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La Policía británica podrá emplear legalmente armas de fuego en determinadas circunstancias durante disturbios como los ocurridos en Inglaterra en agosto pasado, según concluye un informe oficial publicado este martes.
De acuerdo con este estudio, elaborado por el Cuerpo de Inspectores de la Policía, que supervisa la actividad policial, las fuerzas del orden tendrán justificado disparar en función de "la inmediatez del riesgo y la gravedad de las consecuencias".
Por ejemplo, podrán hacerlo cuando un incendio intencionado pone en peligro la vida de personas, como ocurrió durante los disturbios de Londres en el caso de fuegos en locales comerciales situados debajo de viviendas.
El pasado agosto se produjeron una serie de disturbios callejeros que se originaron en Londres y se extendieron a otras ciudades inglesas, en los que hubo incendios y saqueos de tiendas y por los que más de 3.000 personas fueron detenidas.
Tras revisar la respuesta de la Policía, muy criticada por su incapacidad inicial para contener los altercados, el Cuerpo de Inspectores pide que se revisen las tácticas policiales a fin de clarificar cuándo los agentes pueden utilizar cañones de agua y balas de plástico contra los ciudadanos.
El uso de esos instrumentos en caso de alteraciones del orden público ha sido calificado por los parlamentarios de "peligroso e indiscriminado".
Sin embargo, el informe divulgado este martes señala que pueden ser útiles contra agitadores que lanzaran bombas de petróleo u otros objetos que pusieran en riesgo a otras personas, con el objetivo de "detener ataques violentos contra los ciudadanos".
El detonante de los disturbios del pasado agosto fue la muerte a manos de la Policía de un joven negro en un barrio deprimido del norte de Londres.
Por EFE
