Estados Unidos ha mejorado, pero que Washington todavía tiene “percepciones equivocadas” y no ha cumplido sus compromisos. Además, advirtió a los países que apoyen la independencia de Taiwán que “probarán el fruto amargo”.
Daniel Felipe Rodríguez Rincón
Estabilidad, globalización y cooperación sin hegemonías. Estos son los tres principios que seguirá la política exterior de China en 2024, según explicó este miércoles el ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, durante un encuentro con medios de comunicación. Tres estandartes que, no obstante, serán difíciles de blandir en medio de la conflictividad de 2024.
De Gaza a Taiwán, hasta Ucrania, Myanmar y Sudán, múltiples frentes abiertos lastran la diplomacia mundial y configuran bandos en un tablero donde las grandes potencias suelen alinearse en un extremo u otro, creando presiones adicionales en conflictos donde las naciones emergentes suelen llevar la peor parte.
En este tenso escenario, China quiere apostarle al multilateralismo. Mientras el Legislativo del país asiático continúa reunido en el evento político más importante del año -la decimocuarta Asamblea Nacional del Pueblo (ANP), que se desarrolla en Pekín por estos días-, el ministro de Relaciones Exteriores explicó la estrategia que seguirá en materia de política exterior.
En su intervención, el ministro de Relaciones Exteriores de China hizo un barrido por las relaciones internacionales de China y remarcó la posición que ha tomado el gigante asiático en los principales conflictos que hoy ocupan la atención internacional.
¿Cómo están las relaciones entre Estados Unidos y China y por qué el gobierno de Xi Jinping acusa a Washington de no cumplir sus compromisos? Así mismo, ¿qué espera Pekín del conflicto entre Israel y Hamás y cuál es el rol que quiere tomar el país asiático en Latinoamérica y África? Esas fueron algunas de las preguntas que respondió el canciller chino.
“Estados Unidos dice una cosa y hace otra”
Sobre la siempre tensa relación entre Estados Unidos y China, el ministro de Relaciones Exteriores mencionó que el encuentro entre Joe Biden y Xi Jinping, en noviembre pasado, fue “histórico” y que esta cita ha bajado la temperatura entre las dos economías globales.
“Las relaciones entre Estados Unidos y China atañe al futuro de la humanidad, sea como sea la situación internacional. China mantiene su política de estabilidad con Estados Unidos y asume una postura razonable”, dijo Wang, quien agregó que Washington ha mostrado intenciones de “no desvincularse de China” y se refirió a los compromisos del presidente Joe Biden de no permitir una nueva guerra fría (con el país asiático) ni de apoyar la independencia de Taiwán.
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Hasta este punto, los mensajes de Wang eran conciliadores y pacifistas, si se quiere, pero el matiz de su intervención fue otro cuando la prensa internacional le pidió referirse a los bloqueos que mantiene Estados Unidos a las empresas chinas y que, a la fecha, impiden que Pekín adquiera o tenga acceso a tecnología desarrollada por empresas estadounidenses.
“Estados Unidos sigue con sus equivocadas percepciones sobre China y no ha cumplido sus compromisos. Las medidas de represión contra China se repiten una tras otra y la lista de sanciones unilaterales se hace más larga. Estados Unidos dice una cosa y hace otra, ¿dónde está su credibilidad como país grande?”, sentenció Wang.
Seguidamente, el ministro bajó el tono de su pronunciamiento e hizo un llamado a la sana competencia (unas palabras con connotaciones comerciales) con la primera economía global. “Los desafíos que tiene Estados Unidos vienen de sí mismos (desde adentro) y no de China. Invitamos a Estados Unidos a conocer el desenvolvimiento de la historia”, agregó.
Escalada de tensiones en Taiwán
En tiempos recientes, las relaciones entre Taiwán y China se han resquebrajado. Corrientes independistas han tomado fuerza en la isla y amenazan el horizonte de una China unificada. El conflicto adquiere otro cariz porque se tiene la creencia de que Estados Unidos ayudaría a defender Taiwán “en caso de un ataque no provocado”, llegó a decir Joe Biden.
Por estos días en que China está trazando su rumbo en 2024, el gobierno de Xi Jinping continuará defendiendo la consigna de una sola China. “Las tensiones (con Taiwán) no son nada más que reacciones locales. Taiwán forma parte de China y no cambiará”, sentenció Wang Yi.
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El alto funcionario del gobierno de Xi Jinping declaró que China seguirá adelante con su perspectiva de reunificación pacífica. Acto seguido, Wang lanzó una advertencia a los países que apoyen una eventual independencia de la isla más grande de China y la segunda provincia que más aporta al Producto Interno Bruto (PIB) de China, tras Hong Kong: “Si alguien sigue desafiando la soberanía de China y sosteniendo relaciones de carácter oficial, está interviniendo con los intereses de China. Más de 180 países apoyan la teoría de una China unificada”, puntualizó Wang.
