Publicidad

'Las maras no creían en una tregua'

El presidente salvadoreño, Mauricio Funes, dice que en su país no se puede instalar un régimen como el cubano o el venezolano.

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
P. De Llano, J. J. Dalton / Especial El País, San Salvador
31 de enero de 2014 - 09:10 p. m.
Mauricio Funes, presidente de El Salvador desde 2009, durante un discurso en San Salvador sobre la paz. / EFE
Mauricio Funes, presidente de El Salvador desde 2009, durante un discurso en San Salvador sobre la paz. / EFE
Foto: EFE - Roberto Escobar
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

Carlos Mauricio Funes ganó las elecciones de 2009 con el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Mañana, el país elige nuevo mandatario en un duelo entre el izquierdista FMLN y el partido tradicional de la derecha, Arena. Sin embargo, se prevé que ninguno logrará mayoría y que habrá segunda vuelta en marzo. La violencia entre pandillas ha sido el mayor reto del gobierno de Funes, que tras firmar una tregua en 2012 está en el blanco de la polémica. La derecha lo acusa de haber pactado con criminales. Él responde que el acuerdo fue una decisión que tomaron los líderes de las pandillas y que lo único que hizo su gobierno fue “facilitar” el proceso.

¿Qué significa que lo facilitaron?

Los dirigentes de las pandillas que están en cárceles de máxima seguridad y en otros centros penales tomaron un día la decisión de no agredirse en la disputa de los territorios y de romper la cadena de venganzas entre pandillas. Yo pienso que llegaron al convencimiento de que no tenía sentido seguir eliminándose entre ellos. Pero para poder llevar a cabo esto necesitaban tener comunicación con los pandilleros que estaban en la calle, y no podían tener esa comunicación porque tenían medidas especiales de control. Lo que hizo el Gobierno fue provocar el traslado de algunos líderes de pandillas a cárceles donde las restricciones son menores, pero siempre dentro de la ley, y eso les permitió establecer una comunicación más directa con sus bases a través de los familiares.

¿Usted cree que esos líderes decidieron la tregua para salvar vidas?

Creo que se dieron cuenta de que estaban pagando la factura mayor.

¿No buscaban beneficios penitenciarios?

No les dimos beneficios penitenciarios. Aquí se ha dicho, por ejemplo, que el Gobierno les permitía un mayor número de visitas íntimas, que les permitía modificar su régimen alimenticio o que les permitía plasmas o televisores para las horas de ocio. Eso lo contempla la ley penitenciaria, dentro de la política de rehabilitación existe la posibilidad de que un reo mejore su alimentación y tenga acceso al entretenimiento.

¿Así que la tregua no fue iniciativa suya?

No, ni mía ni de las autoridades de seguridad pública.

Entonces, ¿lo que provocó un descenso de los homicidios no fue una decisión planificada de su gobierno sino una decisión de jefes criminales desde las cárceles?
Pero es que esa decisión de los pandilleros no se hubiera dado en gobiernos anteriores.

¿Por qué?

Sencillamente porque ellos no creían en esta posibilidad, ya que los dos gobiernos anteriores apostaron por la mano dura y por la mano superdura. El gobierno del expresidente Flores inició el proceso que llamó de mano dura, y el gobierno siguiente, el de Antonio Saca, tenía el lema: “A los malacates se les acabó la fiesta, nosotros los vamos a perseguir”.

Dicen que el candidato de su partido, Salvador Sánchez, es “bolivariano”.

No es cierto. Esa es una visión distorsionada de la evolución que ha habido en el FMLN. No cabe duda alguna de que es un partido identificado con las transformaciones que se han llevado a cabo en Venezuela, pero eso no significa que Sánchez Cerén y su equipo vayan a tomar las decisiones que se están tomando en Venezuela. El FMLN es un equipo pragmático que se ha adaptado a las nuevas circunstancias y se ha dado cuenta de lo que es posible hacer y lo que no.

¿Qué no se puede hacer?

No se puede instalar un régimen como el cubano o el venezolano. No podemos tener un enfrentamiento con Estado Unidos siendo que la tercera parte de nuestra población vive allí.

Por P. De Llano, J. J. Dalton / Especial El País, San Salvador

Conoce más

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscríbete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.