Migrantes de caravanas que fueron a México piden ayuda para regresar a sus casas

Las condiciones han obligado a algunos de los migrantes a querer devolverse a sus países de origen.El jueves decidieron entrar en protesta para presionar al gobierno de México a que emita visas humanitarias para poder acceder a empleos. ¿Funcionará?

-Redacción Internacional con información de agencias
30 de noviembre de 2018 - 02:38 p. m.
La caravana recorrió más de 4.000 km con la esperanza de vivir en Estados Unidos, lejos de la pobreza y violencia en sus países. / AFP
La caravana recorrió más de 4.000 km con la esperanza de vivir en Estados Unidos, lejos de la pobreza y violencia en sus países. / AFP

Más de 300 inmigrantes que forman parte de las caravanas de centroamericanos que han llegado hasta Tijuana, ciudad mexicana fronteriza con Estados Unidos, han solicitado ayuda para poder regresar a sus respectivos países.

Esos inmigrantes "nos han expresado su interés de retornar de Tijuana y estamos coordinando medios de transporte que sean seguros y dignos para ellos", dijo en Ginebra el portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Joel Millman. El funcionario sostuvo que la OIM no ha hecho un recuento del número de inmigrantes de distintas nacionalidades centroamericanas que están estancados en Tijuana, pero que diversas fuentes los sitúan entre 3.800 y 4.000. La organización no aseguró que podrá atender todas las solicitudes de retorno.

El proceso consiste en ofrecer consejo y verificar la situación de los que desean retornar para que evalúen las opciones que tienen antes de tomar una decisión final. A los que se considera que cumplen con los criterios para presentar una solicitud de asilo se les recomienda que consideren esta posibilidad.

El programa que hace posible estas repatriaciones voluntarias es financiado por el Gobierno de Estados Unidos con un aporte de 1,2 millones de dólares, indicó Millman. Entre las razones que dan los migrantes para querer regresar no sólo están el cansancio y la incertidumbre ante los obstáculos para su entrada en Estados Unidos, sino también el desconocimiento casi total con el que se incorporaron en una caravana.

"En las entrevistas que realizamos vemos que muchos no sabían lo duro que sería el recorrido o los riesgos que corrían", explicó el portavoz.

Prácticamente nueve de cada diez migrantes desconocen en qué consiste el procedimiento para pedir asilo, "lo que indica que la migración económica ha sido una fuerza motora", agregó. Desde inicios de noviembre, la OIM ha facilitado el retorno de 453 migrantes, de los cuales el 57 % regresó a Honduras, el 38 % a El Salvador y el 5 % a Guatemala. A 25 niños se les consiguió repatriar en avión.

La situación de los migrantes centroamericanos estancados en Tijuana entró el jueves en una nueva etapa al comenzar una huelga de hambre entre los refugiados, que aguardan la entrada el sábado del nuevo Gobierno mexicano. Para agravar aún más su situación, el mayor albergue donde se concentra la mayoría de los migrantes sufrió una inundación por la intensa lluvia caída. Lea también: Migrantes de la caravana harán huelga de hambre 

La sobresaturación que existe en el albergue instalado en un centro deportivo y que ocupan más de 6.000 personas ha obligado a las autoridades a analizar dónde y cómo abrir un segundo albergue, más aún después de la inundación.

El cambio impacta en la estructura del Instituto Nacional de Migración (INM), principal organismo implicado en la estancia de los migrantes, que depende de la Secretaría de Gobernación, al igual que la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).

"Hemos platicado con gente del Gobierno entrante y del Gobierno saliente y las promesas siguen, ya tenemos mucho tiempo y la situación no está como para seguir esperando", dijo Irineo Mujica, integrante de la Organización Pueblos Sin Fronteras.

"Habían dicho que iban a cambiar (a los migrantes) y no los han cambiado y la huelga de hambre es una manera pacífica de presionar", añadió.

La intermitente pero intensa lluvia provocó que los centroamericanos, que se encontraban dentro del albergue, comenzarán a salir de lugar debido a que la cantidad de agua provocó graves inundaciones.

Los migrantes señalaron que todas sus pertenencias se mojaron y que no podían permanecer dentro por lo que estaban buscando un lugar "donde secarse". Pero las autoridades de los tres niveles de Gobierno, federal, estatal y municipal aún debaten sobre dónde reubicarlos.

En los días anteriores visitaron una instalación como un posible segundo albergue, en un centro de espectáculos denominado "El Barretal" en la zona este de Tijuana, muy cerca de la garita de Otay. El martes por la noche, el gobernador de Baja California, Francisco Vega, aseguró que el Instituto Nacional de Migración (INM) será el encargado de pagar la renta del nuevo albergue. Le puede interesar: Alcalde de Tijuana pide que expulsen a migrantes

A pesar de esa posible ayuda, precisó que faltan más recursos, porque en lugar que se designe se deben instalar cocina, comedor, sanitarios y regaderas. El mandatario estatal estimó que alimentar a los más de 6.000 migrantes costará unos 16 millones de pesos mensuales (unos 800.000 dólares), "lo que es difícil atender dada la crisis financiera por la cual atraviesa el Estado".

Según datos de autoridades mexicanas, unos 9.000 centroamericanos llegaron a México desde el 19 de octubre en distintos grupos, de los cuales más de 7.000 arribaron a Mexicali y Tijuana, estado de Baja California, para desde allí pedir asilo en Estados Unidos y otros 2.000 se ubican en otras partes del país.

En el albergue, las autoridades municipales señalaron en su último registro que había 6.151 personas, 520 niñas, 548 niños, 1.147 mujeres y 3.877 hombres. Horas antes, los migrantes anunciaron, por medio de una comisión, una huelga de hambre de 15 mujeres, a partir de hoy jueves, como una forma de presión para pedir que el Gobierno de Estados Unidos aumente el número de peticiones de asilo que tramita diariamente.

"Vamos a iniciar una huelga de hambre", dijo Xóchitl Castillo, quien explicó que la acción la llevarán a cabo frente a las oficinas del INM en la garita de El Chaparral y será "por tiempo indefinido".

Agregó que intentarán un acercamiento con las autoridades de migración y recordó que el objetivo es que Estados Unidos aumente el número de personas a las que se les atiende diariamente, de 40 a 50 personas.

Tras la conferencia, los centroamericanos intentaron caminar de forma pacífica hasta las instalaciones del INM en la garita de "El Chaparral", pero un retén de la Policía Federal se los impidió. Por otra parte, un acompañante de la caravana, David Abud, calificó de ilegal la lista que se ha integrado para pedir asilo.

"Hay 6.000 personas que están esperando turno para pedir asilo ¿cuánto tiempo van a tener que esperar para poder ejercer un derecho humano como lo es la petición de asilo?", cuestionó.

Abud dijo que esa lista es una táctica del Gobierno de Estados Unidos "para que la gente se desespere, regrese a su país y pierda ese derecho".

Amnistía Internacional denunció el martes que el proceso para pedir asilo no es transparente, ya que "las autoridades estadounidenses y mexicanas exigen ilícitamente a las personas solicitantes de asilo que se inscriban en una lista en el lado de Tijuana en lugar de permitir que soliciten asilo directamente en la frontera".

Por -Redacción Internacional con información de agencias

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