¿Qué esconde Trump en su declaración de impuestos?

Sea porque esconde algo grave o por puro capricho, el presidente de los Estados Unidos Donald Trump aún no revela su declaración de impuestos. Y, por ello, cualquier revelación al respecto adquiere proporciones, quizás, exageradas. Así ocurrió con la revelación, por parte de MSNBC, de dos páginas de la declaración de impuestos de 2005 del hoy presidente. Trump pagó ese año 36.5 millones de dólares en impuestos federales: un 25% de los 152.7 millones de dólares que ganó. Es un porcentaje menor, en comparación, por ejemplo, a lo que pagó su antigua rival, Hillary Clinton, ese mismo año. Pero no es, de ninguna manera, algo ilegal o, siquiera, inmoral. 

Si al caso se le puede criticar que haya pagado menos con base en el Impuesto Mínimo Alternativo (AMT, por sus siglas en inglés), una medida creada hace 50 años para evitar que los ricos evadan impuesto, y que Trump ha dicho que piensa derogar. Pero, de nuevo, no hay nada ilegal en ello. E, incluso, el presidente sale bien parado. De hecho, el periodista que hizo esta revelación, David Cay Johnston, no descartó que quien le envió este documento a su correo haya sido alguien del gobierno de los Estados Unidos.  

De hecho, Trump aprovechó esta filtración para arremeter, de nuevo, contra los medios. "Hace falta estar realmente desesperado para querer infringir la ley a fin de vender un tema con dos paginas de declaraciones fiscales de hace más de una década", dijo el republicano, a través de su cuenta de Twitter. 

"Es completamente ilegal robar y publicar declaraciones de impuestos. Los deshonestos medios pueden seguir haciendo esto parte de su agenda, mientras el presidente se concentrará en la suya, la cual incluye una reforma fiscal que beneficiará a todos los estadounidenses", sostuvo Trump. Ahora, que esta filtración no revele nada ilegal, no significa que no sea importante. Por lo menos, reabre el debate sobre por qué, a diferencia de sus antecesores, Trump se niega a presentar su declaración de impuestos. Durante la campaña presidencial, Trump se excusó diciendo que su declaración se encontraba bajo auditoría, un argumento falaz. 

No es un capricho de los medios o de los opositores a Donald Trump. Al revelar su declaración de impuestos, el presidente despejaría las dudas, por ejemplo, respecto a sus nexos con otros gobiernos, como el gobierno ruso, el saudí o el kuwaití. Y, de esta forma, se sabría si hay conflictos de intereses que afecten su administración. Pero Trump se sigue negando a hacer algo tan sencillo. Y la pregunta, de nuevo, es por qué. La respuesta puede que ponga en jaque al gobierno estadounidense. O puede que sea sólo un capricho de Trump. 

Sea porque esconde algo grave o por puro capricho, el presidente de los Estados Unidos Donald Trump aún no revela su declaración de impuestos. Y, por ello, cualquier revelación al respecto adquiere proporciones, quizás, exageradas. Así ocurrió con la revelación, por parte de MSNBC, de dos páginas de la declaración de impuestos de 2005 del hoy presidente. Trump pagó ese año 36.5 millones de dólares en impuestos federales: un 25% de los 152.7 millones de dólares que ganó. Es un porcentaje menor, en comparación, por ejemplo, a lo que pagó su antigua rival, Hillary Clinton, ese mismo año. Pero no es, de ninguna manera, algo ilegal o, siquiera, inmoral. 

Si al caso se le puede criticar que haya pagado menos con base en el Impuesto Mínimo Alternativo (AMT, por sus siglas en inglés), una medida creada hace 50 años para evitar que los ricos evadan impuesto, y que Trump ha dicho que piensa derogar. Pero, de nuevo, no hay nada ilegal en ello. E, incluso, el presidente sale bien parado. De hecho, el periodista que hizo esta revelación, David Cay Johnston, no descartó que quien le envió este documento a su correo haya sido alguien del gobierno de los Estados Unidos.  

De hecho, Trump aprovechó esta filtración para arremeter, de nuevo, contra los medios. "Hace falta estar realmente desesperado para querer infringir la ley a fin de vender un tema con dos paginas de declaraciones fiscales de hace más de una década", dijo el republicano, a través de su cuenta de Twitter. 

"Es completamente ilegal robar y publicar declaraciones de impuestos. Los deshonestos medios pueden seguir haciendo esto parte de su agenda, mientras el presidente se concentrará en la suya, la cual incluye una reforma fiscal que beneficiará a todos los estadounidenses", sostuvo Trump. Ahora, que esta filtración no revele nada ilegal, no significa que no sea importante. Por lo menos, reabre el debate sobre por qué, a diferencia de sus antecesores, Trump se niega a presentar su declaración de impuestos. Durante la campaña presidencial, Trump se excusó diciendo que su declaración se encontraba bajo auditoría, un argumento falaz. 

No es un capricho de los medios o de los opositores a Donald Trump. Al revelar su declaración de impuestos, el presidente despejaría las dudas, por ejemplo, respecto a sus nexos con otros gobiernos, como el gobierno ruso, el saudí o el kuwaití. Y, de esta forma, se sabría si hay conflictos de intereses que afecten su administración. Pero Trump se sigue negando a hacer algo tan sencillo. Y la pregunta, de nuevo, es por qué. La respuesta puede que ponga en jaque al gobierno estadounidense. O puede que sea sólo un capricho de Trump.