Los ataques a soldados se convierten en rutina en Cisjordania

 Los ataques palestinos contra puestos de control militares israelíes en el territorio ocupado de Cisjordania se han multiplicado en el último mes, dando la medida del aumento de la tensión tras el incendio provocado por extremistas judíos que quemaron viva a una familia palestina a finales de julio.

Si bien no ha producido la oleada de violencia que muchos temían tras el terrible ataque -en el que murió un bebé de 18 meses y su padre y que dejó a la madre y otro hermano de cuatro años heridos de extrema gravedad- los ataques individuales, especialmente en las inmediaciones de asentamientos judíos o en los "check points" militares se han multiplicado por cuatro.

Según datos del Ejército, frente a los 29 atentados que se habían producido en Cisjordania entre enero y finales de julio, desde el incidente de Duma (el 31 de julio), ha habido 15 ataques.

La mayoría han sido de individuos palestinos con cuchillos que han apuñalado a soldados o policías de frontera, en la mayor parte de casos provocando heridas leves.

Pero también se han producido supuestos atropellamientos premeditados, lanzamiento de cócteles molotov y, anoche, el lanzamiento de un artefacto explosivo contra un puesto de control cerca de Belén, que provocó heridas leves a un soldado.

"En 2014 se ejecutaron unos cien ataques, alrededor de 30 de ellos contra civiles, además del secuestro y asesinato de tres adolescentes", señaló a Efe una portavoz del Ejército.

El año anterior, agregó, hubo 70 ataques, de los que 40 fueron contra civiles (incluido un secuestro y asesinato), una cifra superior al 2013, cuando se registraron 40 ataques, la mitad a civiles.

Además de estos, están los casos de lanzamiento de piedras y de cócteles molotov, en general contra vehículos, puestos militares o paradas de autobús frecuentadas por colonos, que en ocasiones también causan heridos y que en los últimos años han aumentado, aunque en menor medida.

Según el Ejército, en 2014 "hubo 5.250 incidentes de lanzamiento de piedras y 1.500 de cócteles molotov", cifras que en 2013 fueron de 5.100 y 1.000 y, un año antes, de 4.400 y 550.

"Ha habido un aumento considerable de atentados en las últimas semanas", señaló a Efe la portavoz policial Luba Samri, que considera que este "no se puede atribuir cien por cien a lo que pasó en Duma, aunque ha tenido gran influencia".

El incidente violento contra la familia palestina, atribuido a extremistas judíos y que motivó duras condenas por parte de las autoridades israelíes, palestinas e internacionales, "ha incitado a la violencia y el nacionalismo en ambas partes", lamentó la portavoz policial.

Samri remarca que, además de incrementarse un 30 % los ataques en Cisjordania entre 2013 y 2014, "aumentaron en un 98 % las personas involucradas", lo que indica que el fenómeno se extiende.

Tras el ataque de Duma, el movimiento islamista Hamás difundió un comunicado en el que aseguró que todos los soldados y colonos israelíes eran a partir de ese momento "objetivos legítimos de la resistencia armada" e instó a la población a "iniciar una guerra total contra Israel" en vez de quedarse esperando a que los colonos lleguen a atacar sus "pueblos y familias".

Las agresiones, sin embargo, al igual que muchas de los perpetradas en los últimos meses, siguen más un patrón de lo denominado como actos de "lobos solitarios" que el de una actividad organizada y coordinada.

Pese a que recientemente el servicio secreto interior israelí, Shin Bet, anunció la detención de dos células terroristas en Cisjordania, la mayoría de incidentes parecen llevados a cabo por jóvenes sin conexión política.

En varios de ellos los atacantes han resultado muertos por fuego israelí, el último este lunes, cuando las fuerzas israelíes dispararon contra un palestino que había atacado con un cuchillo a un soldado en un puesto de control.

El sábado, día en que se registraron dos ataques, también uno de los atacantes resultó muerto, y el otro herido, por disparos en respuesta de los soldados, tras herir a sendos agentes en puestos de control en Cisjordania.

Antes de este último repunte, el analista israelí Yosi Melman reflexionaba en el diario "Maariv" que "la raíz del problema es la falta de esperanza de un horizonte diplomático y de vislumbrar cambios en la situación y un futuro mejor", ante la inexistencia de un proceso de paz y el continuo avance de la colonización.

