La salida en falso del jefe de prensa de Donald Trump

En una rueda de prensa, Sean Spicer, jefe de comunicaciones del gobierno de Donald Trump, estaba hablando sobre la responsabilidad del presidente de Siria, Bashar Al-Asad, en el ataque que involucró químicos en la ciudad de Jan Sheijun, al noroeste de ese país, ocurrido la semana pasada. Entonces Spicer dijo: “Ya sabes, ni siquiera alguien tan despreciable como Hitler se rebajó a utilizar armas químicas. De modo que si eres Rusia tienes que preguntarte: ¿ése es un régimen con el que te quieres aliar?”. Spicer habría tenido razón de no haber olvidado un detalle mayúsculo: las cámaras de gas que Hitler utilizó para exterminar a los judíos de toda Europa durante la Segunda Guerra Mundial.

El químico más utilizado por Hitler durante su exterminio, al que eran expuestos los judíos que habían sufrido un régimen de tortura en los campos de concentración, era el Zyklon B, un pesticida a base de cianuro. La mayoría de las víctimas del químico fueron judíos alemanes —quienes desde los años treinta habían sido privados de su nacionalidad por su creencia religiosa a través de las leyes de Núremberg—. De modo que Spicer, cuando trató de explicarse después de su salida en falso, cometió otro error por falta de precisión histórica: “Él (Hitler) no lanzó el gas sobre su propio pueblo del mismo modo en que Al-Asad lo hizo”. Sí, Hitler lo hizo: la única diferencia es que el químico fue dispersado a través de tuberías. Pero el método no cambia el contenido.

“En campos de concentración como Auschwitz, Mauthausen y Sachsenhausen —recuerdo la página Politifact—, los judíos fueron secuestrados en vehículos de ganado y forzado a tomar ‘duchas’, donde los guardias liberaban el gas. En el punto más alto de las deportaciones, un estimado de 6.000 judíos morían cada día en las cámaras de gas de Auschwitz”. Hitler mismo fue víctima de las armas químicas. Durante su participación en la Primera Guerra Mundial como soldado del ejército alemán, quedó ciego de manera temporal por la utilización de un gas durante una rebatiña. En su régimen, la experimentación con químicos y drogas fue un pilar esencial de máquina de exterminio.

Una precisión adicional a los comentarios de Spicer. Antes de hablar de Al-Asad, aseguró: “Nosotros nunca usamos armas químicas durante la Segunda Guerra Mundial”. En eso sí tiene razón: Estados Unidos nunca lanzó una bomba química durante aquella guerra. Lanzó dos bombas nucleares.

En una rueda de prensa, Sean Spicer, jefe de comunicaciones del gobierno de Donald Trump, estaba hablando sobre la responsabilidad del presidente de Siria, Bashar Al-Asad, en el ataque que involucró químicos en la ciudad de Jan Sheijun, al noroeste de ese país, ocurrido la semana pasada. Entonces Spicer dijo: “Ya sabes, ni siquiera alguien tan despreciable como Hitler se rebajó a utilizar armas químicas. De modo que si eres Rusia tienes que preguntarte: ¿ése es un régimen con el que te quieres aliar?”. Spicer habría tenido razón de no haber olvidado un detalle mayúsculo: las cámaras de gas que Hitler utilizó para exterminar a los judíos de toda Europa durante la Segunda Guerra Mundial.

El químico más utilizado por Hitler durante su exterminio, al que eran expuestos los judíos que habían sufrido un régimen de tortura en los campos de concentración, era el Zyklon B, un pesticida a base de cianuro. La mayoría de las víctimas del químico fueron judíos alemanes —quienes desde los años treinta habían sido privados de su nacionalidad por su creencia religiosa a través de las leyes de Núremberg—. De modo que Spicer, cuando trató de explicarse después de su salida en falso, cometió otro error por falta de precisión histórica: “Él (Hitler) no lanzó el gas sobre su propio pueblo del mismo modo en que Al-Asad lo hizo”. Sí, Hitler lo hizo: la única diferencia es que el químico fue dispersado a través de tuberías. Pero el método no cambia el contenido.

“En campos de concentración como Auschwitz, Mauthausen y Sachsenhausen —recuerdo la página Politifact—, los judíos fueron secuestrados en vehículos de ganado y forzado a tomar ‘duchas’, donde los guardias liberaban el gas. En el punto más alto de las deportaciones, un estimado de 6.000 judíos morían cada día en las cámaras de gas de Auschwitz”. Hitler mismo fue víctima de las armas químicas. Durante su participación en la Primera Guerra Mundial como soldado del ejército alemán, quedó ciego de manera temporal por la utilización de un gas durante una rebatiña. En su régimen, la experimentación con químicos y drogas fue un pilar esencial de máquina de exterminio.

Una precisión adicional a los comentarios de Spicer. Antes de hablar de Al-Asad, aseguró: “Nosotros nunca usamos armas químicas durante la Segunda Guerra Mundial”. En eso sí tiene razón: Estados Unidos nunca lanzó una bomba química durante aquella guerra. Lanzó dos bombas nucleares.