“La guerra nunca perdona a los niños, ni a los secuestrados de sus hogares en Israel, ni a los que se esconden de los ataques aéreos o sin comida ni agua en Gaza. Estoy de duelo por todos los niños y personas que anhelan la paz y la justicia en Tierra Santa”. Ese fue el mensaje de la nobel de paz Malala Yousafzai sobre la más reciente guerra en Oriente Medio.
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Sus palabras podrían extenderse a los niños que, según las autoridades de Israel, han sido encontrados muertos tras la recuperación de varios territorios que desde el sábado habían estado en poder los milicianos del movimiento islamista Hamás, una infiltración sin precedentes, en las zonas residenciales, con rifles, lanzacohetes y armas blancas de todo tipo, que hasta el momento ha dejado alrededor de 1.000 muertos del lado israelí.
Es el caso de Kfar Aza una agrupación agrícola (o kibutz), de unos 750 habitantes, a pocos kilómetros de la Franja de Gaza, en donde decenas de cadáveres fueron hallados. “Madres, padres, bebés, familias jóvenes asesinados en sus camas, en la sala de protección, en el comedor, en su jardín”, dijo el martes, tras un recorrido puerta por puerta recuperando cuerpos y buscando sobrevivientes, el mayor general israelí Itai Veruv, citado por Reuters, que estuvo en el lugar.
“No es una guerra, no es un campo de batalla. Es una masacre”, dijo Veruv. Algunas víctimas fueron decapitadas, añadió. “Nunca había visto algo así y he servido durante 40 años”.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el martes que el ataque de Hamás contra Israel fue “maldad pura”, y se refirió al asesinato de familias enteras y violaciones de mujeres, junto con “informes que revuelven el estómago sobre bebés asesinados”.
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Biden, que confirmó la muerte de al menos 14 estadounidenses, señaló también que Washington está listo para desplegar más activos militares en la región.
Aunque medios israelíes han hablado incluso de bebés decapitados, hasta el momento no ha habido confirmación oficial sobre semejante barbarie. Sin embargo, la sevicia que se denuncia ha llegado a ser comparada con la crueldad de los nazis o el propio Estado Islámico o Daésh.
Ante hechos como estos, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, anunció una ofensiva implacable. “Quienquiera que venga a decapitar, asesinar mujeres y supervivientes del Holocausto será aniquilado, con nuestra máxima fuerza y sin transigir. Lo que hemos visto en las localidades era una masacre. Saldremos victoriosos de las batallas”, dijo según medios locales citados por El País, de España.
La historia no es muy distinta de la del kibutz Beeri, en donde hubo más de 100 víctimas mortales, según un portavoz de la ONG Zaka, que participó en la identificación de las víctimas, citado por la AFP. “Había muchos, más de cien” muertos, según Motu Bukjin. Los milicianos “dispararon contra todos, asesinaron a sangre fría a niños, bebés, ancianos, a todos”, agregó.
Todo esto fue posible por la infiltración terrestre y coordinada de milicianos de Hamás, que volaron parte de la valla que divide a Gaza del territorio de Israel, mientras por aire lanzaba miles de cohetes. Mientras tanto, Israel salía de la celebración religiosa del Sucot. Como contó David Kerpel, analista colombo-israelí radicado en Jerusalén, a este diario, por dicha conmemoración, la guardia militar estaba baja, varios soldados se encontraban en sus casas y no estaban listos para contener la letal escalada.
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Asimismo, como reportó The New York Times, hubo familias que no se pudieron comunicar o alertar a tiempo sobre los hombres armados que se tomaron los kibutzim por tener los celulares apagados: era el día del Sabbat, además de que la ofensiva empezó muy temprano, apenas amanecía.
En todo caso, se trata de una vulneración a la seguridad del Estado hebreo que sin duda requerirá exhaustiva investigación, pero que por ahora ha sido atribuida a una especie de descuido por parte de la inteligencia israelí, que, según expertos, venía estando más concentrada en Cisjordania, en donde ha habido violentas incursiones y enfrentamientos violentos recientemente.
Además de los centenares de muertos, se habla de unos 150 rehenes que Hamás ha amenazado con matar si Israel continúa atacando sin previo aviso.
Las palabras de Yousafzai, sin embargo, también aplican para los niños y personas que han muerto por el contraataque israelí en Gaza. Del lado palestino, al menos 765 personas han fallecido por los bombardeos de Israel contra Gaza, y unas 4.000 resultaron heridas, según las autoridades locales. 📌Sugerimos: Las voces del “no todo vale” en el contraataque de Israel contra Hamás
Durante el cuarto día de la guerra, Hamás afirmó que dos de sus principales dirigentes murieron en los bombardeos israelíes contra la Franja de Gaza: Zakaria Muammar, ministro de economía, y Jawad Abu Shamala, jefe de relaciones nacionales. Israel, por otro lado, dijo responder a los ataques desde Líbano y Siria.
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