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Las cámaras lo encontraron entre los invitados a la ceremonia multitudinaria. Desfilando junto a otros párrocos, allí estaba Juan Barros Madrid. La atención que sería para la misa más esperada del Papa Francisco a Chile, terminó por concentrarse en la presencia del obispo de la diócesis de Osorno. Más de 400 mil personas asistieron, pero una vez la prensa lo descubrió, todos los ojos se fueron sobre él.
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Las palabras que el Papa había ofrecido en la mañana para rechazar la pederastia en la Iglesia Católica empezaron a ser duramente cuestionadas en las redes sociales, a raíz de la presencia Barros. "Me quiero unir a mis hermanos en el Episcopado, ya que es justo pedir perdón y apoyar con todas las fuerzas a las víctimas, al mismo tiempo que hemos de empeñarnos para que no se vuelva a repetir", dijo Francisco, quien evitó emplear la palabra "abusos". Agregó que sentía dolor y vergüenza" por "el daño irreparable causado a niños por ministros de la Iglesia".
Sigue a El Espectador en WhatsAppLos días previos a la visita de Francisco estuvieron precedidos por la polémica de los casos de pederastia en la Iglesia católica, que afectan a unos 80 religiosos chilenos. Desde diferente sectores se había solicitado un declaración directa del pontífice con las víctimas de los abusos, incluso una audiencia privada.
El presidente electo Sebastián Piñera, por eso, celebró las declaraciones de la máxima autoridad católica. "Todos podemos cometer errores, lo importante es saber reconocerlos, arrepentirse y enmendar el rumbo. Ese es el mensaje que el papa nos ha dejado", agregó.
Por su parte, el presidente del Senado, el democristiano Andrés Zaldívar, declaró que "la Iglesia tiene que seguir en esa línea de pedir perdón y tomar medidas para poner término a ese tipo de abusos".
Sin embargo, la presencia de Barros en la misa, generó una sombra sobre las palabras del Papa. "Barros participa de la ceremonia en el parque O'Higgins. ¡Qué vergüenza! ¿De qué pide 'disculpas' el papa? No le creo nada, dice una cosa y hace otra", tuiteó Marta Larraechea, esposa del expresidente democristiano Eduardo Frei Ruiz-Tagle.
"El papa pide perdón por los abusos y en el parque O'Higgins está el protector de Karadima, nombrado obispo por este mismo papa. Coherente, ¿no?", replicó por su lado Rolando Jiménez, vocero del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) de Chile.
Barros es acusado por los feligreses de la zona de encubrir los abusos sexuales contra menores del sacerdote Fernando Karadima, hoy apartado del sacerdocio. Juan Carlos Cruz, periodista que viene desde hace años denunciando los abusos cometidos por Karadina en la parroquia de Santiago, dijo: "Basta de perdones y más acciones. Los obispos encubridores ahí siguen. Palabras vacías. Dolor y vergüenza es lo que sienten las víctimas".
Por su parte, Barros se defendió diciendo que el periodismo ha inventado sobre él “muchas mentiras”. Los feligreses de la parroquia de Santiago, por su parte, no lo quieren cerca.