Mali entierra a las víctimas de ataque yihadista de Bamako en emotivo funeral
A la ceremonia, celebrada en el estadio Danaya cercano al lugar del ataque, asistió el presidente del país, Ibrahim Boubacar Keita.
EFE
Mali enterró este miércoles en un emotivo funeral a cinco de las víctimas del hotel Radisson Blu de Bamako, que fue atacado el pasado viernes por dos yihadistas y en el que fallecieron una veintena de personas.
A la ceremonia, celebrada en el estadio Danaya cercano al lugar del ataque, asistió el presidente del país, Ibrahim Boubacar Keita, miembros del Gobierno, representantes de los partidos políticos y responsables del grupo Rezidor, operador del hotel Radisson Blu.
También asistieron al funeral las altas autoridades religiosas de Mali que representan a las diferentes confesiones, diplomáticos de numerosos países africanos y occidentales y familiares de las víctimas.
Los funerales, a los que asistieron también cientos de personas, comenzaron a las 4 p.m. local con las plegarias de la tarde seguidas por la oración fúnebre sobre los muertos en la que se destacó la importancia de los valores de la tolerancia, la convivencia y a aceptación del otro.
El ambiente de la ceremonia fue marcado también por los cantos religiosos de un predicador sufí llamado Bilal Diallo, acompañado por sus discípulos.
Después, los asistentes marcharon con los féretros hacia el cementerio Hamedalaye, uno de los más grandes de Bamako, donde las víctimas fueron enterradas en una ceremonia celebrada en medio de un fuerte despliegue de efectivos de las Fuerzas Armadas Malienses.
El pasado viernes dos yihadistas atacaron el hotel Radisson Blu, donde retuvieron durante varias horas a unas 170 personas de diferentes nacionalidades antes de que fuesen liberadas por las fuerzas malienses apoyadas por efectivos internacionales, en una operación en la que fueron abatidos ambos terroristas.
Según las autoridades malienses, al menos veinte personas murieron en este ataque, entre ellas catorce extranjeros: seis rusos, tres chinos, dos belgas, una estadounidense, un israelí y un senegalés, y además hubo nueve heridos.
Mali se encuentra desde el viernes en estado de emergencia, mientras que las investigaciones siguen en curso para dilucidar las circunstancias del ataque y localizar a al menos tres sospechosos.
Los investigadores malienses están analizando los teléfonos de los yihadistas abatidos, y enviaron a los especialistas de la fuerza de la ONU en el país, MINUSMA, las dos armas que utilizaron los asaltantes, para determinar su procedencia.
El ataque fue reivindicado en un primer momento por dos grupos terroristas: Al Qaeda en el Magreb Islámico y Al Murabitún, dirigido por Mojtar Bel Mojtar, a los que luego se ha sumado el grupo radical Frente de Liberación de Macina, dirigido por el yihadista Amadou Kouffa, que también se atribuyó la autoría del ataque.
Mali enterró este miércoles en un emotivo funeral a cinco de las víctimas del hotel Radisson Blu de Bamako, que fue atacado el pasado viernes por dos yihadistas y en el que fallecieron una veintena de personas.
A la ceremonia, celebrada en el estadio Danaya cercano al lugar del ataque, asistió el presidente del país, Ibrahim Boubacar Keita, miembros del Gobierno, representantes de los partidos políticos y responsables del grupo Rezidor, operador del hotel Radisson Blu.
También asistieron al funeral las altas autoridades religiosas de Mali que representan a las diferentes confesiones, diplomáticos de numerosos países africanos y occidentales y familiares de las víctimas.
Los funerales, a los que asistieron también cientos de personas, comenzaron a las 4 p.m. local con las plegarias de la tarde seguidas por la oración fúnebre sobre los muertos en la que se destacó la importancia de los valores de la tolerancia, la convivencia y a aceptación del otro.
El ambiente de la ceremonia fue marcado también por los cantos religiosos de un predicador sufí llamado Bilal Diallo, acompañado por sus discípulos.
Después, los asistentes marcharon con los féretros hacia el cementerio Hamedalaye, uno de los más grandes de Bamako, donde las víctimas fueron enterradas en una ceremonia celebrada en medio de un fuerte despliegue de efectivos de las Fuerzas Armadas Malienses.
El pasado viernes dos yihadistas atacaron el hotel Radisson Blu, donde retuvieron durante varias horas a unas 170 personas de diferentes nacionalidades antes de que fuesen liberadas por las fuerzas malienses apoyadas por efectivos internacionales, en una operación en la que fueron abatidos ambos terroristas.
Según las autoridades malienses, al menos veinte personas murieron en este ataque, entre ellas catorce extranjeros: seis rusos, tres chinos, dos belgas, una estadounidense, un israelí y un senegalés, y además hubo nueve heridos.
Mali se encuentra desde el viernes en estado de emergencia, mientras que las investigaciones siguen en curso para dilucidar las circunstancias del ataque y localizar a al menos tres sospechosos.
Los investigadores malienses están analizando los teléfonos de los yihadistas abatidos, y enviaron a los especialistas de la fuerza de la ONU en el país, MINUSMA, las dos armas que utilizaron los asaltantes, para determinar su procedencia.
El ataque fue reivindicado en un primer momento por dos grupos terroristas: Al Qaeda en el Magreb Islámico y Al Murabitún, dirigido por Mojtar Bel Mojtar, a los que luego se ha sumado el grupo radical Frente de Liberación de Macina, dirigido por el yihadista Amadou Kouffa, que también se atribuyó la autoría del ataque.