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Ocho soldados austríacos de la misión de mantenimiento de paz de la ONU en el sur del Líbano (FINUL) han resultado heridos este martes 29 de octubre en un ataque con cohetes, informó el Ministerio de Defensa de Austria en un comunicado en el que condena la agresión, pero no atribuye su autoría.
Dichos cascos azules, miembros del contingente austríaco en la Fuerza Provisional de Naciones Unidas en Líbano (FINUL), “han resultado heridos hoy a las 12:58 p.m. por el impacto de un cohete en el cuartel de Naqoura; ninguno de ellos de gravedad”, indica la nota.
“Por el momento no es posible precisar la procedencia del ataque”, añade.
Esa nota precisa que las heridas sufridas por los ocho soldados han sido “leves y superficiales”, sin que ninguno requiriese tratamiento médico de urgencia.
“Condenamos este ataque en los términos más enérgicos posibles y pedimos que se investigue inmediatamente”, declara en la nota el Ministerio.
La ministra de Defensa austríaca, la conservadora Klaudia Tanner, condenó el ataque “en los términos más enérgicos posibles” y pidió una investigación inmediata del caso.
También hizo un llamamiento a todas las partes para que garanticen la seguridad de los cascos azules.
“No se puede tolerar y no se tolerará que los cascos azules de la misión de mantenimiento de la paz de la ONU sean puestos en peligro, intencionadamente o no”, subrayó la ministra.
Por su parte, la fuerza de paz de la ONU en Líbano indicó que un cohete, probablemente disparado por Hezbolá o un grupo aliado, había impactado en su cuartel general en el sur del país, hiriendo levemente a algunos cascos azules.
“Un cohete alcanzó el cuartel general de la Finul en Naqura, incendiando un taller de vehículos”, reportó la Finul en un comunicado, añadiendo que el proyectil “fue disparado desde el norte del cuartel general de la Finul, probablemente por Hezbolá o un grupo aliado” del movimiento islamista en guerra con Israel.
Israel lleva a cabo una campaña de intensos bombardeos en el sur y el este del Líbano, así como en Beirut, que han provocado la muerte de la mayor parte de las más de 2.200 personas que perdieron la vida en el Líbano desde octubre de 2023, y ha instado a la FINUL a desocupar sus posiciones a lo largo de la llamada Línea Azul, la divisoria entre el Líbano e Israel.
Desde el pasado 11 de octubre, esa misión de la ONU, integrada por más de 10.000 miembros y unos 13.000 uniformados de 10 países principales, ha denunciado haber sido objeto de varios ataques atribuidos a Israel.
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