Las primeras horas al llegar a Montreal se pasan tratando de descifrarla. Por momentos parece grande, explayada y enorme, al estilo estadounidense. En otros, la arquitectura, los pequeños bares y cafés se convierten acogedores puntos urbanos que se asemejan a Europa. ¿Está interesado en salir del país a estudiar o a buscar mejores oportunidades? Esta ciudad, desde hace mucho, se convirtió en un lugar donde confluyen culturas de todo el mundo, y ahora aumentó su intento por atraer migrantes como respuesta a un proceso social y demográfico.
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El gobierno de Quebec, provincia a la cual pertenece Montreal, tiene sus propias lógicas. Comenzando por su propósito de mantener el francés como idioma preponderante en su territorio —desde 1977 es la lengua oficial—. Todo esto en respuesta a una lucha histórica entre la población francesa y la inglesa. No por nada Montreal es la segunda ciudad francófona más grande, después de París. Lo interesante, sin embargo, es que pese a tener bases de identidad muy marcadas, tiene un desarrollo cultural y social absolutamente diverso y abierto frente al extranjero.
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Por lo tanto, sí; la fachada es francesa, pero no se asuste, porque en su interior se esconde el mundo en una misma ciudad. De hecho, el 70 % de los migrantes en Quebec residen en Montreal; es decir, el 34 % de la población total, según el último censo realizado en 2016. Recorrer las calles es una vitrina a todo tipo de idiomas: francés, inglés, italiano, árabe, español, mandarín.
La influencia migrante es tan fuerte que el gobierno local no solo la ha defendido sino que entendió la importancia de poblar una región que con los años tiende a envejecer, a reproducirse cada vez menos —una política que se destaca en tiempos donde las ultraderechas dominantes de otros países promueven todo lo contrario—. En el último informe del Instituto de la Estadística de la provincia, en 2016 la fecundidad tuvo una tasa de 1,59 niños por mujer, menor a los 1,73 registrados entre 2008 y 2009. Por eso, no solo se estima que hay cerca de 150.000 vacantes para suplir con mano de obra extranjera, sino que es una de las ciudades más amigables para estudiar (la cuarta mejor ranqueada en el mundo según el último informe QS). Beneficios como un sistema de transporte efectivo y cómodo, altos índices de seguridad — solo 23 asesinatos en 2016— y una cultura cívica impecable, son algunos de los factores que la han posicionado en los grandes escalafones.
¿Hay oportunidades para migrar desde Colombia a Montreal? El Espectador tuvo acceso a diferentes grupos de colombianos que actualmente se encuentran estudiando o viviendo en la ciudad y que contaron su experiencia migratoria. La conclusión es que sí, beneficios y oportunidades hay. ¿Es fácil? No, es cuestión de hacer las cosas con tiempo y tener paciencia para completar el proceso y adaptarse a un nuevo sistema que ofrece grandes bondades y algunos obstáculos que pueden ser determinantes para algunos, como el invierno.
Jessica Payeras
Origen: Lima y Bogotá
Llegó a Montreal en el 1992
Profesional en lenguas modernas.
Hoy: Directora del Programa de Español y profesora asociada del departamento de Comunicación Social y Pública de la UQAM.
Llegué desde Colombia a la Universidad de Quebec en Montreal (UQAM) como estudiante extranjera para hacer mi Maestría. Cuando terminé me convencieron y me quedé a hacer el Doctorado.
Cuando vi que iba a seguir mis estudios, decidí normalizar mi situación. Lo que me salvó es que las lenguas estaban dentro de las profesiones que buscaba Quebec. Llené mi formulario y me citaron a una entrevista en Nueva York. Tenía que salir del Estado y tomé un bus apenas con la plata para un perro caliente. Me aceptaron y creo que al final fue una decisión acertada.Supuestamente venía preparada para el idioma por mi profesión, pero al inicio me costó muchísimo. Sin embargo, lo aprendí evitando a la comunidad hispana. Tuve que hacer una elección. O me quedaba con ellos comiendo arepas y seguía mi vida con Colombia o me integraba a la sociedad. Fue doloroso el proceso pero ya después de un año era mucho más funcional y podía rendir en las clases.
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Tal vez si hubiera salido de la universidad en Colombia a trabajar, me hubiera casado con alguien local. No tengo ninguna crítica contra los colombianos, pero aquí me casé con un estudiante de Etiopía y tenemos un niño quebequense.Uno no se da cuenta, pero de cero a tres inviernos hay una diferencia abismal. Acostumbrarse a la nieve y al frío es algo muy difícil, por algo acá dicen que uno vive con el verano y no contra el verano.
Otra dificultad es la interacción social. Uno regresa a Colombia y ha adquirido cierta distancia con los demás, porque aquí eso es muy marcado. Para socializar toca acercarse a la gente. Hay que armarse de todas las herramientas sociales y encontrar espacios que te obliguen a interactuar. Uno aprende mucho a compartir y a ayudar a los otros. Siempre estoy pendiente de gente que quiera venir de Colombia, o alguien de acá que quiera venir para allá.
No recomiendo que la gente venga a Quebec si piensa que esto es fácil. Hay que llenarse de paciencia, porque es un proceso de largo plazo; por momentos puede ser deprimente. Pero si uno tiene la resistencia y las ganas, funciona.