 Los ataques palestinos contra puestos de control militares israelíes en el territorio ocupado de Cisjordania se han multiplicado en el último mes, dando la medida del aumento de la tensión tras el incendio provocado por extremistas judíos que quemaron viva a una familia palestina a finales de julio.

Si bien no ha producido la oleada de violencia que muchos temían tras el terrible ataque -en el que murió un bebé de 18 meses y su padre y que dejó a la madre y otro hermano de cuatro años heridos de extrema gravedad- los ataques individuales, especialmente en las inmediaciones de asentamientos judíos o en los "check points" militares se han multiplicado por cuatro.

Según datos del Ejército, frente a los 29 atentados que se habían producido en Cisjordania entre enero y finales de julio, desde el incidente de Duma (el 31 de julio), ha habido 15 ataques.

La mayoría han sido de individuos palestinos con cuchillos que han apuñalado a soldados o policías de frontera, en la mayor parte de casos provocando heridas leves.

Pero también se han producido supuestos atropellamientos premeditados, lanzamiento de cócteles molotov y, anoche, el lanzamiento de un artefacto explosivo contra un puesto de control cerca de Belén, que provocó heridas leves a un soldado.

"En 2014 se ejecutaron unos cien ataques, alrededor de 30 de ellos contra civiles, además del secuestro y asesinato de tres adolescentes", señaló a Efe una portavoz del Ejército.

El año anterior, agregó, hubo 70 ataques, de los que 40 fueron contra civiles (incluido un secuestro y asesinato), una cifra superior al 2013, cuando se registraron 40 ataques, la mitad a civiles.

Además de estos, están los casos de lanzamiento de piedras y de cócteles molotov, en general contra vehículos, puestos militares o paradas de autobús frecuentadas por colonos, que en ocasiones también causan heridos y que en los últimos años han aumentado, aunque en menor medida.

Según el Ejército, en 2014 "hubo 5.250 incidentes de lanzamiento de piedras y 1.500 de cócteles molotov", cifras que en 2013 fueron de 5.100 y 1.000 y, un año antes, de 4.400 y 550.

"Ha habido un aumento considerable de atentados en las últimas semanas", señaló a Efe la portavoz policial Luba Samri, que considera que este "no se puede atribuir cien por cien a lo que pasó en Duma, aunque ha tenido gran influencia".

El incidente violento contra la familia palestina, atribuido a extremistas judíos y que motivó duras condenas por parte de las autoridades israelíes, palestinas e internacionales, "ha incitado a la violencia y el nacionalismo en ambas partes", lamentó la portavoz policial.

Samri remarca que, además de incrementarse un 30 % los ataques en Cisjordania entre 2013 y 2014, "aumentaron en un 98 % las personas involucradas", lo que indica que el fenómeno se extiende.

Tras el ataque de Duma, el movimiento islamista Hamás difundió un comunicado en el que aseguró que todos los soldados y colonos israelíes eran a partir de ese momento "objetivos legítimos de la resistencia armada" e instó a la población a "iniciar una guerra total contra Israel" en vez de quedarse esperando a que los colonos lleguen a atacar sus "pueblos y familias".

Las agresiones, sin embargo, al igual que muchas de los perpetradas en los últimos meses, siguen más un patrón de lo denominado como actos de "lobos solitarios" que el de una actividad organizada y coordinada.

Pese a que recientemente el servicio secreto interior israelí, Shin Bet, anunció la detención de dos células terroristas en Cisjordania, la mayoría de incidentes parecen llevados a cabo por jóvenes sin conexión política.

En varios de ellos los atacantes han resultado muertos por fuego israelí, el último este lunes, cuando las fuerzas israelíes dispararon contra un palestino que había atacado con un cuchillo a un soldado en un puesto de control.

El sábado, día en que se registraron dos ataques, también uno de los atacantes resultó muerto, y el otro herido, por disparos en respuesta de los soldados, tras herir a sendos agentes en puestos de control en Cisjordania.

Antes de este último repunte, el analista israelí Yosi Melman reflexionaba en el diario "Maariv" que "la raíz del problema es la falta de esperanza de un horizonte diplomático y de vislumbrar cambios en la situación y un futuro mejor", ante la inexistencia de un proceso de paz y el continuo avance de la colonización.