China y el conflicto Israel-Hamás
Sobre el conflicto entre Israel y Hamás, que toma lugar en territorio palestino, Wang señaló ante la prensa internacional que “China apoya firmemente la causa justa del pueblo palestino de recuperar sus derechos nacionales y se compromete a una solución integral y justa”.
El representante de la diplomacia china señaló que el conflicto en Gaza deja, a la fecha, unas 30.000 víctimas mortales e hizo un llamado a la liberación de los cautivos y al cese de todas las acciones contra civiles. “Esta catástrofe advierte al mundo que, una vez más, el territorio palestino ha sido ocupado. No se puede pasar a las siguientes generaciones esta injusticia histórica”, añadió el alto funcionario.
Finalmente, Wang reclamó el ingreso de Palestina como miembro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). “Llamamos a cierto miembro del Consejo de Seguridad de la ONU a no poner obstáculos al respecto”, señaló Wang en una clara pulla a Estados Unidos.
La relación con la Unión Europea
En un año en que se conmemora el vigésimo aniversario de las relaciones diplomáticas entre la Unión Europea (UE) y China, el mensaje de Wang fue que los lazos pueden avanzar “de forma expedita”.
El funcionario informó que en 2023 se registraron 17.000 despachos desde China a unos 25 países del viejo continente. “Una China poderosa pasa por los intereses europeos. No prosperará la cooperación entre bloques si no se aboga por las ganancias compartidas”, aseveró el canciller.
Una visión china de la geopolítica
Las palabras “estabilidad”, “cooperación” y “desarrollo compartido” fueron pronunciadas constantemente por Wang Yi, quien reiteró que China pretende perfilarse como una “fuerza de paz”.
En un momento en que la credibilidad de los bloques ha sido cuestionada, China reafirmó su lealtad al derecho internacional y a la ONU. “China sostiene que en el mundo solo existe un sistema: el centrado en la ONU. Solo existe un conjunto de normas para las relaciones internacionales y ningún país debe actuar a su antojo. No hay que reinventar la rueda”, dijo Wang.
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En 2024, la diplomacia del gigante asiático pasará una prueba de fuego por cuenta de la conflictividad internacional, donde el doble rasero es moneda de cambio. Con una economía en recuperación y ambiciosas metas de crecimiento para 2024 (de alrededor de un 5 %, según informó el gabinete económico en los últimos días), el país asiático está empeñado en tejer lazos comerciales y no en echarle más leña al fuego de los conflictos internacionales. Como lo mencionó el mismo Wang, “el mundo actual está lejos de ser tranquilo”.
*Enviado especial de El Espectador en Beijing, China.
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Estabilidad, globalización y cooperación sin hegemonías. Estos son los tres principios que seguirá la política exterior de China en 2024, según explicó este miércoles el ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, durante un encuentro con medios de comunicación. Tres estandartes que, no obstante, serán difíciles de blandir en medio de la conflictividad de 2024.
De Gaza a Taiwán, hasta Ucrania, Myanmar y Sudán, múltiples frentes abiertos lastran la diplomacia mundial y configuran bandos en un tablero donde las grandes potencias suelen alinearse en un extremo u otro, creando presiones adicionales en conflictos donde las naciones emergentes suelen llevar la peor parte.
En este tenso escenario, China quiere apostarle al multilateralismo. Mientras el Legislativo del país asiático continúa reunido en el evento político más importante del año -la decimocuarta Asamblea Nacional del Pueblo (ANP), que se desarrolla en Pekín por estos días-, el ministro de Relaciones Exteriores explicó la estrategia que seguirá en materia de política exterior.
En su intervención, el ministro de Relaciones Exteriores de China hizo un barrido por las relaciones internacionales de China y remarcó la posición que ha tomado el gigante asiático en los principales conflictos que hoy ocupan la atención internacional.
¿Cómo están las relaciones entre Estados Unidos y China y por qué el gobierno de Xi Jinping acusa a Washington de no cumplir sus compromisos? Así mismo, ¿qué espera Pekín del conflicto entre Israel y Hamás y cuál es el rol que quiere tomar el país asiático en Latinoamérica y África? Esas fueron algunas de las preguntas que respondió el canciller chino.
“Estados Unidos dice una cosa y hace otra”
Sobre la siempre tensa relación entre Estados Unidos y China, el ministro de Relaciones Exteriores mencionó que el encuentro entre Joe Biden y Xi Jinping, en noviembre pasado, fue “histórico” y que esta cita ha bajado la temperatura entre las dos economías globales.
“Las relaciones entre Estados Unidos y China atañe al futuro de la humanidad, sea como sea la situación internacional. China mantiene su política de estabilidad con Estados Unidos y asume una postura razonable”, dijo Wang, quien agregó que Washington ha mostrado intenciones de “no desvincularse de China” y se refirió a los compromisos del presidente Joe Biden de no permitir una nueva guerra fría (con el país asiático) ni de apoyar la independencia de Taiwán.