Jorge Mario Ramírez
Origen: Cali
Llegó a Montreal en 2015
Profesional en Comunicación social con maestría en Estudios Internacionales en la Universidad de Montreal.
Hoy: Coordinador de desarrollo de alianzas internacionales en la Organización Universitaria Interamericana (OUI).
Creo que en Colombia está la idea de que solamente hay que estudiar en inglés. Pero el francés, cuando uno se da cuenta de que es un polo de desarrollo distinto, abre muchas posibilidades académicas y de desarrollo personal.
Encontrar en esta ciudad un lugar para vivir no es tan difícil. Si uno se apoya en la universidad, por ejemplo, como estudiante internacional, hay residencias y casas de familia. Montreal es justamente una de las primeras ciudades del mundo a nivel de recepción de estudiantes internacionales. Está adaptada para nosotros, desde las tarjetas de metro hasta el sistema de salud.
En Colombia trabajaba en la Alianza Francesa y parte de mi trabajo era promover los estudios en Francia y me preguntaba, por qué Canadá no jugaba un mejor papel en ese panorama. La gente piensa en Canadá como un país frío, tal vez bonito, desarrollado y cerca a EE. UU., pero nada más. Si se tuviera una visión más amplia de las oportunidades que hay en este país, Quebec y Montreal, habría muchos más colombianos aquí.
Además, en este momento Canadá está muy interesado en traer latinoamericanos no solo para diversificar el panorama universitario, sino que ahora, con los cambios que hay a nivel político, específicamente entre Canadá y China o con países árabes, el país se ha volteado hacia el patio de al lado, que siempre estuvo abandonado.
El punto es que hay una nueva dinámica de oportunidades entre Colombia y Canadá, con el tratado de libre comercio, por ejemplo, y los estudios son una forma de acercar a los dos países. Por esa razón hay mucho interés por parte de las universidades, de las provincias, del Gobierno federal, en atraer este tipo de estudiantes.
Saber francés no solamente sirve para estudiar sino también para conseguir un trabajo. Aquí es esencial en cualquier tipo de oficio.
Laura Velásquez Herrera
Origen: Pereira
Llegó Montreal en enero de 2019
Profesional en Marketing y Logística con énfasis en comportamiento del consumidor.
Hoy: Miembro de la aceleradora de la Universidad de McGill, "McGill Dobson Center for Entrepreneurs".
Estoy en Montreal por Arcángel, que es mi emprendimiento, investigando en una de las aceleradoras de la universidad. Lo que hacemos es prevenir diabetes tipo 2 por medio de inteligencia artificial.
Para venir necesitaba visa de estudiante, entonces lo primero que hice fue buscar información sobre el proceso provincial; es decir, el de Quebec. Si es en Montreal hay que sacar el Québec Acceptance Certificate (CAQ), luego sí se puede aplicar a una visa de estudiante. Una vez con los requerimientos mandé los papeles. Los tiempos pueden variar, puede ser muy rápido o muy lento, por lo que hay que hacer las cosas con tiempo. El gran problema que tuve fueron los datos biométricos, porque no era claro cómo hacer ese paso.
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Realmente todo está en la página, solo que a veces está un poco desordenada la información. Hay que leer cuidadosamente y mandar todo perfecto para no tener que volver a empezar el proceso. Luego tuve problemas por un tema de papeleo y de mi visa. Fui a Montreal International porque estaba desesperada. Ahí me dijeron que hiciera una extensión de la visa de turismo mientras aplicaba a la residencia permanente. Ellos ayudan a los extranjeros que quieran venir a Montreal.
En el tema económico, no tenía fondos de alguna universidad para vivir acá. Entonces mostré mi cuenta de los últimos tres meses, y por si acaso le dije a mi papá y a mi mamá que me hicieran una carta diciendo que me iban mantener, todo esto por si se me acababa la plata.
No hablo tan bien francés, tengo un certificado, pero todavía no me acostumbro. Intenté por muchas formas aprender el idioma, contraté a una profesora que me daba clases desde Colombia porque las clases privadas acá son caras. Con todo y eso me pareció durísimo.
En Montreal uno ve la vida de otra forma. Lastimosamente estoy segura de que si los estudiantes de doctorado que estudian en el exterior vuelven a Colombia nada va a ser lo mismo. La diferencia entre tener un proyecto acá y allá es enorme. Además, en Colombia crees que no puedes llegar a hacer ciertas cosas. Cuando estoy en un ecosistema como este pienso que estoy al alcance de nada de lograr lo que quiero.
El invierno también me costó, me deprimí mucho. Pensé que me iba a enloquecer. Abría la ventana y no veía a nadie. Eso fue hasta me empecé a involucrar más en la cultura y me enteré que hay muchas cosas por hacer. Si no, piensas que es un pueblo fantasma. Además, acá a veces se siente un poco de discriminación. No es racismo directo, pero uno lo siente indirectamente. No es que la gente quiera ser así, solo se siente diferente a ti. Lo digo porque lo he sentido en emprendimiento. No es algo grave, pero sí se siente, sobre todo en personas mayores.
Lo que sí creo es que acá hay muchísimas oportunidades para los colombianos. Los emprendedores pueden venir, esforzándose, y se van a encontrar con el apoyo de una red impresionante, con mucho conocimiento en sectores fuertes como tecnología e inteligencia artificial.
*Viaje por invitación de Montreal International