Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
La ola de frío que comenzó hace dos semanas ya deja cerca de 150 muertos, algunas inundaciones provocadas por deshielos y el congelamiento de ríos y lagos. Los servicios meteorológicos, por su parte, anunciaron que el clima seguirá empeorando.
El país más afectado es Rumania, donde ha habido 44 muertes. Las temperaturas en este país estarán entre -15 y -25 °C, por lo que las autoridades rumanas declararon la alerta amarilla en toda la zona.
Sin embargo, no sólo Rumania sufre las consecuencias de esta ola de frío. Los canales marítimos en Alemania están congelados y esperan temperaturas gélidas este fin de semana. En Hungría han muerto 20 personas por hipotermia y también a causa del mal funcionamiento de la calefacción, que ha provocado fallecimientos por inhalación de monóxido de carbono. En ese mismo país, los pobres se calientan con billetes usados. Las nevadas, que en el Reino Unido ya alcanzan los 8 centímetros, no paran en Italia y este fin de semana caerán 30 centímetros de nieve. En el norte de Inglaterra hubo más de 60 accidentes de tránsito . El Danubio, el mayor río de Europa, está congelado.
Francia prendió las alarmas luego de que en el noreste del país las temperaturas alcanzaran los -20 °C. Lo mismo hizo Inglaterra, que declaró alerta por hielo, nieve y granizo en casi todas las regiones del país.
Italia se encuentra en la misma situación. La Protección Civil de ese país prevé, de acuerdo con EFE, “el empeoramiento de las condiciones en gran parte del país, con sus primeros efectos en el norte y la extensión durante la jornada hacia el centro sur”.
Por eso, algunas regiones han pedido la atención del Ejército para que no sean desprotegidas zonas aisladas. Varios poblados se encuentran incomunicados y las entidades meteorológicas esperan más nevadas y heladas más fuertes.
Otros de los países afectados han sido Serbia y Bosnia, donde en las últimas horas fallecieron tres personas y el número total de muertos, en ambos países, se incrementó a 30. En República Checa han muerto 21 personas, congeladas a falta de protección.