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La tercera encíclica de Francisco “Fratelli Tutti” (hermanos todos) que se publicó hoy, es la respuesta que ofrece el papa para construir “un mundo más justo y fraterno en sus relaciones cotidianas”. El texto, el de mayor rango en el magisterio de un papa, está dividido en 287 puntos y ocho capítulos.
Esta vez, el texto reflexiona sobre cómo la emergencia sanitaria mundial ha servido para demostrar que “nadie se salva solo” y que ha llegado el momento de que “soñemos como una única humanidad”.
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El papa Francisco escribió en su nueva encíclica que “la fragilidad de los sistemas mundiales frente a la pandemia ha evidenciado que no todo se resuelve con la libertad de mercado” y que existe la necesidad de “rehabilitar una sana política que no esté sometida al dictado de las finanzas”.
Cuidar el mundo que nos rodea y contiene es cuidarnos a nosotros mismos. Pero necesitamos constituirnos en un “nosotros” que habita la casa común. #TiempoDeLaCreación #FratelliTutti
— Papa Francisco (@Pontifex_es) October 4, 2020
Se trata de un documento que recoge el legado del mensaje del papa en este pontificado, ya que es un resumen de los varios documentos y pensamientos que ha ido desgranando en estos siete años. Aquí le explicamos la nueva encíclica del papa Francisco en diez puntos:
Ideologías y conflictos:
El papa Francisco explicó que la idea de unidad del pueblo y de la nación –penetrada por diversas ideologías– crea nuevas formas de egoísmo y de pérdida del sentido social “enmascaradas bajo una supuesta defensa de los intereses nacionales (...) La historia da muestras de estar volviendo atrás. Se encienden conflictos anacrónicos que se consideraban superados, resurgen nacionalismos cerrados, exasperados, resentidos y agresivos”.
El mundo tras el coronavirus
Y cuando se habla de la pandemia, Francisco señala que “más allá de las diversas respuestas que dieron los distintos países, se evidenció la incapacidad de actuar conjuntamente”. Francisco insiste en que la peor reacción pasada la crisis sanitaria sería caer aún más “en una fiebre consumista”.
“Ojalá no nos olvidemos de los ancianos que murieron por falta de respiradores, en parte como resultado de sistemas de salud desmantelados año tras año. Ojalá que tanto dolor no sea inútil, que demos un salto hacia una forma nueva de vida y descubramos definitivamente que nos necesitamos y nos debemos los unos a los otros”.
Entrego esta encíclica social como un humilde aporte a la reflexión para que, frente a diversas y actuales formas de eliminar o de ignorar a otros, seamos capaces de reaccionar con un nuevo sueño de fraternidad y de amistad social que no se quede en las palabras. #FratelliTutti pic.twitter.com/aTd91mU8dz
— Papa Francisco (@Pontifex_es) October 3, 2020
Derechos sin fronteras
Francisco insistió en que nadie puede quedar excluido, no importa dónde haya nacido, "y menos a causa de los privilegios que otros poseen porque nacieron en lugares con mayores posibilidades”. El papa explicó, por ejemplo, que es inaceptable que alguien tenga menos derechos por ser mujer y agregó que “es igualmente inaceptable que el lugar de nacimiento o de residencia ya de por sí determine menores posibilidades de vida digna y de desarrollo”.
Migrantes
Además de hablar los derechos sin fronteras, el papa agregó que los migrantes no son considerados suficientemente dignos para participar en la vida social como cualquier otro.
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“Nunca se dirá que no son humanos pero, en la práctica, con las decisiones y el modo de tratarlos, se expresa que se los considera menos valiosos, menos importantes, menos humanos”.
El mercado solo no resuelve todo
Frente a la pandemia, Francisco insistió en que el coronavirus expuso la fragilidad de los sistemas mundiales y que "no todo se resuelve con la libertad de mercado”.
“El mercado solo no resuelve todo, aunque otra vez nos quieran hacer creer este dogma de fe neoliberal. Se trata de un pensamiento pobre, repetitivo, que propone siempre las mismas recetas frente a cualquier desafío que se presente”.
No hay guerras justas
"Es muy difícil sostener los criterios racionales madurados en otros siglos para hablar de una posible guerra justa, a pesar de que en el catecismo “se hable de la posibilidad de la legitima defensa mediante la fuerza militar”
Reforma de la ONU
El papa insistió en que es necesaria una reforma de la Organización de las Naciones Unidas, así como de la arquitectura económica y financiera internacional “para que se dé una concreción real al concepto de familia de naciones”.
Es decir que “se evite que se trate de una autoridad cooptada por unos pocos países, y que a su vez impidan imposiciones culturales o el menoscabo de las libertades básicas de las naciones más débiles a causa de diferencias ideológicas”.
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El populismo
“Hay líderes populares capaces de interpretar el sentir de un pueblo (...) Pero deriva en insano populismo cuando se convierte en la habilidad de alguien para cautivar en orden a instrumentalizar políticamente la cultura del pueblo, con cualquier signo ideológico, al servicio de su proyecto personal y de su perpetuación en el poder”.
Las religiones al servicio de la fraternidad
Francisco explicó que el diálogo entre personas de distintas religiones no se hace sólo por diplomacia, amabilidad o tolerancia. “Las distintas religiones (...) ofrecen un aporte valioso para la construcción de la fraternidad y para la defensa de la justicia en la sociedad”.
La política no está al servicio de la economía
“La política no debe someterse a la economía y esta no debe someterse a los dictámenes y al paradigma eficientista de la tecnocracia”.