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El número dos del departamento de Estado, Antony Blinken, aseguró ante el parlamento de su país que un acuerdo nuclear con Irán garantizará "para siempre" que Teherán no se dotará de una bomba atómica. Las palabras llegan días después de que el recién reelecto primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, diera un discurso en esta misma instancia, asegurando que el avance hacia un pacto con el país persa representa una amenaza no solo para la existencia de Israel sino para toda la humanidad.
Si bien el discurso de Netanyahu, así como sus promesas de última hora de ampliar la construcción de asentamientos ilegales en territorios palestinos y garantizar la indivisibilidad de Jerusalén, pudo haberle garantizado algunos réditos electorales, no tuvo efectos significativos sobre los diálogos que el G5+1 (compuestos por los miembros del Consejo de Seguridad y Alemania) adelanta con Irán –y tal vez no era esto lo que Bibi esperaba-.
Este jueves, el secretario de Estado John Kerry estuvo de visita en Lausana, Suiza, para negociar con su homólogo iraní, Mohamad Javad Zarif, y acelerar el ciclo de conversaciones para sellar un acuerdo antes del 31 de marzo. El acuerdo, además de convertirse en un importantísimo avance en la política exterior hacia la seguridad mundial, podría poner fin a doce años de creciente hostilidad entre Irán y Occidente y cambiar las lógicas de las relaciones internacionales en Oriente Medio. Especialmente, cambiaría el enfoque de Estados Unidos hacia la región –y tal vez esto no le agrade mucho a Netanyahu, que tiene a Irán como su archienemigo y a Washington como su principal aliado-.
Un acuerdo con Teherán sería un importante logro de Barack Obama en política exterior. Y quizás su único gran logro en relación a Oriente Medio, una región que convulsiona entre la guerra civil siria, el surgimiento del Estado Islámico y la falta de una solución al conflicto palestino-israelí.
Pero nada garantiza que esto llegue a un final feliz. Ahora las negociaciones se dan en un momento crucial en el que ambas partes deben decidir si prolongan sus discusiones más allá de este viernes para que el ritmo alcanzado no decaiga. "Existe la impresión de que podemos tener un acuerdo, pero esto requerirá mucho movimiento de la parte iraní en los próximos días", dijo a la agencia Efe un negociador europeo. El diplomático sostuvo que la decisión de las delegaciones de permanecer en Lausana dependerá del avance "substancial" que pueda observarse sea al final de las reuniones de este jueves o viernes. "Es una negociación muy difícil, esperamos resultados, pero no estoy seguro de que estemos cerca de un acuerdo porque todavía hay ciertas dificultades. Cuando los iraníes dicen que estamos muy cerca de un acuerdo, pienso que no es cierto", declaró la fuente, que pidió no ser identificada.
Mientras esto sucedía en Lausana, Blinken, el funcionario del Departamento de Estado intentaba responder con sus declaraciones en Washington a las inquietudes de algunos representantes sobre la eventualidad de que un acuerdo de duración limitada, por ejemplo de 10 años, permita a Irán relanzar su programa nuclear al término de ese plazo y desarrollar una bomba. "Eso simplemente no es verdad", dijo en una audiencia en la Cámara de Representantes. "Al contrario, Irán carecerá para siempre del derecho a desarrollar un arma nuclear, y nosotros tendremos una mayor capacidad para detectar los esfuerzos iraníes para hacerlo".
Aunque algunas restricciones en contra del país persa están diseñadas para ser levantadas "después de un periodo importante", otras se mantendrían "indefinidamente, incluyendo un régimen de inspección y vigilancia estricta y verificable" por la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), insistió. Blinken también aseguró que la dimensión militar del programa nuclear debería ser incluida en un eventual acuerdo final.
"Para los temas que no hacen parte del acuerdo (intermedio), incluido el tema crucial de una posible dimensión militar del programa iraní en el pasado o actualmente, Irán no cooperó con la solicitud de la AIEA, y en efecto eso debe ser parte de todo acuerdo", señaló el diplomático.