La respuesta de una víctima de las Farc que dejó frío al embajador Francisco Santos

El embajador de Colombia en Washington, Francisco Santos, dejó por unos minutos sus funciones diplomáticas para emprender de nuevo en su oficio como periodista. En un video en vivo posteado en el Facebook de la embajada, el diplomático entrevistó a Víctor Martínez, un empresario colombiano que por el conflicto armado se exilió en Estados Unidos y tras años de trabajo consolidó dos restaurantes mexicanos En reconocidos en la capital norteamericana.

Con un tono informal, acompañados por unas margaritas y los famosos totopos mexicanos, Santos introdujo a Martínez como propietario de dos restaurantes mexicanos que genera 70 empleos en Washington. De poco a poco, el empresario comenzó a narrar las vicisitudes que vivió durante el recrudecimiento de la violencia en los territorios más afectados por la presencia de la guerrilla.

Entre los hechos más dolorosos y que lo impulsaron a salir del país fueron el asesinato de un compañero de trabajo y el secuestro de su esposa en Acacías, Meta. Su primer año en Estados Unidos, los sorteó entre el aprendizaje del idioma y un trabajo en un restaurante mexicano, que más adelante se convirtió en su propiedad. Lea también: "Tuvimos una reunión muy productiva con el New York Times", dice Cancillería

Así fue cómo construyó su empresa y “construyó patria” en Estados Unidos, como lo manifestó. Durante más de media hora, Martínez habló de su experiencia fuera del país y los problemas para arrancar desde cero en el extranjero. Sin embargo, el momento que dejó en silencio al embajador fue cuando le preguntó sobre su opinión por el proceso de paz en calidad de víctima.

Martínez: Es un tema muy complejo, la paz es aquí y en cualquier parte del mundo.

Embajador: ¿A cualquier costo?

Martínez: A cualquier costo.

Embajador: ¿Y si le hubieran violado a una hija?

Martínez: La paz es eso, desafortunadamente. Tenemos que aprender de procesos de paz como en El Salvador. Tengo muchísima gente que viene de El Salvador, y me cuentan historias que son desgarradoras […] hay que perdonar, porque a mí me tocó vivir muertos y mutilados. Un niño de 11 años, una cosita así, nos quemó un helicóptero. El comandante le dijo: ‘vaya y queme ese helicóptero’. Yo vi 47 muertos en Orito, Putumayo. Estuve en tomas en San Pablo, Bolívar […] En la ciudad no saben lo que es la guerra, pero la gente que vive afuera en las veredas, en el campo, ellos sí saben lo que es la guerra”, contestó el empresario.

Sin otro argumento y absorto por la respuesta a Santos no le quedó sino decir que “Me parece que ese es un punto de vista absolutamente válido”, a lo que Martínez replicó que él había presenciado la muerte y la mutilación de primera mano.

El embajador de Colombia en Washington, Francisco Santos, dejó por unos minutos sus funciones diplomáticas para emprender de nuevo en su oficio como periodista. En un video en vivo posteado en el Facebook de la embajada, el diplomático entrevistó a Víctor Martínez, un empresario colombiano que por el conflicto armado se exilió en Estados Unidos y tras años de trabajo consolidó dos restaurantes mexicanos En reconocidos en la capital norteamericana.

Con un tono informal, acompañados por unas margaritas y los famosos totopos mexicanos, Santos introdujo a Martínez como propietario de dos restaurantes mexicanos que genera 70 empleos en Washington. De poco a poco, el empresario comenzó a narrar las vicisitudes que vivió durante el recrudecimiento de la violencia en los territorios más afectados por la presencia de la guerrilla.

Entre los hechos más dolorosos y que lo impulsaron a salir del país fueron el asesinato de un compañero de trabajo y el secuestro de su esposa en Acacías, Meta. Su primer año en Estados Unidos, los sorteó entre el aprendizaje del idioma y un trabajo en un restaurante mexicano, que más adelante se convirtió en su propiedad. Lea también: "Tuvimos una reunión muy productiva con el New York Times", dice Cancillería

Así fue cómo construyó su empresa y “construyó patria” en Estados Unidos, como lo manifestó. Durante más de media hora, Martínez habló de su experiencia fuera del país y los problemas para arrancar desde cero en el extranjero. Sin embargo, el momento que dejó en silencio al embajador fue cuando le preguntó sobre su opinión por el proceso de paz en calidad de víctima.

Martínez: Es un tema muy complejo, la paz es aquí y en cualquier parte del mundo.

Embajador: ¿A cualquier costo?

Martínez: A cualquier costo.

Embajador: ¿Y si le hubieran violado a una hija?

Martínez: La paz es eso, desafortunadamente. Tenemos que aprender de procesos de paz como en El Salvador. Tengo muchísima gente que viene de El Salvador, y me cuentan historias que son desgarradoras […] hay que perdonar, porque a mí me tocó vivir muertos y mutilados. Un niño de 11 años, una cosita así, nos quemó un helicóptero. El comandante le dijo: ‘vaya y queme ese helicóptero’. Yo vi 47 muertos en Orito, Putumayo. Estuve en tomas en San Pablo, Bolívar […] En la ciudad no saben lo que es la guerra, pero la gente que vive afuera en las veredas, en el campo, ellos sí saben lo que es la guerra”, contestó el empresario.

Sin otro argumento y absorto por la respuesta a Santos no le quedó sino decir que “Me parece que ese es un punto de vista absolutamente válido”, a lo que Martínez replicó que él había presenciado la muerte y la mutilación de primera mano.