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Hasta este punto, los mensajes de Wang eran conciliadores y pacifistas, si se quiere, pero el matiz de su intervención fue otro cuando la prensa internacional le pidió referirse a los bloqueos que mantiene Estados Unidos a las empresas chinas y que, a la fecha, impiden que Pekín adquiera o tenga acceso a tecnología desarrollada por empresas estadounidenses.
“Estados Unidos sigue con sus equivocadas percepciones sobre China y no ha cumplido sus compromisos. Las medidas de represión contra China se repiten una tras otra y la lista de sanciones unilaterales se hace más larga. Estados Unidos dice una cosa y hace otra, ¿dónde está su credibilidad como país grande?”, sentenció Wang.
Seguidamente, el ministro bajó el tono de su pronunciamiento e hizo un llamado a la sana competencia (unas palabras con connotaciones comerciales) con la primera economía global. “Los desafíos que tiene Estados Unidos vienen de sí mismos (desde adentro) y no de China. Invitamos a Estados Unidos a conocer el desenvolvimiento de la historia”, agregó.
Escalada de tensiones en Taiwán
En tiempos recientes, las relaciones entre Taiwán y China se han resquebrajado. Corrientes independistas han tomado fuerza en la isla y amenazan el horizonte de una China unificada. El conflicto adquiere otro cariz porque se tiene la creencia de que Estados Unidos ayudaría a defender Taiwán “en caso de un ataque no provocado”, llegó a decir Joe Biden.
Por estos días en que China está trazando su rumbo en 2024, el gobierno de Xi Jinping continuará defendiendo la consigna de una sola China. “Las tensiones (con Taiwán) no son nada más que reacciones locales. Taiwán forma parte de China y no cambiará”, sentenció Wang Yi.
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El alto funcionario del gobierno de Xi Jinping declaró que China seguirá adelante con su perspectiva de reunificación pacífica. Acto seguido, Wang lanzó una advertencia a los países que apoyen una eventual independencia de la isla más grande de China y la segunda provincia que más aporta al Producto Interno Bruto (PIB) de China, tras Hong Kong: “Si alguien sigue desafiando la soberanía de China y sosteniendo relaciones de carácter oficial, está interviniendo con los intereses de China. Más de 180 países apoyan la teoría de una China unificada”, puntualizó Wang.
China y el conflicto Israel-Hamás
Sobre el conflicto entre Israel y Hamás, que toma lugar en territorio palestino, Wang señaló ante la prensa internacional que “China apoya firmemente la causa justa del pueblo palestino de recuperar sus derechos nacionales y se compromete a una solución integral y justa”.
El representante de la diplomacia china señaló que el conflicto en Gaza deja, a la fecha, unas 30.000 víctimas mortales e hizo un llamado a la liberación de los cautivos y al cese de todas las acciones contra civiles. “Esta catástrofe advierte al mundo que, una vez más, el territorio palestino ha sido ocupado. No se puede pasar a las siguientes generaciones esta injusticia histórica”, añadió el alto funcionario.
Finalmente, Wang reclamó el ingreso de Palestina como miembro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). “Llamamos a cierto miembro del Consejo de Seguridad de la ONU a no poner obstáculos al respecto”, señaló Wang en una clara pulla a Estados Unidos.
La relación con la Unión Europea
En un año en que se conmemora el vigésimo aniversario de las relaciones diplomáticas entre la Unión Europea (UE) y China, el mensaje de Wang fue que los lazos pueden avanzar “de forma expedita”.
El funcionario informó que en 2023 se registraron 17.000 despachos desde China a unos 25 países del viejo continente. “Una China poderosa pasa por los intereses europeos. No prosperará la cooperación entre bloques si no se aboga por las ganancias compartidas”, aseveró el canciller.
Una visión china de la geopolítica
Las palabras “estabilidad”, “cooperación” y “desarrollo compartido” fueron pronunciadas constantemente por Wang Yi, quien reiteró que China pretende perfilarse como una “fuerza de paz”.
En un momento en que la credibilidad de los bloques ha sido cuestionada, China reafirmó su lealtad al derecho internacional y a la ONU. “China sostiene que en el mundo solo existe un sistema: el centrado en la ONU. Solo existe un conjunto de normas para las relaciones internacionales y ningún país debe actuar a su antojo. No hay que reinventar la rueda”, dijo Wang.
Puede interesarle: ¿Tuvo efecto el mensaje de Taylor Swift en las primarias del “supermartes”?
En 2024, la diplomacia del gigante asiático pasará una prueba de fuego por cuenta de la conflictividad internacional, donde el doble rasero es moneda de cambio. Con una economía en recuperación y ambiciosas metas de crecimiento para 2024 (de alrededor de un 5 %, según informó el gabinete económico en los últimos días), el país asiático está empeñado en tejer lazos comerciales y no en echarle más leña al fuego de los conflictos internacionales. Como lo mencionó el mismo Wang, “el mundo actual está lejos de ser tranquilo”.
*Enviado especial de El Espectador en Beijing, China.
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